Valiéndose de su conocida capacidad para encontrar lo fascinante en las cosas más cotidianas, Werner Herzog aborda ahora un tema extraordinario en sí mismo. En esta cinta, busca devolver al espectador el asombro; despojar al internet de la familiaridad con la que lo tratamos y restituir su misterio. El cineasta se asombra ante la presencia de la red en el mundo, pero celebra lo específicamente humano: lo extravagante, lo imperfecto, los rasgos de locura o la pasión que despiertan un montón de cables.
es crítica de cine. Mantiene en letraslibres.com la videocolumna Cine aparte y conduce el programa Encuadre Iberoamericano. Su libro Misterios de la sala oscura (Taurus) acaba de aparecer en España.