El domingo 24 de marzo se cumplieron 43 aรฑos del golpe de Estado en Argentina. En este nuevo aniversario una marea de ciudadanos y organizaciones de Derechos Humanos marcharon por las calles de Buenos Aires con el conocido reclamo de memoria, verdad y justicia. En esa marea callejera hubo una corriente muy particular: la del colectivo Historias desobedientes que reรบne a hijos, hermanos, nietos y sobrinos de militares involucrados en las torturas y desapariciones sucedidas entre 1976 y 1983. El paralelismo marรญtimo no es gratuito: muchos de los genocidas participaron en los vuelos de la muerte, arrojando los cuerpos de los desaparecidos a las profundidades del mar. Pero el mar es sabio y de la oscuridad de sus profundidades asoman los que se animan a enfrentar la propia historia con desobediencia, aunque el costo sea el destierro familiar.
Analรญa Kalinec es la hija de Eduardo Emilio Kalinec, ex oficial de la Policรญa Federal, y quien actuaba como secuestrador, torturador y exterminador de cientos de personas en centros clandestinos de detenciรณn, por lo cual cumple condena de prisiรณn perpetua. Analรญa es tambiรฉn una de las fundadoras de Historias desobedientes y su padre le iniciรณ una causa para declararla indigna y dejarla fuera de la herencia de รฉl y de su madre. โMi padre trabajaba mucho y lo veรญamos poco, pero siempre estaba presente de alguna manera. Lo recuerdo afectuoso, con demostraciones de cariรฑo. Pero tiene otra dimensiรณn: la de represor y torturador. Me costรณ mucho poder tramitar y elaborar esto. Pasรฉ, primero, por una etapa de negaciรณn: durante tres aรฑos lo visitaba mientras estaba preso. Pero cuando la causa en la que se lo investigaba llegรณ a juicio oral, a mรญ se me cayรณ el velo y entendรญ que mi papรก sรญ estuvo en las torturas, lastimando a otros seres humanosโ, relata Analรญa.
Muchas de los familiares de genocidas que integran Historias desobedientes sacaron a la luz sus relatos sobre el horror y rompieron lazos con sus padres torturadores. En algunos casos se separaron de sus familias y hasta cambiaron sus apellidos. Tienen una gran necesidad de agruparse, de compartir y de hablar con otros sobre lo que les pasรณ.
Construir una โnueva identidadโ y romper con el cรญrculo primario que es la familia โes tremendamente desestructurante. Mucha terapia, mucho arte, mucha necesidad de sublimarโ, cuenta Liliana Furiรณ, hija del genocida Paulino Furiรณ, quien fue condenado en el aรฑo 2012 a prisiรณn perpetua por una larga lista de delitos, entre los que se destaca la desapariciรณn de al menos 20 personas. A Liliana una vez alguien le dijo “Mirรก que tu papรก… hay un libro donde se lo nombraโ. Ella sentรญa una enorme contradicciรณn entre su deseo de saber y el cariรฑo por su familia. Preguntรณ en algรบn momento pero era muy chica y decidiรณ aceptar el relato familiar de inocencia. El camino hacia la verdad de quienes tienen relaciones filiatorias con genocidas es diferente en cada caso, pero todos estรกn atravesados por la soledad y la vergรผenza. Para Liliana la situaciรณn cambiรณ en 2008, cuando su padre fue llevado a juicio. โAhรญ me dije de manera casi visceral: tenรฉs que saber, tenรฉs que poder enfrentar lo que sea. Empecรฉ a buscar informaciรณn. Me tuve que desarmar y volver a armar porque fue tremendo encontrar las causas, las declaraciones de un montรณn de ex detenidos-desaparecidos que habรญan dado testimonios y familiares de desaparecidos. Quedรฉ devastada, y ahรญ no pude pararโ recuerda.
El 25 de mayo de 2017, en un cuarto piso de la Ciudad de Buenos Aires se realizรณ la primera reuniรณn de hijos e hijas de genocidas, que darรญa pie al colectivo. Quienes participaron de aquรฉl encuentro confiaban en que habรญa mรกs hijos y con el tiempo se fueron sumando otro tipo de parientes: hermanos, sobrinos y nietos de genocidas. โEstรกbamos desesperados por encontrarnos. Uno sentรญa que le saliรณ el tiro por la culata: de quienes esperaban impunidad saliรณ esta vozโ, aseguran desde el Historias desobedientes. La organizaciรณn cuenta con compaรฑeros en Chile, Perรบ y Alemania. Los desobedientes buscan constituir una red internacional de familiares vรญctimas de genocidas que incluye a Guatemala y Honduras.
En noviembre del aรฑo pasado se realizรณ en Buenos Aires el primer Encuentro Internacional del Colectivo Historias Desobedientes, del que participรณ Alexandra Senfft, periodista y nieta de un nazi que cumpliรณ funciones en las deportaciones de los judรญos de Eslovaquia a los campos de trabajo y exterminio y fue responsable del asesinato de 65 mil personas. โNo fue fรกcil hacerme cargo de que habรญa nacido dentro de ese sistema de silencio y que al seguir el modelo de la familia habรญa asumido algo de complicidad. Fue difรญcil, porque involucraba a muchas personas que quiero y valoroโ. Alexandra escribiรณ El silencio duele, sobre su historia familiar, y La sombra larga de los genocidas con testimonios de otros familiares de nazis.
Mรกs allรก del contexto particular en el que sucediรณ cada genocidio en los diferentes paรญses, las historias de los desobedientes se cruzan, entremezclan y tejen una red de memoria y verdad basada en la necesidad del encuentro. โTenemos una profunda necesidad de estar juntos. Salimos de la soledad, del silencio, podemos romper la parรกlisis que genera la vergรผenza. Habernos encontrado nos ha reparado inmensamente. Queremos hablar para que otros tambiรฉn desobedezcan los mandatos y asรญ ir encontrรกndonosโ, cuenta Bibiana Reibaldi, hija de Julio Reibaldi, un genocida que operรณ en el Batallรณn 601 de Inteligencia del Ejรฉrcito argentino.
Durante aรฑos los hijos, hermanos y sobrinos de genocidas creyeron en los relatos familiares que escucharon en sus casas. Pero con el proceso de enjuiciamiento por los crรญmenes de lesa humanidad muchos se animaron a preguntarse quรฉ habรญa sucedido realmente. โNuestros apellidos funcionan muchas veces como insignias del terror. Por lo tanto nuestra apariciรณn resulta sorpresiva e inesperada, aรบn para nosotros mismos. Pero aquรญ estamos: despojรกndonos de la vergรผenza y del intolerablemente cรณmodo lugar del silencioโ, aseguran. La historia de los desobedientes muestra que a veces โy afortunadamenteโ la manzana cae lejos del รกrbol.
Licenciada en Comunicaciรณn Social y periodista digital. Colabora con varios medios de Argentina y con รกreas de comunicaciรณn en organizaciones especializadas en derechos humanos.