ยฟFue Norman Mailer o fue Philip Roth el que dijo, ya hace tiempo, que es mรกs fรกcil contar la historia de un fracaso que la de un รฉxito? Tampoco es que importe decidirlo ahora. Importa advertir que anda por ahรญ un cineasta francรฉs que hace parecer sencilla la tarea de relatar la vida de seres que avanzan y crecen y se empoderan. Su nombre es Jacques Audiard (Parรญs, 1952) y son por lo menos dos las pelรญculas que demuestran su rara destreza.
La primera se titula De battre mon coeur s’est arrรชtรฉ (El latido de mi corazรณn, 2005) y es una pelรญcula mayor. Basada en una cinta, ya mรกs o menos de culto, de James Toback (Fingers, 1978), cuenta la improbable historia de un joven gรกnster โmitad corredor de bienes raรญces, mitad bandido y golpeadorโ que un buen dรญa decide dejar de ser un joven gรกnster y emprender una carrera como pianista. ยฟQue quรฉ hace Audiard para que una trama asรญ de inverosรญmil convenza y no se hunda? Desde luego: esquivar la sensiblerรญa โflashbacks, mรบsica de fondo, desenlaces con lรกgrimas y ovacionesโ de las feel good movies de Hollywood. Pero sobre todo: atender menos la parte positiva de la historia โel ascenso moral del protagonistaโ que la negativa โsu ruptura con el mundo del hampa, el abandono de sus amigos, los conflictos con el padre.
La segunda cinta es Un prophรจte (Un profeta, 2009) y es una pelรญcula maestra. Sumariamente es la historia de Malik El Djabena, un รกrabe-francรฉs de 19 aรฑos que ingresa a la prisiรณn como un pobre diablo y sale de ella convertido en el capo de su propia pandilla. De algรบn modo es el revรฉs del otro filme: la entrada, y no la salida, de un hombre al campo de la delincuencia. De otro modo es su remake: el relato de aprendizaje y expansiรณn y fortalecimiento de un joven.
Se ha dicho que Un profeta es una pelรญcula carcelaria mรกs โy apenas si lo es: Audiard presta muy poca atenciรณn a los elementos tรญpicos del subgรฉnero. Se ha dicho que es otra cinta sobre la mafia โy vaya que lo es: juega de principio a fin con la trama de El padrino (1972) y hasta copia algunos tics del Scorsese de Buenos muchachos (1990). Pero ยฟpor quรฉ no se dice que Un profeta es, por encima de todo, una pelรญcula polรญtica y que su referente mรกs cercano no es Coppola sino, digamos, el Gillo Pontecorvo de The Battle of Algiers (1966)? El asunto es que estamos aquรญ, como estรกbamos allรก, ante el relato de una descolonizaciรณn. Por una parte, individual: el protagonista se libra de la servidumbre โes el criado de la mafia corsa que domina la prisiรณnโ y se vuelve su propio amo. Por la otra, colectiva: sรณlo al terminar con los corsos se liberan los demรกs รกrabes detenidos en la cรกrcel. El proceso de descolonizaciรณn estรก narrado tan nรญtidamente que, de hecho, atraviesa las tres etapas descubiertas hace tiempo por los teรณricos del poscolonialismo. Adopt: el protagonista imita el lenguaje y las estructuras de la mafia dominante. Adapt: aprovecha y modifica esas estructuras para realizar desde ahรญ sus propios negocios. Adept: cuando al fin se sabe apto y se imagina ya independiente, pulveriza las viejas estructuras y crea las suyas propias. ยฟUn profeta? Mรกs bien, y para decirlo como hubiera querido Pontecorvo, un revolucionario.
-Rafael Lemus
es escritor y crรญtico literario. En 2008 publicรณ 'Informe' (Tusquets) y 'Contra la vida activa' (Tumbona).