IlustraciĆ³n: Letras Libres. Foto: Rodrigo FernĆ”ndez, CC BY-SA 4.0 , via Wikimedia Commons

Yolanda Pantin, la voz de un paĆ­s devastado

La poeta venezolana, recientemente galardonada con el Premio Internacional de PoesĆ­a Federico GarcĆ­a Lorca 2020, ha explorado la tesitura de su voz en registros amplĆ­simos y a travĆ©s de temĆ”ticas tan diversas como el amor, el arte, la formulaciĆ³n de su poĆ©tica o los viajes.
AƑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Ustedes
perdieron un paĆ­s
dentro de ustedes.
(Yolanda Pantin, ā€œExilioā€, en PaĆ­s)

 

La venezolana Yolanda Pantin (1954) ganĆ³ el pasado octubre el Premio Internacional de PoesĆ­a Federico GarcĆ­a Lorca 2020 por su trayectoria literaria. Se une asĆ­ a una extraordinaria galerĆ­a en la que comparte lugar con su connacional Rafael Cadenas, ademĆ”s de poetas estelares como JosĆ© Emilio Pacheco, TomĆ”s Segovia, JosĆ© Caballero Bonald, Fina GarcĆ­a Marruz, Pablo GarcĆ­a Baena, Eduardo Lizalde, Rafael GuillĆ©n, Ida Vitale, Pere Gimferrer y DarĆ­o Jaramillo Agudelo. No es su primer premio de altura internacional, pues ya ha recibido el Casa de AmĆ©rica de PoesĆ­a 2017 con su libro Lo que hace el tiempo (Madrid, Visor, 2017), ademĆ”s del Premio Poetas del Mundo Latino VĆ­ctor Sandoval 2015, que otorga el Seminario de Cultura Mexicana de la UNAM, concedido igualmente por su trayectoria. Poeta, dramaturga, biĆ³grafa, editora y fotĆ³grafa, Pantin, de prolĆ­fica y diversa obra, solo es comparable con el mencionado Cadenas y se mide con las voces actuales mĆ”s relevantes en lengua castellana.

Desde Casa o lobo (1981), su primer libro, despunta uno de los hilos conductores de su poesĆ­a: la presencia de la infancia en el universo rural transmutada en huella psĆ­quica de la naciĆ³n, experiencia humana trascendental y piedra de toque de una relaciĆ³n entraƱable con el mundo, plena de miedo, desesperanza, amor y arraigo. El poema ā€œEsta casa surge despacioā€ reza: ā€œSiempre, siempre, habĆ­a en los pasillos, en los corredores, en cada una de las columnas, habĆ­a en el zaguĆ”n un miedo acongojadoā€. Posteriormente, El hueso pĆ©lvico (2002) y PaĆ­s (2007), un libro cimero del siglo XXI venezolano, ahondan en esta inmersiĆ³n poĆ©tica en la historia. En el poema VII, perteneciente al primero, encontramos que ā€œPatria / son olores de la infancia, / un cierto grado / de la luz, / (…) Patria / es tu presente oscuro, / lo trivial que tambiĆ©n / te constituye. / Estas serĆ”n / tus banderasā€. Se trata de la ā€œpatriaā€ en una dimensiĆ³n opuesta al militarismo, la Ć©pica, la polĆ­tica e, incluso, a la magnificaciĆ³n de la belleza natural tan propia del imaginario de la migraciĆ³n venezolana, urbana en buena parte. La historia se fragua desde las voces de los muertos en diĆ”logo con los vivos, no desde el trĆ”fago brutal de la consigna y el vocerĆ­o ideolĆ³gico sin fin.

Pero desde su primer volumen de poesĆ­a hasta el mĆ”s reciente, Bellas ficciones (2019), la poeta ha explorado la tesitura de su voz en registros amplĆ­simos y a travĆ©s de temĆ”ticas tan diversas como el amor, el arte, la formulaciĆ³n de su poĆ©tica o los viajes. En Poemas del escritor (1989) el yo lĆ­rico se despersonaliza, se convierte en una abstracciĆ³n que nos recuerda que nuestras lĆ­neas se escriben sobre la vastedad de la lengua propia y de las demĆ”s lenguas. De este modo, el hombre o mujer poeta es apenas vehĆ­culo de la literatura, mĆ”s que su oficiante. Sin embargo, esta mirada sobre el acto de escribir es si se quiere un momento singular en la obra de Pantin, una suerte de pasajero recoger las velas luego de la exploraciĆ³n de la urbe y la cotidianeidad expresada en Correo de CorazĆ³n (1985). De este volumen sobresale ā€œVitral de mujer solaā€: ā€œ[…] Las mujeres solas tienen infinidad de miedos / terrores francamente nocturnos / los sueƱos de tales mujeres son / terremotos catĆ”strofes sociales / Una mujer sola reconoce a otra mujer sola de forma inmediata / llevan el mismo cuello airado / lo cual no quiere decir que no quieran a nadie mĆ”s que a sĆ­ mismas / esto es completamente falsoā€. Se afirma aquĆ­ una postura sobre la poesĆ­a en tanto ejercicio consciente de las diferencias que impone la vida en el mundo, el lugar en el que nos relacionamos desde nuestra condiciĆ³n de mujeres y hombres en medio de las contingencias de la sociedad y la historia. Queda muy clara tal consciencia en ā€œApuntes para una poĆ©tica (VersiĆ³n II, en contra de mĆ­ misma)ā€, texto que encontramos en La quietud (1998): ā€œ-las mujeres no queremos poetizar. Entiende: en sentido lĆ­rico / bastante nos poetizaronā€.

Este tema llevĆ³ a Yolanda Pantin a otros terrenos como la investigaciĆ³n y la ediciĆ³n. CompilĆ³, en colaboraciĆ³n con la narradora Ana Teresa Torres, una de las antologĆ­as mĆ”s importantes publicadas en Venezuela: El Hilo de la voz. AntologĆ­a crĆ­tica de escritoras venezolanas del siglo XX (2003). De esta fecunda colaboraciĆ³n entre escritoras contamos igualmente con el reciĆ©n publicado Viaje al poscomunismo (2020), crĆ³nica de un periplo por algunas repĆŗblicas bajo el dominio soviĆ©tico en el siglo XX, realizado en varias etapas entre el aƱo 2002 y 2012. Con crĆ³nicas de Torres y fotografĆ­as de Pantin, el texto recoge impresiones sobre lugares de tan antigua resonancia como Samarcanda (UzbekistĆ”n), por no hablar de Rusia o Ucrania.

No solo Visor ha publicado a Pantin en ediciones que se consiguen mĆ”s allĆ” de Venezuela, pues Pre-Textos publicĆ³ PaĆ­s (PoesĆ­a reunida 1981-2011). Con dos decenas de volĆŗmenes de poesĆ­a, mĆ”s su obra como dramaturga, sus biografĆ­as y compilaciones, Yolanda Pantin es la voz de un paĆ­s devastado en el que, como se lee en el poema ā€œZamuralā€ (de Lo que hace el tiempo, 2017): ā€œEstĆ”n los carroƱeros sobre Caracas./Secando.Secando./Secanā€.

+ posts

Escritora y profesora universitaria venezolana. Su Ćŗltimo libro es Casa Ciudad (cuentos). Reside en la Ciudad de MĆ©xico.


    × Ā 

    Selecciona el paĆ­s o regiĆ³n donde quieres recibir tu revista:

    Ā  Ā  Ā