Un coche segรณ la vida del escritor Ignacio Padilla (Ciudad de Mรฉxico, 1968-Querรฉtaro, 2016) cuando circulaba hacia la capital mexicana hace dos aรฑos. La tragedia fue un duro golpe para sus lectores, familiares y amigos. Entre ellos, Jorge Volpi, que habรญa sido su compaรฑero de filas literarias, amigo desde que se conocieran en el colegio a los 16 aรฑos en un concurso de cuentos, colega de doctorado en la Universidad de Salamanca y cofundador junto a Padilla en los noventa del Crack, el รบltimo movimiento literario y generacional latinoamericano. Tan cercana era su amistad que Nacho โcomo le llamaban sus amigos y prรกcticamente todo el mundoโ le habรญa pedido todavรญa en vida que fuera el albacea de su obra. โMรกs que una obligaciรณn, es algo que hago con gusto, y si hubiera sido al revรฉs, รฉl tambiรฉn lo hubiera hechoโ, dice ahora Volpi, que reconoce que le echa de menos. โEra un gran amigo y alguien con quien estar contrastรกndose y en diรกlogo. Eso me hace faltaโ, sostiene.
A la muerte de Padilla, Volpi descubriรณ que su amigo se habรญa dejado en el ordenador varios cuentos sin publicar. Eran los รบltimos en los que estaba trabajando. Algunos se los habรญa enviado en un archivo al editor de Pรกginas de Espuma, Juan Casamayor. Volpi los leyรณ y contrastรณ con el editor para ver cuรกles eran las versiones mรกs acabadas, y de ahรญ surgiรณ Lo volรกtil y las fauces (Pรกginas de Espuma), volumen que ahora se publica y que cierra la tetralogรญa de cuentos que Padilla llamaba Micropedia y que contiene tambiรฉn los libros Las antรญpodas y el siglo, El androide y las quimeras y Los reflejos y la escarcha.
Estos cuatro volรบmenes forman el ambicioso proyecto cuentรญstico que el escritor fallecido habรญa concebido dos dรฉcadas atrรกs, cuando aรบn era un estudiante en Salamanca. Tiempos en los que Padilla y Volpi aรบn discutรญan por la fe religiosa del primero, que solรญa ser un habitual en las misas de la Iglesia. โLo sorprendente de todo el proyecto es que hay cuentos muy recientes y otros que son de hace mรกs de veinte aรฑos, y no hay evoluciรณn, sino un larguรญsimo aliento de algo pensado desde hace mรกs de veinte aรฑosโ, explica Volpi. Asรญ, en estos relatos se puede encontrar de nuevo ese mundo imaginario de Padilla en el que basculan la ficciรณn y la no ficciรณn, lo real y el bestiario con dragones tricรฉfalos, murciรฉlagos en llamas, araรฑas, avispas y serpientes. โA รฉl siempre le interesaron mucho los bestsellers medievales, y Borges, y querรญa hacer su contribuciรณn a este mundo con estos relatosโ, explica su amigo, que ve el รบltimo volumen como โuna sรญntesis muy inesperada entre Borges y Garcรญa Mรกrquezโ.
Tambiรฉn estรก presente esta fe catรณlica, si bien, segรบn Volpi, la fue perdiendo con los aรฑos, ya que โse desencantรณ de la Iglesiaโ. Pero en su literatura queda โtodo lo que tiene que ver con el bien y el mal, una idea un poco maniquea sobre el mundoโ, asegura el autor de Una novela criminal. Un universo, no obstante, muy en lรญnea con las propuestas del manifiesto de fundaciรณn del crack, el movimiento que creรณ con Volpi y en el que pretendรญan cierto ajuste de cuentas con el boom y el realismo mรกgico que tan bien habรญa exportado Gabriel Garcรญa Mรกrquez. โNo era realmente un enfrentamiento con el realismo mรกgico. Nosotros admirรกbamos mucho a Garcรญa Mรกrquezโ, se apresura a corregir Volpi, pero reconoce que era una รฉpoca en la que โestรกbamos cansados de tener que imitarle por fuerza y para tener atenciรณn fuera de Amรฉrica Latina. Y el crack terminรณ por tener razรณn. Hace veinte aรฑos nos preguntaban todo el rato por quรฉ un escritor mexicano no escribรญa sobre Mรฉxico, y ahora eso se ha vuelto ya mรกs naturalโ.
Padilla escribรญa de monstruos y fantasรญa envuelta en un halo que podรญa resultar siempre verosรญmil. Y tenรญa la fuerza y la ambiciรณn que planteaba el Crack desde que decidiera dar impulso a este proyecto de la Micropedia. โQuizรก esto es lo que queda del Crack. Esa ambiciรณnโ, sostiene Volpi para el que aquella amistad grupal โera la forma de gestionar nuestra propia competencia. Despuรฉs el espรญritu de grupo se fue perdiendo por un individualismo extremo muy neoliberal que ya empezรณ en los noventaโ.
Aquella dรฉcada pasรณ y Padilla, sin dejar de lado los relatos, tambiรฉn incursionรณ por territorios como el de la novela, con la que consiguiรณ sugestivos รฉxitos como el premio Primavera con Amphitryon (2000), y ensayos como El diablo y Cervantes, La isla de las tribus perdidas, que fue premio Casa de Amรฉrica (2010) o Cervantes y Compaรฑรญa. โEra un gran cervantista. Se sabรญa el Quijote de memoria, y el lenguaje de Cervantes y el del Siglo de oro es la base para la reelaboraciรณn de su propio estiloโ, explica Volpi sobre esta obsesiรณn que su amigo tenรญa con el escritor complutense.
Padilla tambiรฉn coqueteรณ con el poder en la รฉpoca de Felipe Calderรณn. Ya era un autor muy premiado y reconocido en Mรฉxico cuando fue nombrado para dirigir el proyecto de la Biblioteca Vasconcelos. Sin embargo, no fue una buena etapa y debido a las irregularidades que tenรญa la estructura del edificio acabรณ dimitiendo. ยฟQuรฉ postura tendrรญa hoy el escritor ante los cambios polรญticos de su paรญs? Volpi cree que, aunque era mรกs conservador, โal final hubiera votado por Lรณpez Obrador, ya que en los รบltimos aรฑos habรญa cambiado en ese aspecto. Pero hubiera sido muy escรฉptico con su gobiernoโ.
Entre aquellos cuentos que Padilla dejรณ en el ordenador tambiรฉn se encontraba una novela y un ensayo, que todavรญa permanecen inรฉditos. Volpi pretende recuperarlos para el aรฑo que viene. Dos obras que ayudarรกn a impulsar la figura de un autor โapreciado por muchos lectores, pero que me merece todavรญa mucho mรกs reconocimientoโ, aรฑade su amigo. Se fue demasiado pronto.
es periodista freelance en El Paรญs, El Confidencial y Jotdown.