Los libros diseรฑados por Vicente Rojo son tesoros personales preservados tanto en la memoria como en los libreros. Mi biografรญa lectora ha estado acompaรฑada por decenas de libros diseรฑados por Rojo, con portadas que se mantienen frescas y actuales debido a su manejo del color, su elecciรณn tipogrรกfica y su uso del collage. En estas portadas no se perciben las limitaciones tรฉcnicas de la รฉpoca, sino, al contrario, la maestrรญa con que Rojo resolvรญa la composiciรณn a pesar de los pocos recursos disponibles en la รฉpoca, como era contar con un mรกximo de dos colores de impresiรณn.
Durante varias dรฉcadas, Vicente Rojo le dio forma material a cientos de textos para convertirlos en libros. A travรฉs de la elecciรณn cuidadosa de la tipografรญa, el delineado de la caja de texto, la creaciรณn de una imagen para representar las ideas del autor en la portada, su trabajo grรกfico funcionรณ como un puente entre el lector y la obra. Rojo modernizรณ el aspecto de los libros en Mรฉxico ยญโque, en su mayorรญa era sobrio y aburridoโ, integrando vanguardias en el diseรฑo. Fue, ademรกs, maestro de toda una generaciรณn de diseรฑadores que trabajaron bajo su supervisiรณn en la legendaria Imprenta Madero, como tambiรฉn de todos los lectores que crecimos hojeando estos libros, revistas y publicaciones culturales.
De las mรกs de novecientas portadas que diseรฑรณ en su paso por editoriales como Joaquรญn Mortiz, el Fondo de Cultura Econรณmica (FCE) y Era, entre otras, las cinco que presento a continuaciรณn son solo una invitaciรณn a recorrer esta faceta del artista.
1. Introducciรณn a la poesรญa, Cรฉsar Fernรกndez Moreno, 1962
A finales de los aรฑos cincuenta, Vicente Rojo comenzรณ a diseรฑar portadas de libros del Fondo de Cultura Econรณmica. Como parte de la Colecciรณn Popular โcreada en 1959 para alcanzar grandes audiencias a travรฉs de tirajes altos en formato bolsilloโ, la portada de Introducciรณn a la poesรญa de Cรฉsar Fernรกndez Moreno (1962) muestra una composiciรณn tipogrรกfica a modo de collage con tipos mรณviles de madera, y aprovecha las formas de las letras en la palabra โpoesรญaโ. El uso de distintas tipografรญas y tamaรฑos de letra, en un aparente desorden, representa la propia aproximaciรณn del texto a la prรกctica poรฉtica. El flujo entre la baja y alta cultura que Fernรกndez Moreno aborda se ve representado con los tipos mรณviles, usados para carteles de lucha libre e incluso exposiciones de arte. Las ilustraciones mecรกnicas dan, asรญ, una idea de los engranajes de la poesรญa.
2. La feria, Juan Josรฉ Arreola, Joaquรญn Mortiz, 1963
El fundador de la editorial Joaquรญn Mortiz, Joaquรญn Diez Canedo, le encomendรณ a Vicente Rojo muchas de las portadas de este sello a travรฉs de los aรฑos. La Serie del Volador es una de las colecciones mรกs relevantes de la producciรณn editorial mexicana y en su catรกlogo se reunieron los nombres que dieron forma a la literatura nacional de la segunda mitad del siglo XX.
La feria, de Juan Josรฉ Arreola โel primer tรญtulo de la serieโ, es una novela fragmentaria ganadora del premio Xavier Villaurrutia. Ademรกs de su portada, Rojo dibujรณ ochenta pequeรฑas viรฑetas โacreditadas en esta ediciรณn como โasteriscos de Vicente Rojoโโ que acompaรฑan las 288 partes que conforman la novela. La cuarta de forros describe el libro como โdesordenado, mรบltiple y singular, breve y abundanteโ.
Con este primer tรญtulo se establecieron algunas de las reglas de diseรฑo que, por aรฑos, definieron a la Serie del Volador: la tipografรญa, el uso de dos colores y los recuadros en portada, lomo y contraportada. Estas reglas, fuera de hacer una serie repetitiva, funcionaron como lรญmites flexibles para estimular la experimentaciรณn grรกfica, siempre con resultados interesantes y variados.
3. Cien aรฑos de soledad, Gabriel Garcรญa Mรกrquez, Editorial Sudamericana, 1967
Cien aรฑos de soledad se publicรณ por primera vez en la editorial argentina Sudamericana. El encargo de esta portada vino del propio Gabriel Garcรญa Mรกrquez, amigo de Vicente Rojo. Ambos vivรญan en Mรฉxico, por lo que enviaron la portada por correo a la editorial en Buenos Aires.
La fecha de publicaciรณn se acercaba y la portada de Rojo no llegaba a su destino, asรญ que Sudamericana encargรณ a la diseรฑadora Iris Pagano una portada provisional. En junio de 1967 llegรณ a las librerรญas la primera ediciรณn con el diseรฑo de Iris. Los ocho mil ejemplares de este tiraje se agotaron en dos semanas.
Para la primera reimpresiรณn se usรณ la portada de Rojo. Su diseรฑo consiste en una serie de estampillas sobre un fondo blanco. El nombre del autor y de la novela estรกn compuestos con una tipografรญa que evoca letras de imprenta antigua, y en la palabra โsoledadโ, Rojo invirtiรณ horizontalmente la letra E (se cuenta, a propรณsito de este gesto, que un librero ecuatoriano corrigiรณ a mano la posiciรณn de esta letra en los ejemplares de su tienda, pensando que era una errata).
El diseรฑo de Rojo se volviรณ icรณnico gracias al retrato de Garcรญa Mรกrquez con un ejemplar de Cien aรฑos de soledad sobre su cabeza que hizo la fotรณgrafa espaรฑola Isabel Steva Hernรกndez โColitaโ.
4. Discos visuales, Octavio Paz, Ediciones Era, 1968
Vicente Rojo creรณ la colecciรณn Alacena de Ediciones Era para experimentar con papeles lujosos y sistemas de impresiรณn, y para diseรฑar interiores de libros ilustrados con grabados sobrepuestos y coloridas serigrafรญas. De esta colecciรณn destacan los tรญtulos Los pรกjaros (1961) y Aura (1962). Pero el lado mรกs experimental de Rojo es, a mi parecer, mรกs notorio en los Discos visuales (1968) realizados en colaboraciรณn con Octavio Paz, quien le escribiรณ a Rojo desde Nueva Delhi para invitarlo a crear este proyecto con รฉl, ya que conocรญa su trabajo y creรญa que era la persona idรณnea para llevarlo a buen puerto.
No elegรญ este libro precisamente por su portada; lo que me llama la atenciรณn de estos ejercicios de obras-libro es cรณmo la manipulaciรณn del objeto es indispensable para la lectura, ya que vuelve al lector un cรณmplice del proceso creativo de la obra. Al girar los discos aparecen una serie de textos a travรฉs de ventanas que se complementan entre sรญ y, al girarlos otra vez, surge un nuevo fragmento. Los cuatro objetos circulares realizados por Rojo no son solo el vehรญculo o contenedor de la poesรญa, sino que forman parte de la materia del poema. Los poemas se acompaรฑan de colores vivos, figuras geomรฉtricas y trazos pictรณricos caracterรญsticos de su obra.
Diez aรฑos despuรฉs, en 1978, Rojo le pedirรญa a los lectores de la revista Artes visuales โen una nota manuscritaโ que hicieran su propia portada. Con estos ejercicios conceptuales, el artista demuestra una visiรณn audaz del libro donde las obras estรกn incompletas, y es solo en el momento de la lectura cuando pueden ser completadas.
5. Las batallas en el desierto, Josรฉ Emilio Pacheco, Ediciones Era, 1981
Vicente Rojo, Josรฉ Azorรญn y los hermanos Neus, Jordi y Quico Espresate โamigos y colaboradores de Imprenta Maderoโ fundaron la editorial Era en 1959, despuรฉs de que Rojo sugiriera aprovechar los tiempos muertos de la imprenta. En Era, Rojo se desempeรฑรณ como director artรญstico y miembro del consejo editorial.
Esta casa publicรณ Los elementos de la noche (1963), el primer libro de Josรฉ Emilio Pacheco, quien despuรฉs dirรญa, bromeando, sobre Rojo: โhe escrito casi todos los libros para que รฉl haga las portadasโ. En 1980, el escritor publicรณ Las batallas en el desierto en el suplemento Sรกbado del diario Unomรกsuno, acompaรฑado de una serie de ilustraciones de Rojo. Un aรฑo despuรฉs, el libro se publicรณ en Ediciones Era.
Rojo tomรณ como inspiraciรณn los barridos de color de carteles populares que veรญa en la Ciudad de Mรฉxico, y aplicรณ ese recurso en diversos impresos. En esta portada se ve un ensamble fotogrรกfico que incluye un retrato en alto contraste de Rita Hayworth, sentada en un tambor. Las batallas en el desierto aรบn se publica con una portada muy similar.
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Vicente Rojo fue un personaje clave de la cultura visual en Mรฉxico desde la segunda mitad del siglo XX. Por mรกs de sesenta aรฑos, su trabajo atravesรณ por cambios tecnolรณgicos, comenzando con tipos mรณviles, linotipos y rotograbado, para despuรฉs pasar a la fotocomposiciรณn y a la impresiรณn offset. Rojo creรณ un lenguaje propio, potente y reconocible, integrando la tipografรญa y el color en composiciones memorables; y usando recortes de papel rasgado y grabados antiguos que coloreaba, intervenรญa y resignificaba. A mediados de la dรฉcada de los ochenta, Rojo disminuyรณ su labor de diseรฑo, para concentrarse en la pintura y la escultura.
Respecto a su obra, decรญa Josรฉ Emilio Pacheco: “cada una de sus obras es un objeto de belleza y una fuente de placer que niega por un instante la fealdad sin lรญmites que nos rodea por todas partes en la capital mรกs horrible del mundo”.
Adiรณs, Vicente, y gracias por tanto.