Este artรญculo forma parte de la serie Fantasmagorรญas del pasado: el humanismo.
En Humanismo y crรญtica democrรกtica, Edward Said se inclina por una lectura apasionada no solo de la literatura, sino de la multiplicidad de signos que entendemos por cultura; el humanismo es una amplia e inclusiva conversaciรณn sobre el pasado y el presente desde las mรกs variadas lรญneas histรณricas.
La palabra pasiรณn significa un grado superlativo de involucramiento con el mundo desde una emociรณn inevitable, la catapulta que lanza la interrogante que inicia el viaje al conocimiento, siguiendo a Eugenio Trรญas en Tratado de la pasiรณn. El cuerpo, centro del feminismo, estรก implicado: somos la contingencia histรณrica de nuestra piel joven o vieja con determinado color, nuestro gรฉnero que nos constituye desde el nacimiento, la nacionalidad tan inevitable como tener un sexo, las posibilidades reales que nos ofrece el azar de la clase social y de la familia. Pero la vida no acaba en tal contingencia. Si termina en ella, se incumple la promesa de la modernidad, una carta sin destino cierto que sigue recorriendo el planeta con un mandato: no resignarnos.
Contra la resignaciรณn escribe Rosi Braidotti El conocimiento posthumano. Recoge el guante lanzado por lo que llama โneohumanismosโ: el clรกsico, representado por el pensamiento de Martha Nussbaum; el poscolonial, que en Latinoamรฉrica tiene exponentes como Rita Segato, Luis Villoro y Walter Mignolo y en la India a Homi Bhabha y Gayatri Spivak; el โqueerโ, inspirado en Judith Butler; y el crรญtico, del cual Edward Said es un perfecto exponente. Braidotti menciona el tema de los โneohumanismosโ de pasada, pero vale la pena detenerse: significan una superaciรณn del humanismo centrado en el sujeto masculino sobresaliente intelectualmente y dueรฑo de su destino, que marca al humanismo renacentista europeo con un sello de distinciรณn, elite y aristocratismo, cuyos exponentes contemporรกneos mรกs interesantes son el polรฉmico Harold Bloom y el muy agudo Marc Fumaroli.
Mรกs que diferencias, entre Nussbaum y Butler hay abismos filosรณficos y polรญticos. Coinciden partiendo de la perspectiva feminista en descentrar el humanismo, tema comentado en artรญculos anteriores, para liberar su potencial polรญtico y รฉtico de cara al presente. En la ruta de los primeros libros de Butler, los gรฉneros exhiben sus lรญmites en el cambio de los roles y la fluidez se impone como horizonte dentro de las juventudes de las democracias liberales, mรกs o menos en crisis, alrededor del mundo. La preservaciรณn de โoccidenteโ en tรฉrminos de cรกnones de lectura, arte y pensamiento, estilo Bloom y Fumaroli, no resulta suficiente, aunque tales cรกnones no pueden obviarse porque nos han formado para bien y para mal, y deberรญan ser contemplados desde la perspectiva de quienes no han tomado parte en su constituciรณn, como bien lo expone el pensamiento poscolonial.
Braidotti recoge el guante, como se dijo anteriormente: el โhombreโ como sinรณnimo de especie debe ser superado porque la cuarta revoluciรณn tecnolรณgica y la crisis ambiental asรญ lo exigen. En lugar de los binomios cuerpo y mente, hombre y mujer, natural y artificial, considerados ruinas del pasado, hemos de entender nuestra condiciรณn hรญbrida como el destino inevitable que ha impuesto el mundo global. Hablar de especie, los sapiens, no define ni ha definido lo humano pero, se indica en el libro citado, la pregunta se ha complicado: ยฟquiรฉn y quรฉ cuenta como humano hoy en dรญa? Aunque de manera irรณnica y juguetona Braidotti aclara que ella no es un robot, el horizonte cyborg ya es el nuestro, como lo demuestran los telรฉfonos inteligentes.
La condiciรณn posthumana viene dada por la crรญtica a la nociรณn del hombre como medida de todas las cosas y superior jerรกrquico respecto a otras especies. La pregunta de si se es o no un robot desbordรณ el marco de la ciencia ficciรณn y llegรณ para quedarse. Convive con la interrogante clave de las nuevas generaciones, la sobrevivencia al cambio climรกtico y la capacidad para consumir en el marco de un capitalismo que ha excedido su sostenibilidad. Quiรฉnes somos de cara a los que nos toca, quiรฉnes somos โnosotrosโ. El posthumanismo, sigue Braidotti en El conocimiento posthumano,implica pensar la respuesta a esta interrogante desde el afecto y la audacia intelectual, con una postura รฉtica. Cito: โes importante que seamos dignos de nuestros tiempos para poder actuar mejor sobre ellos, de manera tanto crรญtica como creativa. De lo que se desprende que deberรญamos acercarnos a nuestras contradicciones histรณricas no como a una carga molesta, sino mรกs bien como a las piezas fundamentales de un presente sostenible y de un futuro afirmativo y esperanzador, aunque este enfoque demande algunos cambios drรกsticos en relaciรณn a nuestras mentalidades corrientes y el conjunto de nuestros valores establecidos.โ
La รฉtica afirmativa de la autora nos lleva de nuevo a Edward Said en Humanismo y crรญtica democrรกtica: quรฉ debe permanecer del humanismo, retado por un presente cualitativamente distinto al horizonte que permitiรณ la emergencia de la educaciรณn universitaria masiva, el Estado de bienestar y la democracia liberal. Adalid del estudio de la literatura y amante del arte y la mรบsica europeos de los รบltimos siglos (con pasionales contradicciones, como bien lo expresa su demasiado alabado texto Orientalismo), Said propone una โmetodologรญaโ de lectura profunda opuesta a la dispersiรณn de la atenciรณn intelectual de nuestro tiempo, una intervenciรณn pรบblica cuyo horizonte รฉtico son los derechos humanos.
No es ingenuidad de profesor de literatura su empeรฑo: la tecnologรญa ofrece posibilidades de traducciรณn, comparaciรณn, relectura e investigaciรณn que no han perdido su capacidad de entender la variedad de textos que componen las humanidades y la educaciรณn formal. El pasado muy bien puede convertirse en posibilidad de entendimiento del presente y el futuro, pero queda una interrogante pendiente para un prรณximo artรญculo de esta serie: ยฟtal โmetodologรญaโ interesa al posthumanismo? ยฟLos derechos humanos son el horizonte รฉtico al que debemos aspirar?
Escritora y profesora universitaria venezolana. Su รบltimo libro es Casa Ciudad (cuentos). Reside en la Ciudad de Mรฉxico.