Tenรฉis que reconocer conmigo que el lenguaje humano estรก de moda. Psicรณlogos, antropรณlogos, informรกticos, etรณlogos… todos hablan del lenguaje como un elemento esencial. Y, sin embargo, cuรกnto les cuesta habitualmente reconocer (y aplicar, sobre todo aplicar) que el lenguaje humano se procesa a partir de una organizaciรณn jerรกrquica. Por lo general, si uno estudia detenidamente lo que opinan sobre nuestra capacidad lingรผรญstica, lo que se suele encontrar es una interpretaciรณn lineal del procesamiento del lenguaje, como si entender una oraciรณn como El niรฑo come patatas fritas pasara simplemente por entender una a una las palabras que la componen.
Evidentemente, un vistazo general (y superficial) de lo que pasa cuando hablamos parece dar la razรณn a los que creen que el lenguaje es lineal, en el sentido de que unos signos se suceden a otros temporalmente. Especialmente, claro, si la observaciรณn se limita a las lenguas orales y se desatienden los aspectos multimodales. Quizรก si se fijaran algo mรกs en las lenguas de signos o en elementos como la prosodia, por ejemplo, la linealidad se les quedarรญa pequeรฑa mucho antes.
Uno podrรญa objetar que todos hemos ido a clase de lengua y que, por tanto, sabemos que las palabras se organizan en sintagmas. Es verdad. Creo que mucha gente acepta que la interpretaciรณn de una oraciรณn como la de antes se realiza agrupada: primero el niรฑo, despuรฉs come y por รบltimo patatas fritas. El problema estรก en que se pueden aceptar estas agrupaciones y seguir viendo el lenguaje de modo lineal. Esto es, se puede considerar que lo que hacemos al intepretar (o producir) una oraciรณn es similar a lo que hacemos cuando decimos nuestro nรบmero de telรฉfono y, para no equivocarnos, lo organizamos en paquetitos (de dos o tres dรญgitos). Es importante entender la diferencia que existe entre estos dos tipos de procesos: en el caso del lenguaje, no se trata solo de agrupar, sino de organizar de forma jerรกrquica.
Mi admirado y querido Josรฉ Luis Mendรญvil, catedrรกtico de Lingรผรญstica General en la Universidad de Zaragoza, llama a los que ven el lenguaje humano de forma lineal como sujetos sintรกctico-planistas, en alusiรณn a los acientรญficos terra-planistas. No le falta razรณn: en ambos casos, el sentido comรบn y la experiencia inmediata inducen a creer que la tierra es plana y el lenguaje lineal. El estudio cientรญfico y los datos empรญricos, sin embargo, nos indican que la tierra es esfรฉrica y el lenguaje jerรกrquico.
Sin entrar en asuntos mรกs complejos, una prueba sencilla y palpable de que el lenguaje esconde una estructura son los contextos de ambigรผedad en los que las relaciones entre los elementos se pueden interpretar de distintas maneras. Si los enunciados los entendiรฉramos de forma lineal (con o sin agrupaciones internas), no se entenderรญan conflictos como los siguientes, en los que no se sabe quรฉ cuesta menos de 20 euros (el gazpacho o la mรกquina) o para quรฉ se ha empleado exactamente la bolsa de patatas:
En los ejemplos anteriores se produce una duda razonable sobre a quรฉ predicado (a vender o a preparar; a salvar o a apuรฑalar) complementan algunos sintagmas preposicionales. En otras ocasiones, la ambigรผedad surge porque un elemento (como, por ejemplo, la negaciรณn) puede alcanzar a mรกs o menos cantidad de sintagmas dependiendo de cรณmo dibujemos en nuestra mente las relaciones jerรกrquicas. Como en el ejemplo siguiente, en el que la negaciรณn puede afectar solamente a viajo a Europa en verano o a viajo a Europa en verano a causa de la pandemia.
O en este otro ejemplo, en el que no se sabe si denuncian que la รบnica vรญa que tienen sea intransitable (y quieren que la mejoren) o que solo tienen una vรญa intransitable (y desean tener mรกs):
Que los enunciados humanos esconden una estructura es una verdad cientรญfica bien entendida y explicada por la comunidad lingรผรญstica. Y, sin embargo, como decรญamos al inicio de esta columna, son muchos los que no lo tienen en cuenta cuando se acercan a contestar preguntas como las siguientes: ยฟson los animales (no humanos) capaces de hablar (por ejemplo, lenguas de signos)? ยฟTenรญan otras especies, ya escindidas, la misma capacidad del lenguaje que nosotros? o ยฟEs comparable lo que hace la IA a lo que hacemos los humanos? Con independencia de cuรกl sea la respuesta a estas preguntas, cualquier intento de acercamiento desde la perspectiva de que el lenguaje es lineal serรก un error. Asรญ que sรญ, reconozco que el lenguaje estรก de moda. Solo me queda aspirar a que los que se acercan a รฉl se acostumbren a leer a los lingรผistas.
Mamen Horno (Madrid, 1973) es profesora de lingรผรญstica en la Universidad de Zaragoza y miembro del grupo de investigaciรณn de referencia de la DGA
Psylex. En 2024 ha publicado el ensayo "Un cerebro lleno de palabras. Descubre cรณmo influye tu diccionario mental en lo que piensas y sientes" (Plataforma Editorial).