Enrique Vila-Matas
Una vida absolutamente maravillosa. Ensayos selectos
EdiciĂłn al cuidado de Andreu Jaume, Barcelona, Debolsillo, 2011, 560 pp.
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El viajero mĂĄs lento. El arte de no terminar nada
Barcelona, Seix Barral, 2011, 224 pp.
En “Gombrowicz en seis horas y cuarto” Enrique Vila-Matas recuerda que en sus comienzos “no querĂa ser como Juan Benet o SĂĄnchez Ferlosio. QuerĂa ser un escritor no-español, y a ser posible raro y del paĂs mĂĄs extraño que encontrara”. Naturalmente, el autor de El mal de Montano ha conseguido convertirse en ese escritor, y en la actualidad habita un paĂs que lleva su nombre y del que es el principal habitante (aunque no el Ășnico), un paĂs al que se accede exclusivamente mediante la lectura.
En ese sentido, Juan Villoro recuerda en un artĂculo de 2005 publicado posteriormente en Vila-Matas portĂĄtil (Candaya, 2007) que la estĂ©tica del autor de Dublinesca “depende en primera y Ășltima instancia de la lectura” y que “resulta casi imposible asomarse a Nabokov, Kafka, Walser, Gombrowicz o Pessoa desde el mirador de la narrativa hispĂĄnica sin revisarlos al modo de Vila-Matas”. La observaciĂłn de Villoro no es accesoria, sino que apunta a caracterĂsticas esenciales de la obra no solamente ensayĂstica del escritor español, como su celebraciĂłn de la lectura y su concepciĂłn del autor como alguien decidido no a inventar sino a dar cuenta de sus descubrimientos; la literatura hispanohablante debe a Jorge Luis Borges y posteriormente a Enrique Vila-Matas la ampliaciĂłn del repertorio de posibilidades que resulta de esa concepciĂłn. Al igual que Borges, el autor de Suicidios ejemplares ha hecho pasar tĂmida y cortĂ©smente buena parte de sus hallazgos por las citas de autores heterogĂ©neos que conforman una singular biblioteca Ăntima y se ha dedicado a promover esa biblioteca con entusiasmo. Vila-Matas parece haber encontrado muy pronto un estilo idĂłneo para ello, compuesto de anĂ©cdotas inventadas, atribuciones errĂłneas y situaciones disparatadas y posiblemente falsas que le permiten abordar cuestiones complejas vinculadas con la literatura (la desapariciĂłn del autor, la preponderancia del proyecto, la tarea del lector, los vĂnculos entre ficciĂłn y realidad, etcĂ©tera) de una manera nada solemne; en ese sentido, su obra ensayĂstica adquiere una forma zigzagueante y fingidamente casual que recuerda mucho al gĂ©nero francĂ©s de la “causerie” por su brevedad y su humorismo pero carece de su carĂĄcter circunstancial, ya que, como demuestran los ensayos selectos de Una vida absolutamente maravillosa, esa obra ensayĂstica anticipa temas y argumentos de la obra ficcional del autor (si es que ambas pueden deslindarse) y la explica. Un ejemplo escogido al azar es el del pequeño ensayo “El bolsillo secreto”: aquĂ Vila-Matas recuerda un pasaje de La ocupaciĂłn del suelo, de Jean Echenoz, a continuaciĂłn menciona una fotografĂa de la casa natal de Georges Perec, luego una cita de GĂ©rard de Nerval, mĂĄs tarde evoca un sueño, despuĂ©s cita a Edmond JabĂ©s y a continuaciĂłn recuerda el bolsillo secreto que los judĂos conversos llevaban en un pliegue de la manga izquierda y en el que apuntaban sus plegarias esenciales, lo que lo lleva a regresar a La ocupaciĂłn del suelo y a concluir con la que es la idea central del texto, la de que ciertos libros “son escritos para bolsillos secretos” (p. 26).
Una vida absolutamente maravillosa tiene algo mĂĄs de quinientas pĂĄginas y en ella los textos (extraĂdos de libros como El traje de los domingos de 1995, Para acabar con los nĂșmeros redondos de 1997, Desde la ciudad nerviosa de 2000 y El viento ligero en Parma de 2004, y de publicaciones como Babelia y Letras Libres) poseen mayoritariamente esa forma, lo que otorga a la selecciĂłn un carĂĄcter inevitablemente monĂłtono, pero esta es la Ășnica pega que se le puede poner al volumen, ya que, por una parte, reĂșne textos imprescindibles del autor español que permanecĂan dispersos hasta el momento y, por otra, estĂĄrepleto de hallazgos: la historia del doble de Guy de Maupassant, la del asalto a Notre Dame de ParĂs por el letrista Michel Mourre, la de la extraordinaria fortuna final de obras literarias que alguna vez estuvieron a punto de titularse “Trimalchio en West Egg”o “Pansy”, un gran chiste de Bohumil Hrabal, los encuentros entre Franz Kafka y el matrimonio Nabokov en el tranvĂa, la historia del continuador del novelista ficticio Jack Torrance, el impulso inicial para la escritura de Bartleby y compañĂa o el vĂnculo entre la literatura y el alcohol.
Que Una vida absolutamente maravillosa es uno de los textos fundamentales de la obra de Enrique Vila-Matas queda tambiĂ©n de manifiesto en la medida en que permite conocer mĂĄs profundamente la biblioteca personal del autor y su interĂ©s por ciertas literaturas nacionales: por las pĂĄginas de esta ediciĂłn al cuidado de Andreu Jaume circulan autores como los mencionados por Villoro, pero tambiĂ©n Raymond Roussel, Gustave Flaubert, James Joyce, Louis-Ferdinand CĂ©line, CĂ©sar Aira, Paul Auster, PĂo Baroja, Samuel Beckett, Walter Benjamin, Adolfo Bioy Casares, Maurice Blanchot, Roberto Bolaño, Jorge Luis Borges, Anthony Burgess, AndrĂ©Breton, Italo Calvino, Ălvaro de Campos, Elias Canetti, Truman Capote, AntĂłn ChĂ©jov, Julio CortĂĄzar, Charles Dickens, Marcel Duchamp, Roland Barthes, Jules Renard, Marguerite Duras, William Faulkner, Macedonio FernĂĄndez, Gabriel GarcĂa MĂĄrquez, RamĂłn GĂłmez de la Serna, Graham Greene, Ernest Hemingway, Patricia Highsmith, Georg Christoph Lichtenberg, Claudio Magris, StĂ©phane MallarmĂ©, Katherine Mansfield, Michel de Montaigne, Augusto Monterroso, Dorothy Parker, Octavio Paz, Ricardo Piglia, Sergio Pitol, Edgar Allan Poe, Marcel Proust, Arthur Rimbaud, Alejandro Rossi, Francis Scott Fitzgerald, W. G. Sebald, Stendhal, Laurence Sterne, Italo Svevo, Antonio Tabucchi, RamĂłn MarĂa del Valle-InclĂĄn, Oscar Wilde y Bruno Schulz, algunos de los cuales los lectores que nos formamos en la dĂ©cada de 1990 descubrimos gracias a Ă©l. Una vida absolutamente maravillosa viene a probar que (contra lo que podĂa creerse) el interĂ©s de Vila-Matas como lector no se limita a la literatura francesa, sino que se extiende a la hispanoamericana, la alemana y la italiana y (al igual que El viajero mĂĄs lento: el arte de no terminar nada de 1992, republicado estos dĂas por Seix Barral y tambiĂ©n relevante, aunque carezca de notas y de Ăndice onomĂĄstico) tambiĂ©n a dar cuenta de un territorio enorme al tiempo que Ăntimo que forma parte de la geografĂa personal de quienes somos sus lectores. ~
Patricio Pron (Rosario, 1975) es escritor. En 2019 publicó 'Mañana tendremos otros nombres', que ha obtenido el Premio Alfaguara.