Ilustraciรณn: Luis Pombo

Academias para producir machos en Cuba

En los aรฑos sesenta cerca de treinta mil jรณvenes fueron internados en campos de trabajo forzado. Las vejaciones que tuvieron lugar en las UMAP, en nombre de la โ€œhigiene socialโ€, dan cuenta del componente homofรณbico de la Revoluciรณn cubana.
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Entre 1965 y 1968 el gobierno cubano emplazรณ, en la regiรณn central del paรญs, decenas de campos de trabajo forzado conocidos como Unidades Militares de Ayuda a la Producciรณn (umap), adonde fueron enviados alrededor de treinta mil hombres bajo la cobertura de la ley del Servicio Militar Obligatorio (smo). La estructura hรญbrida entre campos de trabajo y unidades militares sirviรณ para camuflar los objetivos reales del reclutamiento y desligar a las umap de la tradiciรณn del trabajo forzado. De este modo se podรญa justificar la organizaciรณn y la disciplina de tipo militar a que estaban sometidos los confinados. En noviembre de 2015 se cumplieron cincuenta aรฑos de que el rรฉgimen implementรณ este experimento.

Generalmente, los historiadores han evitado la investigaciรณn sobre las polรญticas estatales de control social basadas en el trabajo forzado, la concentraciรณn y el aislamiento de miles de ciudadanos en granjas creadas durante los aรฑos sesenta. Asimismo, han rechazado la utilizaciรณn de estos tรฉrminos, como si no aplicaran al caso del socialismo cubano, o su uso no fuera โ€œpolรญticamente correctoโ€. Por otra parte, los testimonios y narrativas producidas por exconfinados de las umap casi siempre han estado bajo sospecha. La fascinaciรณn por las barbas y los uniformes por parte de la prensa mainstream de Europa y Estados Unidos, conjugada con las poderosas imรกgenes construidas por la propaganda revolucionaria, habรญan opacado hasta hoy los testimonios de los exiliados cubanos sobre sus terribles vivencias en dichas unidades.

Esas historias pasaron a formar parte de un relato anticomunista al que supuestamente los exiliados tenรญan que acudir para poder sobrevivir fuera de Cuba. Al menos eso pensaba Ambrosio Fornet, uno de los intelectuales mรกs reconocidos en la isla, cuando en 1984 fue entrevistado por Gay Community News. Aunque reconociรณ que las umap fueron una suerte de โ€œacademia para producir machosโ€, Fornet criticรณ las visiones que sobre la represiรณn ofrecieron escritores y artistas cubanos exiliados en el documental Conducta impropia (1984) de Nรฉstor Almendros y Orlando Jimรฉnez Leal. De acuerdo con Fornet, la mayorรญa de los testigos que aparecieron en el filme mintiรณ sobre las umap y los escritores estaban diciendo โ€œlo que deben decir porque estรกn viviendo del anticomunismoโ€. โ€œLa idea de un Estado policial represivo que persigue personas es totalmente absurda y estรบpidaโ€, agregรณ.

Carnet expedido por el โ€œCentro Nacional de Informaciรณnโ€ vinculado a los Comitรฉs de Defensa de la Revoluciรณn (CDR) en los aรฑos sesenta. Este documento constituye una valiosa fuente para el estudio de la vigilancia y el control social y polรญtico en Cuba. En la esquina superior derecha del carnet se puede leer la palabra โ€œsecretoโ€ y tambiรฉn las instrucciones a los informantes. Estos debรญan comunicarse con el Centro al โ€œconocer todo hecho o indicio de actividad enemigaโ€ y usar una clave para mantener โ€œla clandestinidadโ€. Foto cortesรญa de Marรญa Antonia Cabrera Arus.

Las umap no pueden ser entendidas como una instituciรณn aislada, sino como parte de un proyecto de โ€œingenierรญa socialโ€ orientado al control social y polรญtico. Es decir, una tecnologรญa que involucrรณ a los aparatos judicial, militar, educacional, mรฉdico y psiquiรกtrico. Para el emplazamiento de las unidades se emplearon complejas metodologรญas para la identificaciรณn de determinados sujetos, su depuraciรณn dentro de las instituciones y organizaciones polรญticas y de masas, hasta el reclutamiento e internamiento.

Masculinizaciรณn y militarizaciรณn

Varios fueron los criterios que las autoridades tomaron en cuenta para reclutar e internar a miles de sujetos en los campos de trabajo forzado. Uno de ellos fue la homosexualidad y se calcula que alrededor de ochocientos homosexuales fueron recluidos en las unidades. Sin embargo, tambiรฉn hubo otras razones polรญticas.

A mediados de los sesenta, Cuba estuvo involucrada en un proceso transnacional de construcciรณn del socialismo junto a la Uniรณn Soviรฉtica, el bloque de paรญses socialistas del Este y China. Estos regรญmenes invirtieron muchos recursos simbรณlicos en la creaciรณn de estereotipos nacionales que estuvieron asociados casi siempre a complejos procesos de masculinizaciรณn. En ese sentido, el concepto de โ€œhombre nuevoโ€ fue uno de los ideales mรกs poderosos dentro de estos sistemas, aunque habรญa sido utilizado tambiรฉn por el nazismo alemรกn y el fascismo italiano.

En el caso cubano, ese concepto estuvo asociado a un campo ideolรณgico mรกs amplio de homogeneizaciรณn social en el que la moda, las prรกcticas urbanas de sociabilidad, los credos religiosos y la actitud ante el trabajo fueron elementos claves para armonizar con la visiรณn normativa oficial. De ahรญ que no resulte extraรฑo que a las umap fueran enviados, ademรกs de homosexuales, delincuentes, religiosos, intelectuales o simplemente muchachos de ascendencia burguesa.

La psicรณloga Liliana Morenza, una de las integrantes del equipo de investigaciรณn de psicรณlogos en las UMAP, junto a dos homosexuales pertenecientes a la Compaรฑรญa 4, Batallรณn 7, Unidad de Ayuda a la Producciรณn.  โ€œLa Violetaโ€, Camagรผey, 1967.  (Cortesรญa de la doctora Marรญa Elena Solรฉ)

Aunque el emplazamiento de los campos de trabajo forzado se realizรณ a fines de 1965, estas unidades se crearon bajo la cobertura de la ley 1129 del 26 de noviembre de 1963 que estableciรณ el Servicio Militar Obligatorio (smo), durante un perรญodo de tres aรฑos, para los hombres comprendidos en las edades entre diecisรฉis y 45 aรฑos. La ley eximรญa a aquellos que fueran el รบnico sostรฉn econรณmico para sus padres, esposa e hijos. Al menos en teorรญa, permitรญa el aplazamiento del reclutamiento a aquellos jรณvenes que estuvieran terminando el รบltimo aรฑo de estudios secundarios, preuniversitarios o universitarios.

Sin embargo, las autoridades utilizaron discrecionalmente estos acรกpites con un criterio polรญtico cuando se trataba de las umap. Algunos jรณvenes que constituรญan el รบnico sostรฉn familiar fueron reclutados sin importar las consecuencias en esas economรญas domรฉsticas. Muchos estudiantes de diferentes niveles educacionales que estaban a punto de graduarse se convirtieron en elegibles para incorporarse al smo, porque fueron expulsados a travรฉs de un proceso de โ€œdepuraciรณnโ€. Este proceso que comenzรณ a mediados de 1965 โ€“unos pocos meses antes del primer llamado a las umapโ€“ tuvo un carรกcter de โ€œpurgaโ€, de cruzada social, encabezada por la Uniรณn de Jรณvenes Comunistas (ujc) contra aquellos que no eran percibidos como โ€œrevolucionariosโ€.

En un comunicado publicado en la revista Mella, el 31 de mayo de 1965, la ujc conminaba a los estudiantes de la enseรฑanza media superior a expulsar de los planteles a los โ€œelementos contrarrevolucionarios y homosexualesโ€ en el รบltimo aรฑo, para impedir su ingreso a las universidades. Tambiรฉn se menciona a aquellos que demostraran โ€œdesviacionesโ€, โ€œalgรบn tipo de blandenguerรญa pequeรฑoburguesa y que sean apรกticos a las actividades revolucionarias que realiza el estudiantadoโ€. Estos debรญan integrarse al Servicio Militar Obligatorio para โ€œganarse el derechoโ€ de ingresar a la universidad. โ€œUstedes saben quiรฉnes son, los han tenido que combatir muchas veces […] apliquen la fuerza del poder obrero y campesino, la fuerza de las masas, el derecho de las masas contra sus enemigos […] ยกFuera los homosexuales y los contrarrevolucionarios de nuestros planteles!โ€ Asรญ terminaba el comunicado.

La psicรณloga Liliana Morenza, una de las especialistas que integrรณ el equipo investigaciรณn de psicรณlogos de las UMAP, junto a varios homosexuales y cabos. Compaรฑรญa 4, Batallรณn 7, Unidad de Ayuda a la Producciรณn โ€œLa Violetaโ€, Camagรผey. 1967. (Cortesรญa de la doctora Marรญa Elena Solรฉ).

Pocos dรญas despuรฉs, la revista Alma Mater, el รณrgano oficial de la Federaciรณn Estudiantil Universitaria (feu), se sumaba a esta polรญtica y aseguraba que la depuraciรณn era el resultado del momento histรณrico y una โ€œnecesidad para el desarrollo futuro de la Revoluciรณnโ€. Se insistรญa en que las depuraciones contra los contrarrevolucionarios y los homosexuales no debรญan entenderse como dos procesos aislados, sino como uno solo. โ€œTan nociva es la influencia y la actividad de unos como de otros en la formaciรณn del profesional revolucionario del futuroโ€, se sentenciaba.

Una vez que las purgas finalizaron, esos muchachos quedaron expuestos y a merced del Estado. Su entrada a las umap era cuestiรณn de tiempo. Apenas terminaron las depuraciones, a travรฉs de los Comitรฉs de Defensa de la Revoluciรณn (cdr), una de las instituciones de vigilancia mรกs efectivas creadas para el control social y polรญtico en Cuba, se hicieron censos para identificar a los jรณvenes que no trabajaban ni estudiaban. Esa informaciรณn se le suministraba al Ministerio del Interior y al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), las entidades encargadas del reclutamiento de las umap.

Ya en 1964 Fidel Castro se vanagloriaba del impacto que el smo estaba teniendo en la juventud cubana y resaltaba el fracaso de instituciones como la familia y la escuela en la educaciรณn de los jรณvenes. โ€œPues bien, lo que no pudieron enseรฑarles en la casa โ€“seรฑalabaโ€“, lo que no pudieron enseรฑarles en la escuela, lo que no pudieron enseรฑarles en el instituto, lo aprendieron en el ejรฉrcito, lo aprendieron en una unidad militar.โ€ Por su parte, su hermano Raรบl Castro Ruz, entonces ministro de las far, asegurรณ en un discurso pronunciado el 17 de abril de 1965 que los objetivos de la Revoluciรณn solo se podรญan alcanzar con โ€œuna juventud con un carรกcter templadoโ€, con un โ€œcarรกcter firmeโ€, โ€œforjado sobre el sacrificioโ€, alejado de las โ€œblandenguerรญasโ€. Una juventud que se inspirara โ€œno en los bailadores de twist ni de rock and roll, ni tampoco en las manifestaciones de alguna pseudointelectualidadโ€, una juventud que se alejara โ€œde todo lo que debilita el carรกcter de los hombresโ€.

La utilizaciรณn econรณmica del cuerpo

A travรฉs de estos procesos de militarizaciรณn y masculinizaciรณn se trataba no solo de corregir gestos y posturas, sino de reorientar y reintegrar esas fuerzas y cuerpos a un aparato econรณmico. La retรณrica de la guerra, empleada recurrentemente por los lรญderes de la Revoluciรณn, se integrรณ al discurso ideolรณgico y econรณmico en forma de campaรฑas de tipo militar y los trabajadores fueron vistos como hรฉroes y soldados, no solo para insertarlos en una ritualidad polรญtica sino para utilizarlos como fuerza de trabajo sin tener que compensarlos econรณmicamente. En un artรญculo de 1969, el economista Carmelo Mesa-Lago hacรญa un anรกlisis de las formas de trabajo no pagado durante los aรฑos sesenta en Cuba y entre esos modelos mencionaba a las umap. De acuerdo con Mesa-Lago, el gobierno logrรณ ahorrar por concepto de trabajo no pagado alrededor de trescientos millones de pesos cubanos, entre 1962 y 1967.

Foto tomada por el equipo de psicรณlogos durante una sesiรณn de hormonoterapia a homosexuales de las UMAP, 1967.  (Cortesรญa de la doctora Marรญa Elena Solรฉ). 

A mediados de los sesenta, la economรญa cubana estaba subordinada al azรบcar; pero la mecanizaciรณn del corte de caรฑa no estaba generalizada, por lo que el รฉxito de las zafras dependรญa del corte manual. En ese perรญodo las zafras azucareras empezaron a formar parte del gran salto ideolรณgico que Fidel Castro tenรญa previsto para 1970. El mรกximo lรญder pretendรญa llevar a la isla a una etapa superior de construcciรณn del socialismo con una zafra de diez millones de toneladas de azรบcar. Para lograr el golpe de efecto, Castro necesitaba movilizar y desplazar una importante cantidad de fuerza de trabajo hacia las zonas donde existรญan grandes plantaciones de caรฑa. La provincia de Camagรผey, con extensiones considerables de tierra y escasa mano de obra, fue escogida de modo estratรฉgico para el emplazamiento de las umap a fines de 1965.

De este modo, las unidades se insertaron dentro de la economรญa planificada socialista, al igual que habรญa sucedido en la Uniรณn Soviรฉtica con el gulag (Direcciรณn General de Campos de Trabajo). Vladimir V. Tchernavin, que logrรณ escapar de un gulag soviรฉtico, describe cรณmo a partir de 1930 esa instituciรณn se convirtiรณ en una gran empresa de trabajo forzado con apariencia de corporaciรณn correctiva, que permitiรณ establecer planes de desarrollo en lugares donde habrรญa sido muy difรญcil sin echar mano de ese instrumento. De acuerdo con Tchernavin el gulag presentรณ una estructura y funciones similares a las de una empresa estatal, estaba organizado en forma de unidades militares y los detenidos recibรญan un pago miserable por el trabajo.

Algo similar sucediรณ con las umap. Los confinados de estas unidades, asรญ como otros reclutados por el smo, recibรญan un pago de siete pesos mensuales y eran compelidos a participar dentro de lo que se conoce como โ€œemulaciรณn socialistaโ€, una especie de competencia para incentivar la producciรณn en la que los โ€œvanguardiasโ€ no recibรญan compensaciรณn econรณmica, sino diplomas o reconocimientos en actos polรญticos y de masas.

Portada de ยกSin Tregua! Boletรญn informativo de la secciรณn polรญtica de las UMAP, No. 6, 1967. 

โ€œHigiene social revolucionaria se llama estoโ€

Podrรญa decirse que a inicios de 1959 el pรกnico moral fue el encuadre ideolรณgico en el que se basรณ la campaรฑa de regeneraciรณn nacional a la que fue convocada toda la naciรณn para liquidar los โ€œviciosโ€ del pasado y consolidar el poder revolucionario. Pero muy pronto ese marco de tipo religioso fue complementado con los discursos de higiene y la nociรณn de โ€œenfermedad socialโ€.

El 15 de abril de 1965, varios meses antes de que se hiciera el primer reclutamiento de las umap, el escritor Samuel Feijรณo publicรณ en el periรณdico El Mundo โ€œRevoluciรณn y viciosโ€, un texto que da cuenta de las tensiones que provocรณ la uniรณn de los discursos religioso, polรญtico e higiรฉnico. Entre los vicios que quedaban por liquidar, el escritor seรฑalaba el alcoholismo y el โ€œhomosexualismo campeante y provocativoโ€. โ€œNo se trata de perseguir a homosexuales โ€“asegurabaโ€“, sino de destruir sus posiciones, sus procedimientos, su influencia. Higiene social revolucionaria se llama esto.โ€

De este modo, los discursos de higiene y aquellos provenientes del campo de la psicologรญa se adecuaron para la justificaciรณn de las umap. Las unidades se convirtieron en un espacio de cuarentena, un laboratorio que permitรญa no solo mantener a los confinados aislados, sino tambiรฉn la oportunidad de estudiarlos. En mayo de 1966, a unos meses de emplazadas las umap, Marรญa Elena Solรฉ integrรณ un equipo de psicรณlogos y mรฉdicos que formรณ parte una operaciรณn secreta organizada por la direcciรณn polรญtica del Minfar, para diseรฑar y trabajar en programas de rehabilitaciรณn y reeducaciรณn de homosexuales en las umap.

De acuerdo con el testimonio que Solรฉ me dio en marzo de 2012, el trabajo del equipo consistรญa en โ€œevaluar desde el punto de vista psicolรณgico a estas personasโ€. Pero la evaluaciรณn y clasificaciรณn no se basรณ exclusivamente en aspectos relacionados con la configuraciรณn genรฉrico- sexual de los individuos, sino que intervino tambiรฉn un criterio ideolรณgico.

El equipo de psicรณlogos echรณ mano de la nociรณn de โ€œafocanciaโ€, un cubanismo no recogido por el drae, que se ha utilizado para describir de modo negativo a personas que se distinguen pรบblicamente por determinadas caracterรญsticas fรญsicas o morales. Asรญ, se diseรฑรณ un patrรณn a, es decir โ€œafocanteโ€, para distribuir a los homosexuales en cuatro escalas: a1, a2, a3 y a4. Como โ€œafocantesโ€ tipo 1 se consideraba a aquellos โ€œque no hacรญan ostentaciรณn de su problema y eran revolucionarios โ€“en el sentido de que no se quisieran ir del paรญsโ€“, se comportaran normalmente, y estuvieran mรกs o menos integrados a la sociedadโ€. En cambio โ€œel que soltaba las plumas y que ademรกs no tenรญa ninguna integraciรณn revolucionaria ni le interesabaโ€, y hubiera manifestado un interรฉs por salir del paรญs, era considerado como โ€œafocanteโ€ tipo 4. โ€œAllรญ habรญa revolucionarios โ€“explica Marรญa Elena Solรฉโ€“, pero si hacรญa ostentaciรณn de su problema, nosotros no lo clasificรกbamos como a1, sino como a4.โ€

Algunos de los exconfinados de las umap aseguran que el equipo de psicรณlogos hizo varios experimentos y pruebas de tipo conductista y reflexolรณgico, en los que se llegรณ a emplear el electroshock. Sin embargo, la doctora Solรฉ asevera que las pruebas que se hacรญan estaban รบnicamente encaminadas a โ€œmedir inteligenciaโ€. En cambio, Hรฉctor Santiago โ€“teatrista vinculado a uno de los mรกs controvertidos proyectos culturales de los sesenta en Cuba, Ediciones El Puente, y que fue enviado a las umapโ€“ me asegurรณ que los exรกmenes del equipo de psicรณlogos tuvieron, al menos en su unidad, otro carรกcter. Segรบn Santiago, los psicรณlogos y psiquiatras utilizaron en las umap tรฉcnicas conductistas como shocks con electrodos y comas inducidos con insulina. Estos experimentos consistรญan en la aplicaciรณn de corriente alterna โ€œmientras nos mostraban fotos de hombres desnudos para que en el subconsciente los rechazรกramos, volviรฉndonos a la fuerza heterosexualesโ€.

Esta descripciรณn concuerda con varios artรญculos que detallaban este procedimiento y que circularon en revistas especializadas cubanas de psicologรญa y psiquiatrรญa durante los aรฑos sesenta. Esta terapia, que habรญa sido desarrollada en Praga por K. Freund, consistรญa en crear reflejos condicionados. En Cuba fue el doctor Edmundo Gutiรฉrrez Agramonte quien incorporรณ esta prรกctica.

Felipe Guerra Matos, el oficial que estuvo a cargo del desmantelamiento de las umap, me comentรณ en una entrevista, en junio de 2015, que la idea del equipo de psicรณlogos en las unidades habรญa sido suya y que en esos campamentos se llegรณ a recluir unos treinta mil sujetos, entre ellos ochocientos cincuenta homosexuales, aproximadamente. En un momento de la conversaciรณn Guerra Matos apuntรณ: โ€œCometimos errores graves, castigos con los mariconcitos y se hicieron veinte cosas ahรญ […] Los ponรญan a mirar el sol, a contar hormigas […] Ponte a mirar el sol fijo paโ€™ que tรบ veas. Cualquier barbaridad que se le pudiera ocurrir a un oficial de poco cerebro. Yo tengo culpa tambiรฉn porque yo firmรฉ reclutamientos.โ€

Los castigos en las umap podรญan ir desde los insultos verbales hasta el maltrato fรญsico y la tortura. Varios de mis entrevistados aseguran que una de las modalidades de castigo empleadas por algunos oficiales consistรญa en enterrar al confinado en un hueco y dejarlo con la cabeza fuera durante varias horas. A algunos los introducรญan en un tanque de agua hasta que perdieran la conciencia, a otros los ataban a un palo o a una cerca y los dejaban durante la noche a la intemperie para que fueran presa de los mosquitos. De acuerdo con Hรฉctor Santiago, a esa modalidad de castigo se le llamรณ โ€œEl paloโ€. El tormento y la mortificaciรณn del cuerpo tenรญa una funciรณn de amedrentamiento y formaba parte de una narrativa en la que los castigos recibรญan nombres como โ€œEl trapecioโ€, โ€œEl ladrilloโ€, โ€œLa sogaโ€ o โ€œEl hoyoโ€, entre otros.

Por otra parte, muchas de las unidades estaban rodeadas por cercas de pรบas, usadas recurrentemente en cรกrceles y campos de concentraciรณn. De acuerdo con el cantautor Pablo Milanรฉs, quien fue enviado a las umap en 1966, esas cercas estaban compuestas por catorce pelos de alambres, distribuidos de manera tal que se elevaban a unos seis metros de altura. A esa alambrada y al encierro estรก dedicada una breve canciรณn titulada โ€œCatorce pelos y un dรญaโ€. Milanรฉs me explicรณ que la canciรณn no fue grabada en aquellos aรฑos sino mรกs tarde en los estudios del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematogrรกficos en los setenta.

Catorce pelos y un dรญa me separan de mi amada,

catorce pelos y un dรญa me separan de mi madre,

y ahora sรฉ a quiรฉn voy a querer

cuando los pelos y el dรญa

los logre dejar.

Epรญlogo

La historia de este triste experimento ha permanecido sepultada en la isla. Hasta hoy, el gobierno cubano ha negado constantemente el carรกcter de las umap y ha tratado de borrar del imaginario colectivo todo lo relacionado con este tema. Al mismo tiempo, la izquierda internacional ha preferido ver a las umap como un error propio de los movimientos revolucionarios. En este ejercicio ideolรณgico ha influido el modo en que la figura de Fidel Castro se convirtiรณ en una de las representaciones mรกs poderosas de la Revoluciรณn. Por lo tanto, una vez que comenzaron las crรญticas y las campaรฑas internacionales pidiendo el desmantelamiento de las unidades, se hizo indispensable deslindar al mรกximo lรญder de estos procesos, para poder justificar las umap como una excepciรณn que no debรญa identificarse con la Revoluciรณn. Asรญ lo hizo, por ejemplo, Ernesto Cardenal. En su libro En Cuba (1972), el poeta y teรณlogo nicaragรผense dijo haber sido visitado por dos jรณvenes interesados en complementar su visiรณn oficial de la isla. Uno de ellos se habรญa desempeรฑado como โ€œcarceleroโ€ en las umap, y le asegurรณ que fue Fidel Castro quien suprimiรณ esos โ€œcampos de concentraciรณnโ€ aplicando a veces la ley del taliรณn. El pintoresco relato que Cardenal narra en su libro constituye la รบnica fuente que hace este tipo de referencia. En 2010 en una entrevista concedida al periรณdico mexicano La Jornada, el propio Fidel Castro โ€œasumiรณโ€ finalmente su responsabilidad en el emplazamiento de esos campos de trabajo.

Las umap quedaron oficialmente disueltas a travรฉs de la ley 058 de octubre de 1968. Aunque estas unidades desaparecieron como instituciรณn, otros dispositivos e instituciones mรกs sofisticadas las sustituyeron, manteniรฉndose intactos el espรญritu y las motivaciones que las crearon. La dรฉcada del setenta aรบn estaba por venir. ~

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(Matanzas, Cuba, 1976) es ensayista, investigador, catedrรกtico y crรญtico. New York University.


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