Reinaldo Arenas
Libro de Arenas. Prosa dispersa (1965-1990)
Ediciรณn de Enrico Mario Santรญ y Nivia Montenegro
Mรฉxico, dge Equilibrista/Conaculta, 2014, 420 pp.
El Libro de Arenas reรบne prosas miscelรกneas del escritor cubano Reinaldo Arenas (1943-1990) que, despuรฉs de su muerte, no habรญan encontrado lugar en ninguna publicaciรณn. Se trata de reseรฑas, prรณlogos, cartas, entrevistas, artรญculos polรฉmicos, cuentos tempranos y comentarios sobre su propia obra, agrupados en siete secciones arbitrarias: “Yo”, “Literatura”, “Otra vez el mar”, “Mariel”, “En contra”, “Prรณlogos” y “Cartas”. Quizรก sea la elecciรณn de este criterio semรกntico de agrupaciรณn, por encima de uno estrictamente cronolรณgico, uno de los reclamos que podrรญamos hacerle a la ediciรณn a cargo de Nivia Montenegro y Enrique Mario Santรญ: su lectura resulta muchas veces en una completa desorientaciรณn temporal, dado que ademรกs la informaciรณn bibliogrรกfica, en lugar de acompaรฑar al texto, se reserva para un anexo al final del libro. Otro: la ridรญcula cantidad de erratas que ensucia insistentemente la lectura.
No es el Libro de Arenas un libro para neรณfitos. Los cuentos que aquรญ se presentan pertenecen a la etapa inicial de Arenas e interesan en tanto anticipan ciertos aspectos de su obra posterior. Sin un conocimiento mรกs o menos cabal de la obra, por otra parte, es imposible disfrutar de algunos de los mejores textos de la antologรญa, como “Celestino y yo” –reflexiรณn sobre la infancia y la poesรญa al tiempo que anรกlisis profundo de su primera novela– o “Humor e irreverencia” –suerte de summa artรญstica y vital de Arenas. Los artรญculos polรญticos escritos en el exilio estรกn compuestos con evidente prisa, como si Arenas no los considerara mรกs que dardos polรญticos pertenecientes al momento; su lectura resulta en ocasiones cansada.
Pero si los textos que conforman el Libro de Arenas, con algunas notables excepciones, tienen poco que agregar al valor poรฉtico de su obra, son otros los placeres que puede encontrar aquรญ el lector interesado en la vida y la obra de Reinaldo Arenas. Creo que uno de ellos es, por decirlo asรญ, el placer de “ponerle cara” a ciertos documentos que fueron de gran importancia en la vida del autor y que conocemos por su autobiografรญa, Antes que anochezca. Asรญ, la lectura de “Los zapatos vacรญos”, primer cuento reconocido por Arenas, parco en valor literario, nos emociona porque nos ayuda a recrear nuevamente una escena ya conocida: Arenas recitando el cuento reciรฉn escrito frente a un comitรฉ de la Biblioteca Nacional, impresionรกndolos, recibiendo una carta de Eliseo Diego a la maรฑana siguiente. Ademรกs, dado que la palabra fue siempre para Arenas, dentro y fuera de la Cuba castrista, el acto supremo de rebeliรณn, El libro de Arenas nos permite presenciar algunos de sus actos polรญticos mรกs significativos. Tal es el caso de la “Carta abierta a Fidel Castro”, que escribe junto con el pintor Jorge Camacho y que consideraba uno de sus grandes triunfos sobre al castrismo, al recibir el apoyo de mรกs de doscientos intelectuales pidiendo un plebiscito a Fidel Castro.
“Debo dar gracias, sin embargo, al cielo porque en los รบltimos aรฑos me concediรณ el privilegio de padecer un enemigo siniestro.” Leer a Reinaldo Arenas, en efecto, es leer la historia de los odios de Reinaldo Arenas –Arenas escribe siempre en contra de–. En primer lugar, sรญ, en contra de la dictadura castrista, pero tambiรฉn, y de manera mรกs profunda, en contra de las formas mรกs universales de la represiรณn y la injusticia: la soledad, la incomprensiรณn, el paso del tiempo, la muerte. El Libro de Arenas nos permite ahondar en muchas de las polรฉmicas que configuraron su vida. Quizรก de entre todas ellas –su desprecio por el intelectual de izquierda (entendida la izquierda como procomunismo), por el machismo latinoamericano, por los premios literarios–, la mรกs importante e interesante, la mรกs trascendente, es la que lo enfrentรณ al discurso oficial cubano en torno a la naturaleza y el significado de la literatura cubana. Las respuestas de Arenas a la tesis oficialista de que no puede existir una verdadera literatura cubana en el exilio son algunos otros de los textos memorables de la antologรญa. En ellos, Arenas no solo afirma la posibilidad de una literatura cubana del exilio, sino que, despuรฉs de un repaso histรณrico y literario, postula el desarraigo como una caracterรญstica definitoria de la literatura cubana. Se trata de piezas valiosas y valientes en los que Arenas despliega en igual medida una profunda comprensiรณn de la condiciรณn del exiliado, una gran generosidad para con la obra de sus predecesores y contemporรกneos y, sobre todo, un verdadero amor por la que considera la tradiciรณn autรฉntica de su paรญs.
“Lo que nos sorprende cuando encontramos en el tiempo, en cualquier tiempo, a un personaje autรฉntico, desgarrador, es precisamente su intemporalidad, es decir, su actualidad; su condiciรณn de infinito”, dice Arenas en el prรณlogo a El mundo alucinante. El escritor cubano no fue solo capaz de crear varios de estos personajes, sino que con el tiempo se convirtiรณ รฉl mismo en uno de ellos: imperecedero, inolvidable. El Libro de Arenas representa una suerte de anexo a ese gran libro –vital y rabioso– que son tanto su vida como su obra. Mรกs allรก de sus defectos, debemos agradecerle rescatar del silencio esa voz tan autรฉntica, tan cubana, que supo que en el mundo de hoy “el precio por decir dos o tres verdades no serรก ya el de la oscura celda y la obligada autotraiciรณn, aunque, sรญ, quizรกs, el del benรฉfico olvido”. ~
(Mรฉrida, 1988) es crรญtico literario. Ganador del segundo concurso de crรญtica convocado por Letras Libres