La música peculiar del ondes Martenot

Es difícil describir el sonido vibrante, pulsante, resultado de la mezcla de dos o más señales eléctricas en una nueva frecuencia generada por el enigmático artefacto.
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Para una de las películas más reconocidas de todos los tiempos,  Lawrence of Arabia, el compositor Maurice Jarré utilizó uno de los instrumentos más raros del repertorio musical: el ondes Martenot. Es difícil describir su sonido vibrante, pulsante, resultado de la mezcla de dos o más señales eléctricas en una nueva frecuencia generada por el enigmático artefacto.

El instrumento fue creado en 1928 por Maurice Martenot. Estudió chelo y composición en el Conservatorio de París y fue telegrafista durante la Primera Guerra Mundial, tiempo durante el cual quedó fascinado por las señales eléctricas y dedicó sus esfuerzos posteriores a incluirlas en un instrumento musical que tuviese la expresividad del chelo. A menudo comparado con el theremin (cuya popularidad disminuyó gracias al éxito del invento francés), el ondes Martenot consta de un teclado, un altavoz y un generador de baja frecuencia llamado touche d’intensité que modula las “ondas” generadas con un anillo que se usa en la mano derecha. Tiempo después, Martenot agregó una cámara de resonancia con cuerdas y un gong.

Posterior a la presentación en París, Martenot se dedicó a educar al mundo sobre los usos de su invento, dando luz a una generación de ondistas entre los cuales se encontraba su hermana, Ginette Martenot. Interesado por la teoría musical, desarrolló también su propio método de enseñanza, el método Martenot, una pedagogía centrada en la relajación activa del estudiante y del maestro. El taller de Martenot hizo al menos 370 instrumentos (uno de ellos para el poeta Rabindranath Tagore) y dejó de producirse en 1988. Por eso se convirtió en una ave sumamente rara; sin embargo, hubo proyectos que intentaron hacer réplicas, e incluso mejoras. Su hijo, Jean-Louis Martenot trabajó una versión digital mientras que en 1995 el ingeniero Ambro Oliva desarolló el Ondéa, una aproximación.

Olivier Messiaen, más conocido por Quatuor pour la fin du temps, fue un entusiasta del instrumento: aparece en su ópera Saint François d’Assise, también en Turangalîla-Symphonie, pieza orquestal que consta de 10 movimientos y dura alrededor 80 minutos (una canción de amor inspirada por la historia de Tristán e Isolda, de acuerdo a Messiaen) y Fête des belles eaux, escrita exclusivamente para el ondes Martenot. Parte de este trabajo es la pieza titulada Oraison, que formó parte del soundtrack de la película The Revenant. Boulez escribió un cuarteto para el ondes Martenot que no se publicó e intentó incluirlo en Douze notations, pero esto tampoco se concretó. El compositor suizo, Arthur Honegger, lo utilizó en su oratorio Jeanne d’Arc au bûcher.

Usos más recientes incluyen al compositor francés Yann Tiersen, reconocido por la música de la película Amélie y a Jonny Greenwood de Radiohead. El británico Thomas Adès lo utilizó en la ópera The Exterminating Angel que debutó en el Festival de Salzburgo en 2016 y cuyo argumento está basado en la película de Buñuel, El ángel exterminador.

 

https://youtu.be/6yeiUNEF-Mg

La pianista Valérie Hartmann visitó México en el 2015 con un ondes Martenot para interpretar trabajos de Messiaen en la sala Nezahualcóyotl, evento poco común. Actualmente, existen pocos intérpretes y posiblemente sean menos los que lo aprecian, lo cierto es que hay sonidos que el oído humano no puede captar y quizá eso sea lo más atrayente del ondes Martenot, un canto inusual que nace de la teoría para jugar con estas frecuencias: la posibilidad y lo desconocido.

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Maestra en filosofía, publicista y aficionada a la música clásica


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