La vegetariana, de la surcoreana Han Kang, publicada en 2017 por la desaparecida editorial :Rata_ en castellano y catalรกn, supuso un hit, una primera novela receptora inmediata el รฉxito de crรญtica, audiencia, premios y agentes internacionales. Los tรญtulos sucesivos, Actos humanos, Blanco, La clase de griego, resultaron propuestas firmemente construidas en torno a la rebeliรณn estudiantil de 1980 en Gwangju, el duelo y las consecuencias de la violencia de gรฉnero que consolidaron la atenciรณn ante una obra de trayectoria en sentido creciente, incluso fulgurante, como una flecha lanzada desde un punto prรณximo a Seรบl que justo el 10 de octubre de 2024 clava y se adjudica ante el mundo el anuncio del Premio de literatura de la Academia Sueca, en el centro de Estocolmo.
En trazo grueso podrรญa sintetizarse que Hang Kang elabora una literatura de impacto, mรกxima eficacia. Tal vez por proceder de una sociedad altamente patriarcal, jerรกrquica y controladora del cuerpo femenino, asรญ como de quienes incumplan las exigencias contemporรกneas de perfecciรณn o funcionalidad, la autora ofrece a la comunidad lectora global lo que dicha comunidad desea; novelas con poesรญa y belleza de direcciรณn รบnica y unรญvoca, esto รบltimo en el sentido de incontestable.
En La vegetariana, cuya acogida en 2007 en su paรญs de origen recibiรณ duras crรญticas, alguien podrรญa perder el aliento tratando de comprender a Yeonghye, la protagonista dotada de una fuerza de voluntad, o mejor dicho de una fuerza monstruosa, que aboca a escenas insรณlitas de intensidad variable en las que prima la sensaciรณn de estar contemplando autรฉnticas alegorรญas, obras de arte que podrรญan ocupar las incomparables salas de la Tate o el MOMA.
โAntes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensรฉ que fuera una persona especial.โ En la primera oraciรณn, con voz del marido convencido de tenerlo todo controlado, se concentra la disidencia silenciosa, la rebeliรณn domรฉstica que se va expandiendo al contexto social que la nada frรกgil Yeonghye, alguien que funciona siguiendo los desรณrdenes o fantasรญas de sus sueรฑos, abandera hasta extremos tan radicales que la conducen al pabellรณn psiquiรกtrico; aunque no para quedarse sino para trascenderlo rumbo a su verdadera metamorfosis, el despojamiento de sรญ misma, la dolorosa y exultante transformaciรณn en รกrbol y en bosque, en savia, en la hรบmeda y humectante vida vegetal.
โSegรบn lo que he podido observar hasta ahora, la evoluciรณn de la paciente es buena. Aunque todavรญa no pueda reintegrarse en la vida social, el apoyo de la familia la ayudarรก a recuperarse.โ ยฟVida social, reintegrarse, para quรฉ? La protagonista renuncia progresiva, decididamente y sin mediar mรกs explicaciรณn que las imรกgenes onรญricas, a esa monstruosidad llamada civilizaciรณn. Al horror global opone, o mejor dicho planta, el horror verde. No se trata tan solo de vegetarianismo contra la humanidad carnicera, mรกs bien se apunta a la destrucciรณn de todo el montaje supuestamente civilizatorio y su consiguiente regresiรณn al estado tierra.
En cรณdigos realistas, contra todo ese entramado donde el logos antropocรฉntrico y el estado de la economรญa delimita lo que sรญ y lo que no es social y polรญticamente correcto, se dirรญa que Han Kang escribiรณ este horror verde interseccionado con un ecofeminismo radical, con el acierto aรฑadido de dominar, saber dosificar uno de los ingredientes principales de la cultura global que mรกs engancha y vende, la estรฉtica del morbo. Hay escenas de sexo expuesto como una performance, con cuerpos desnudos pintados de flores, suculentos colores y pรฉtalos que son grabados por y para el goce de Yeonghye y de su cuรฑado videoartista.
Donde la academia sueca destaca su โintensa prosa poรฉtica que afronta traumas histรณricos y expone la fragilidad de la vida humanaโ, cabrรญa considerar la sustituciรณn de la palabra โfragilidadโ por โbestialidadโ, y desde ahรญ la mirada de la autora surcoreana, cuyas primeras publicaciones fueron poemarios, tal vez siga en el filo de la navaja y de la noticia. La designaciรณn del Premio Nobel a Hang Kang, que algunos medios han calificado de sorprendente nada mรกs dictarse, arroja de paso una buena rรกfaga de atenciรณn sobre las letras de su geografรญa, entre las que destacan autoras de interรฉs complementario recientemente traducidas a nuestro idioma, como Cho Nam-choo y Kim Hye-jin; ambas priorizan el tratamiento realista de los conflictos de la gente comรบn en su entorno, familiar, laboral, dentro de una sociedad canceladora en extremo.
es escritora y dibujante. En 2011 publicรณ Una habitaciรณn impropia (Caballo de Troya)