El anuncio de Manuel Bartlett como futuro director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) alejó la atención de los cuatro proyectos estratégicos que Andrés Manuel López Obrador planteó como parte de su plan de rescate del sector energético.
López Obrador declaró que se destinarán 175 mil millones de pesos para el rescate del sector energético. La inversión se utilizará para explorar y perforar pozos petroleros, rehabilitar las seis refinerías actuales, construir una nueva en Tabasco y producir más energía eléctrica. También anunció que condonará la deuda de los morosos que desde 1995 se encuentran en resistencia civil por cobros excesivos en sus recibos de luz. El futuro presidente también nombró a los miembros de su gabinete energético: Rocío Nahle como secretaria de Energía; Alberto Montoya como subsecretario de Energía; Octavio Romero Oropeza como director de Petróleos Mexicanos (Pemex) y Manuel Bartlett como director de la CFE.
Pemex es la compañía petrolera más endeudada del mundo y esta política podría suponer una presión insostenible. De acuerdo con los analistas de Moody’s y de Wood Mackenzie: “Pemex no tiene el flujo de efectivo para asumir la construcción de más refinerías, y si decide financiarlas con deuda o cambiar el capital de la exploración y la producción a la refinación, sus indicadores de crédito se van a debilitar”. En entrevista para CNN, Nymia Almeida, vicepresidenta senior del Grupo de Finanzas Corporativo de Petróleo y Gas de Moody’s para América Latina, aclaró que Pemex tiene escasos recursos, por lo que le conviene más invertir en exploración y producción antes que en la construcción de refinerías. Sobre la inversión propuesta por el virtual presidente electo comentó: “los montos son muy altos, con el agravante de que las refinerías en América Latina cuestan más de lo que se presupuesta”.
La designación de Bartlett ha provocado reacciones a favor y en contra. Tatiana Clouthier, excoordinadora de la campaña presidencial de López Obrador, afirmó que había mejores opciones que él para dirigir a la empresa energética. Analistas de Barclays Capital señalaron en un reporte que su actitud en contra de la reforma energética provoca dudas entre los inversionistas. Para Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad, su trayectoria no es la de un servidor público con buenos resultados: “No veo ningún elemento en la biografía de Manuel Bartlett que me permita suponer que va a enfrentar [los] desafíos con una visión de modernidad, cambio tecnológico y eficiencia”. Por su parte, Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas, calificó su futura llegada a CFE como una “excelente decisión”. El próximo presidente defendió su nombramiento: “El licenciado Bartlett, desde hace muchos años, ha estado defendiendo la industria eléctrica nacional, por eso decidí proponerlo para ser el director de la CFE”. Ante las críticas que se han generado comentó que las respeta, pero que dicho nombramiento es para acabar con la corrupción.
De acuerdo con este perfil, Bartlett es un “viejo lobo de mar” de la política mexicana. El expriista y ahora senador por el PT fue secretario de Gobernación durante el gobierno de Miguel de la Madrid y de Educación Pública en el de Carlos Salinas de Gortari. En esta columna publicada en 2003, Raúl Trejo narra cómo Bartlett se unió a Cuauhtémoc Cárdenas, después de que en 1988 este lo culpara de la caída del sistema que le hizo perder la elección presidencial contra Salinas, para armar un frente contra la privatización de las industrias eléctrica y petrolera. Bartlett calificó las críticas en su contra como “estúpidas”, pues ha defendido la industria eléctrica nacional desde hace 15 años.
Las reformas de los últimos sexenios han modificado la identidad de la empresa estatal. En El Economista dan algunas claves para entender la CFE que dirigirá Bartlett.
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Según cifras del INEGI, en 2017 murieron asesinadas 31,174 personas, 6,615 más que en 2016 y más del doble que hace ocho años. Por primera vez en la historia, por cada 100,000 habitantes se registraron 25 muertes. Olga Sánchez, a quien López Obrador ha propuesto como secretaria de Gobernación, habló en entrevista con El Universal acerca del clima de violencia que se ha vivido en los últimos dos sexenios y los planes de pacificación del país: “¿Cómo lo vamos a atender? De muchas maneras, vamos a atender el problema de la pobreza, las causas de la pobreza y la falta de desarrollo económico en muchas regiones; vamos a trabajar en la recomposición del tejido social”.
Alejandro Hope no ve en estas medidas una solución para disminuir los delitos violentos y asesinatos: “Para cuando empezaran a tener efectos, la administración López Obrador llevaría ya cuatro años y más de 100 mil homicidios en su cuenta”.
Donald Trump, quien se había mostrado complacido con los planes de López Obrador, amenazó de nuevo con la construcción de un muro fronterizo a causa del incremento en la tasa de homicidios en México.
El próximo 7 de agosto el presidente electo inaugurará los foros para trazar la pacificación del país mediante la ley de amnistía, donde también participarán Alfonso Durazo, futuro secretario de Seguridad Pública, Loretta Ortiz, coordinadora del proceso de pacificación, y Javier Corral, gobernador de Chihuahua.
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La descentralización de las dependencias federales podría llevarse todo el sexenio de López Obrador. Su costo estimado será de 127 mil 830 millones de pesos y tendrá un impacto en 2.7 millones de habitantes de la capital del país. Aunque no se ha especificado en qué consisten los programas para la movilización, las primeras dependencias en mudarse serán la Secretaría de Educación Pública (a Puebla) y la Secretaría de Energía (a Tabasco), desde donde despacharán sus titulares a partir del 1 de diciembre. Claudia Sheinbaum comentó que el proceso será paulatino, pero que tendrá beneficios en la movilidad y abastecimiento de agua de la ciudad.
