El escĆ”ndalo no ha muerto. Al contrario: parece que surgen nuevas formas de censura, y cada vez son mĆ”s frecuentes las peticiones de retirar obras de arte y los intentos de acallar voces que se consideran ofensivas. Estos esfuerzos represivos siempre se hacen en nombre de las buenas intenciones: antes partĆan de los conservadores, pero ahora tambiĆ©n surgen de sectores progresistas.