Foto: cortesía Zona Maco

Nuevas voces en Zona Maco 2023: entrevista a la curadora Direlia Lazo

Una de las curadoras de Zona Maco habla acerca de la novedad y los criterios de selección en esta feria de arte contemporáneo.
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Zona Maco es un escaparate y un espacio de reunión donde artistas, curadores, coleccionistas y aficionados observan, analizan y discuten las novedades en una feria que aglutina arte contemporáneo, fotografía, diseño, arte moderno y antigüedades.

En vísperas de la edición 2023, que se llevará a cabo del 8 al 12 de febrero en el Centro Citibanamex, entrevistamos a Direlia Lazo, curadora de la sección Ejes, que se enfoca en mostrar nuevas propuestas artísticas.

Lazo (La Habana, 1984) ha sido directora y fundadora de iniciativas de arte independiente como Havana Art Weekend en La Habana y Together en Miami. Ha trabajado para instituciones como La Tallera (México), el Times Museum (Guangdong, China), el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam y la Cátedra de Arte Conducta (La Habana), espacio fundado por Tania Bruguera, una de las artistas cubanas más reconocidas a nivel internacional, y que, según la propia Lazo, fue “el epicentro del pensamiento más potente que hubo en las últimas décadas en Cuba”.

En una época en que el mercado funciona a partir de un rápido consumo y desecho de mercancías, quisimos conocer los criterios de selección, la gestión de la novedad en Zona Maco, y cómo se posiciona frente al reto de comercializar el trabajo artístico. A continuación, nuestro diálogo.

¿Cómo empezaste a colaborar con Zona Maco? ¿Cuántos años llevas haciéndolo y cómo ha cambiado la feria en estos años?

Este sería mi tercer año. El primero, 2020, fue muy sui generis, porque a causa de la pandemia empezamos una experimentación de lo que podía ser la feria más allá del predio en que se lleva a cabo, y tuvimos una experiencia donde esta sección se vinculó con el proyecto Surpara armar una especie de diálogo en la Casa Ortega. Ahí se realizaron performances e instalaciones, hubo recorridos; fue una manera muy diferente de experimentar la feria. El año pasado se llevó a cabo la primera edición de Ejes tal y como yo la había concebido cuando me invitaron a formar parte del equipo. Ejes es la sección curada más grande de Zona Maco y tiene por enfoque traer nuevas voces y maneras de mostrar lo que está pasando en la producción y en la representación. Si bien hay diálogos muy precisos curatorialmente, casi exquisitos, también hay formatos mucho más experimentales. Ese eclecticismo funciona para mostrar la versatilidad de lo qué esta aconteciendo en el panorama internacional.

Trabajan mediante una convocatoria abierta a galerías de todo el mundo, para posteriormente realizar una selección de aquellas que tendrán un espacio en Zona Maco. ¿Cuántas propuestas hubo en esta edición?

Hubo casi cincuenta y se eligieron treinta y un participantes. Este año hubo muy buena convocatoria, tuvimos incluso galerías en lista de espera. Como en toda convocatoria, no todo el mundo puede participar porque el espacio de la feria es limitado. Pero estoy muy contenta con la recepción y con los proyectos que se presentaron.

¿Qué criterios usaste para realizar la curaduría de Ejes? ¿Qué tipo de propuestas podrán verse en Zona Maco?

Por un lado, nos interesa respetar la continuidad de galerías participantes, porque al ser una sección joven también queremos dar oportunidad a galerías que se han presentado previamente y que necesitan fortalecer su presencia en un siguiente año, sin por ello necesariamente priorizarlas. Este año contamos con un cincuenta por ciento de galerías nuevas en comparación con el año anterior. Por otra parte, me interesa buscar discursos donde se refleje lo que está aconteciendo en el panorama internacional: diferentes medios y formatos. Aunque sí hay un predominio de la pintura, como fenómeno internacional, también encontrarán acuarelas, esculturas e instalaciones; además de ello habrá también sesiones de performance durante el evento. El trabajo presentado este año será muy ecléctico en formatos.



Direlia Lazo. Foto: cortesía Zona Maco.

¿Cuáles son los temas o búsquedas recurrentes en la sección que has curado para Zona Maco?

Me ha interesado mucho que fuera una sección donde múltiples regiones entraran en diálogo. Temas como el trabajo, la productividad y el consumismo repercuten a nivel global. La ecología también está presente como tema urgente.

La galería Hestia de Belgrado, por ejemplo, se presenta con un diálogo entre la artista serbia Biljana Djurdjević y el artista español Daniel García Andújar, que va justamente sobre el consumismo y la sobreproducción.

Otro ejemplo concreto es la galería Braverman de Tel Aviv, donde se presentan las esculturas de Merav Kamel y Halil Balabin. Ellos trabajan mucho el tema de abtracto-figuraciones y reflejan un mundo caótico, erótico, violento, pero también delicado. Es una instalación preciosa, un mural lleno de acuarelas, donde vas a ver todas estas intersecciones de figuras. Hay muchas miradas a nuevas figuraciones en esta edición. Otro ejemplo es The Artist Room, de Londres, donde se presentan las pinturas de William Brickel con figuraciones muy interesantes.

Hay muchas propuestas enfocadas a curaduría de museo, pero también hay otras más distendidas y sueltas, que simplemente se disfrutan al verlas.

Los collages en acuarela de Giana de Dier presentada por Krystel Ann Art (Lisboa) con un espacio de artistas afrodescendientes del Caribe son muy interesantes; igualmente, la cerámica de Alejandro García Contreras presentada por Proyecto N.a.s.a.l. (Guayaquil/Ciudad de México).

Otro tema presente es el intimismo y la domesticidad. Hay varias propuestas sobre estos temas, de cómo ahora se está entendiendo también la domesticidad como espacio de interiorismo. No tiene que ver necesariamente con espacios físicos, sino con lecturas que se pueden hacer sobre la psique y la manera en que estamos interactuando con el mundo a través del pensamiento.

Desde algunas posturas críticas, sobre todo la feminista, se cuestionan las ideas de “originalidad” y “novedad” como relatos sobre los que se ha construido una historia del arte occidental que ha sido excluyente y está llena de mitos. Desde esas posturas, la creación tiene más que ver con diálogos y aprendizajes que con novedades o rupturas, al menos como son concebidas en el imaginario común. ¿Cómo concibes tú la idea de novedad?

Creo que la novedad va más allá de ser algo que no se ha visto nunca antes. Se relaciona con ver algo por primera vez de manera diferente. No es tanto abogar por la originalidad sino por perspectivas que sean auténticas y nos aporten otro ángulo. En Ejes hay galerías que quizá no son tan jóvenes, pero están renovando el discurso, y eso también es válido: cuestiones como revisitar un programa o poner a un artista en diálogo con otro pueden ser novedosas.

También existe una crítica generalizada hacia el ciclo de novedad-consumo-desecho predominante en el mercado capitalista. ¿Crees que esto también sucede en las ferias de arte? ¿Cómo te confrontas con eso como curadora de una?

Esta pregunta es muy importante y tiene varias aristas. Por una parte, creo que una feria de arte tiene que comprometerse con presentar lo nuevo, lo no visto previamente, porque eso también nutre el programa en general. Al mismo tiempo, es importante ver qué pasa con lo nuevo y cuál es el próximo paso al presentarlo en un año siguiente.

Foto: cortesía Zona Maco.

Yo no soy coleccionista profesional, pero observo que las ferias están teniendo cada vez más vínculos a largo plazo con el coleccionista, porque es la única manera de mantener y darle veracidad a eso que tú presentaste como nuevo. Por ejemplo, si compras la obra de una artista que tiene 25 años, acaba de terminar un posgrado, tiene una obra super novedosa y todo el mundo la compra de repente, eso afecta a todos: no solo el precio de la obra se va a desmesurar, sino que la artista se va a quemar.

Son cosas muy importantes que como institución, como gremio, incluso curatorialmente, hay que tener en cuenta. Se debe tener mucho tacto al mostrar algo como lo nuevo, lo hot and coming, porque el daño es permanente; una producción se puede truncar completamente si no está presentada de una manera consciente o con un plan a largo plazo. Es importante apostar por un coleccionismo orgánico, uno que le dé continuidad al trabajo, independientemente de que ya no sea tan nuevo.

En la historia del arte hemos visto cómo muchas veces las mujeres son gestoras pero los artistas son hombres, o a veces en la galería el dueño es hombre y la gestora es una mujer, son problemas sistémicos de poder y visibilidad ¿Cómo está cambiando esto?

Felizmente, está cambiando mucho. Cada vez hay más artistas y más galeristas mujeres. De hecho, hay una sensibilidad diferente que el mundo del arte necesitaba y ya está teniendo más presencia. Obviamente ha habido muchísimos años en los que el patrón había sido otro y esos procesos de transición no son de una edición a la otra, pero están sucediendo.

¿Cómo están representadas las artistas mujeres en Ejes 2023?

Están muy bien representadas: de 31 galerías participantes, 17 presentan artistas mujeres. Es un tema que para mí es realmente muy importante, porque el panorama de las galerías sí que se está desdibujando cada vez más.

¿Hay temas afines en la producción artística de mujeres y diversidades en Ejes 2023?

Sí, claro. Priscilla Beccari, presentada por la galería Younique de Lima y París, habla profundamente en sus acuarelas de espacios domésticos, hay mucho diálogo sobre la intimidad desde lo femenino. Por otro lado, la galería HOA fue uno de los estandspremiados en la edición pasada y se presenta esta vez con artistas de la diáspora africana brasileña. HOA comenzó siendo una galería pequeña con un estand de 16 metros y repite el año siguiente con uno de 32, presentando una propuesta mucho más consolidada, con más artistas y más fuerte. Estoy pensando también en una galería de Seattle que presenta trabajos de artistas chicanos.

Existe algo de recelo hacia las ferias de arte. Por un lado, se les acusa de reproducir las dinámicas del capitalismo global convirtiendo al arte en un asunto de especulación financiera; se les acusa también de elitismo. Sin embargo, también es cierto que pueden vitalizar el sistema del arte. ¿Qué piensas al respecto?

Las ferias de arte son una institución más en el ecosistema artístico; son, de todos los nexos, el más importante. En los últimos años han surgido más secciones curadas, definitivamente se le ha querido dar una legitimación al contexto y la verdad es que ya era una manera de institucionalizar una cosa que estaba pasando muy orgánicamente. Los curadores iban a las ferias de arte a ver propuestas nuevas, artistas que no tenían espacios de visibilidad en otros lugares.

Este diálogo entre contextos es muy interesante: a lo mejor tú no puedes viajar al otro lado del mundo para descubrir otro tipo de poéticas, pero en la feria puedes encontrarte con ellas. Yo creo en la coexistencia. Me parece que todos al final somos parte de un discurso que se está construyendo. Como las ferias tienen secciones curadas, vas viendo el diálogo expandido de una obra en relación con la otra, yo realmente creo que es un modelo que es muy difícil que desaparezca y que hay que seguirle poniendo cariño. ~

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Es escritora, crítica de arte y académica. Su libro más reciente es Todo retrato es pornográfico (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2015)


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