La caída del muro de Berlín abrió una época optimista: regímenes opresivos daban paso a democracias, se derribaban fronteras y se extendía un espíritu de integración. Nuestro tiempo es más sombrío: vivimos en una nueva era de muros y aislacionismo, y aspectos del comunismo regresan, transformados o camuflados, en movimientos que desconfían de la democracia liberal. En este número Pardo analiza esa metamorfosis, Krastev y Holmes escriben sobre los cambios y desilusiones en Europa del Este y Sebestyen repasa los acontecimientos, las
sorpresas y la esperanza de 1989.