Bitácora electoral No. 12: Propuestas contra la corrupción y la desigualdad

Donde se hace revisión de las formas en que los candidatos presidenciales proponen abordar algunos de los problemas más acuciantes del país.
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Hasta el momento, la discusión electoral se ha centrado en los ataques y contraataques entre los candidatos a la presidencia de la República. Ha llegado el momento para que los aspirantes den a conocer sus propuestas de solución a los problemas más acuciantes del país. En el número de enero de Letras Libres abordamos temas que consideramos urgentes y a los que el próximo mandatario se tendrá que enfrentar. Dos de ellos eran la corrupción y la desigualdad. ¿Qué han propuesto los candidatos para combatirlos?

En “Por un Sistema Nacional Anticorrupción 2.0”, Eduardo Bohórquez detalló que la principal dificultad a la que se había enfrentado el SNA durante su arranque era definir la política para investigar y observar que se sancionen 220 millones de casos anuales de corrupción administrativa. En su primer año, el SNA ha empezado a poner en evidencia a las instituciones y mecanismos que no han hecho su parte para combatir la corrupción, pero eso no ha sido suficiente: “una fiscalía general independiente y eficaz es la única ruta judicial viable contra las redes de la corrupción”, escribió Bohórquez.

Si bien la corrupción ha sido un tema recurrente durante la precampaña y la intercampaña, debido a las acusaciones mutuas entre los candidatos, poco se han analizado sus proyectos para combatirla. En sus propuestas, los cuatro candidatos coinciden en fortalecer el SNA, en hacer obligatoria la declaración patrimonial de los funcionarios públicos, digitalizar los trámites gubernamentales y fomentar la participación ciudadana para denunciar los casos de corrupción.

Sin embargo, tienen algunas diferencias. Andrés Manuel López Obrador se ha autonombrado el único candidato honesto. Su principal propuesta para erradicar la corrupción consiste en la figura de un presidente honesto que inspire al resto de los funcionarios a proceder de manera transparente. Por su parte, para diferenciarse del partido que representa, José Antonio Meade ha propuesto confiscar el dinero y los bienes de los políticos corruptos para formar un Fondo Nacional de Becas.  Por su parte, Ricardo Anaya ha insistido en mejorar el Sistema Nacional Anticorrupción a través de la autonomía de sus funcionarios, la ampliación de los programas de cooperación internacional, la prohibición del uso de dinero en efectivo en las transacciones gubernamentales y la eliminación del fuero. La candidata independiente Margarita Zavala apuesta por una educación cívica y por campañas de valores que ayuden a prevenir la corrupción, y comparte con Anaya la eliminación del fuero.

La desigualdad es otro de los grandes males que aquejan al país. Esta no se limita únicamente a la diferencia de ingresos entre la población, sino a una “falsa sensación de superioridad [que] se expresa a través de un acceso desigual a las garantías individuales, entre las que se encuentran la libertad, el trabajo, la producción y la consecución del propio destino, así como la protección mínima que las instituciones deben a sus ciudadanos”, como escribió Luis De la Calle en “Cómo enfrentar la desigualdad”. Tanto la derecha como la izquierda han propuesto soluciones sin éxito. De acuerdo con el economista, la única manera de disminuir la desigualdad es con el aumento generalizado de la productividad, siendo indispensable la existencia de un estado de derecho. Al tratarse de un fenómeno global que afecta la esfera política, económica y social, para terminar con la desigualdad es necesario que se parta de la igualdad en el respeto a los derechos de los demás.

Durante esta contienda electoral, los candidatos han realizado promesas para acabar con la desigualdad que caen en el lugar común y que no especifican cómo se llevarán a cabo. En su plataforma, Zavala no tiene un apartado dedicado a la erradicación de la desigualdad. Sus políticas económicas y sociales están enfocadas en el aumento del empleo, el aumento del salario mínimo, la eliminación del ISR para quienes ganan menos de quince mil pesos mensuales y la inclusión de la mujer en la vida laboral. El Proyecto 18 del candidato de la alianza Juntos Haremos Historia plantea una política tributaria que no creará nuevos impuestos ni aumentará los existentes y una política social integral que no será asistencialista, pero que ampliará las oportunidades de nutrición, ingreso, salud, vivienda y empleo a los sectores más vulnerables. Mientras tanto, el programa Avanzar contigo de Meade tiene como objetivo reducir la desigualdad al atender las necesidades de los mexicanos mediante la entrega de apoyos y el fortalecimiento de la economía familiar con ingresos dignos. Anaya propone una política de Estado que combata la pobreza y la desigualdad con un salario mínimo digno, una renta básica universal y la eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Estos listados de buenos carecen aún de planes de ejecución.

Más allá de la retórica, es necesario que los candidatos expliquen con claridad cómo pretenden atender estos y otros problemas urgentes del país.   

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