“El aborto es un asesinato agravado por el vรญnculo” dijo el presidente argentino, Javier Milei, en un discurso pronunciado ante estudiantes de una escuela secundaria, en vรญsperas del primer 8M, Dรญa Internacional de las Mujeres, que se celebra bajo su gobierno.
La campaรฑa de Javier Milei a la presidencia tuvo un carรกcter explรญcitamente antifeminista, que ha ratificado con creces desde que asumiรณ como mandatario.
Estrenรณ su cargo y tan pronto como pudo eliminรณ el Ministerio de las Mujeres, Gรฉnero y Diversidad; prohibiรณ el lenguaje inclusivo y โtodo lo referente a la perspectiva de gรฉneroโ en la Administraciรณn pรบblica argentina. Ademรกs, comenzรณ a diseรฑar planes para reducir el alcance de la Ley Micaela, que establece la capacitaciรณn obligatoria en gรฉnero y violencia machista para todos los trabajadores del Estado. Tambiรฉn, legisladores de su partido presentaron proyectos para derogar la ley de aborto legal.
La misma sociedad que exportรณ el paรฑuelo verde hoy es gobernada por un dirigente de la ultraderecha mundial, que con sus declaraciones y actos ha conformado una suerte de decรกlogo antifeminista, cuyo espรญritu es la provocaciรณn y demonizaciรณn de todo aquello que tenga un รกpice de la defensa de los derechos de las mujeres, o que sea contrario a sus ideas.
ยฟCรณmo llegamos hasta acรก? ยฟHubo algo que pudimos hacer para evitarlo y no nos dimos cuenta?
El artรญfice de este decรกlogo, quien gusta compartirlo en espacios y conferencias internacionales, tiene una especial inclinaciรณn por todo lo relativo a Dios, o lo que รฉl llama โlas fuerzas del cieloโ, que, dice, guiaron su camino y lo convirtieron en el primer mandatario โlibertario liberalโ en lograr el mรกximo cargo de la naciรณn en la historia argentina. Desde la supuesta altura de quien ha sido conducido por poderes que trascienden la vida terrenal, utiliza la idea del bien y del mal para seรฑalar y demonizar a todo lo que sea diferente a su visiรณn. En esa configuraciรณn celestial y dicotรณmica, entre el cielo y el infierno, aparecen las feministas.
Que la agenda de gรฉnero lo รบnico que logra es โentorpecer el crecimiento econรณmicoโ; que por culpa del feminismo hay mรกs niรฑos pobres; que la lรญnea de ayuda telefรณnica, que brinda asistencia por violencia familiar y sexual es un โespacio inservibleโ; que por culpa de โlos asesinos de los paรฑuelos verdesโ el paรญs estรก como estรก; son algunas de las normas que componen su decรกlogo.
Los mandamientos antifeministas de Milei circulan con la velocidad viral de la red social X โuno de los plafones favoritos del presidente para atacar a las mujeresโ y son reproducidos y amplificados por su ejรฉrcito de seguidores y trolls, asรญ como por otras personas que forman parte de su gobierno. Pero no todo es color de rosa en las sendas sagradas que le tocan transitar. Porque tambiรฉn hay piedras que correr, como las feministas.
Sabemos que el decรกlogo es una efectiva estrategia comunicacional para desviar la atenciรณn sobre temas como la pobreza, el desempleo y los aumentos de precios. Lo sabemos porque hemos visto cรณmo esa estrategia narrativa es usada en todo el planeta por gobiernos de variado signo polรญtico, que eligen a sectores especรญficos como enemigos para canalizar el descontento y la frustraciรณn social. En Argentina son las feministas las culpables de todos los males de la รฉpoca.
Desde el aรฑo 1986 se realizan en este paรญs los Encuentros Nacionales de Mujeres, un evento casi รบnico en el mundo en el que mujeres de diferentes provincias se reรบnen de manera autoorganizada, una vez al aรฑo, para debatir en asamblea cรณmo avanzar hacia la igualdad de gรฉnero.
En 2015 se produjo la primera movilizaciรณn para exigir #NiUnaMenos, a partir de la indignaciรณn por los numerosos femicidios. Esta movilizaciรณn marcรณ un hito en la historia de la participaciรณn de las nuevas generaciones de mujeres y abriรณ el camino a una agenda mรกs amplia de demandas en materia de derechos. El #NiUnaMenos se convirtiรณ en un antecedente clave para la movilizaciรณn que se generรณ aรฑos despuรฉs, en reclamo por la legalizaciรณn del aborto: la marea verde que logrรณ la sanciรณn de la Ley de Interrupciรณn del embarazo en diciembre de 2020.
En forma paralela, una serie de transformaciones a nivel institucional reflejaban el crecimiento del activismo feminista. La ley de paridad de gรฉnero en los medios, el derecho a la educaciรณn sexual, la inclusiรณn de las personas trans en el mercado laboral y la Ley Micaela fueron algunas de las conquistas que se lograron durante la รบltima dรฉcada.
Mientras este movimiento feminista ebullรญa, de manera subterrรกnea una resistencia crรญtica al avance de las mujeres se expandรญa. Esa crรญtica encontrรณ en Javier Milei el vocero perfecto: un hombre que primero fue diputado de la naciรณn y que con un discurso antifeminista fue alcanzando gran popularidad; desde las redes sociales y los medios tradicionales.
Este aรฑo, el 8M fue especial para muchas de nosotras. La movilizaciรณn no tuvo el mismo clima festivo de aรฑos anteriores. Aunque la convocatoria fue muy masiva y mostrรณ unidad, podรญa percibirse cierto espรญritu reactivo en las consignas. Carteles con motosierras โel sรญmbolo del presidente para mostrar el ajusteโ y cรกnticos contra el primer mandatario, se hicieron oรญr. Abundaron las caricaturas que lo representaban de forma grotesca, y los reclamos contra el recorte y los ajustes. โA Milei no le tenemos miedo. Fuimos marea y seremos tsunamiโ, decรญan las palabras finales del documento leรญdo ante las manifestantes, que fue consensuado con anterioridad por las organizadoras.
A la rabia por la desigualdad y la violencia por motivos de gรฉnero, este aรฑo se suma la frustraciรณn de saber que el manifiesto antifeminista de Javier Milei ha encontrado eco en la sociedad; que por lo pronto no ofrece una resistencia rotunda a este avance conservador. Y asรญ lo muestran las encuestas: si bien se registra una caรญda en su imagen positiva, dada la envergadura del ajuste econรณmico aplicado, el deterioro de su imagen es paulatino.
En este contexto, es evidente que el feminismo pudo haber cometido algunos errores y es tiempo de autocrรญtica. Quizรกs, envalentonadas por lograr nuestros objetivos, perdimos de vista la importancia de hablarle a las mayorรญas, y enclaustramos los debates y logros en un cรญrculo que con el tiempo quedรณ enfrascado. El hecho de que algunas feministas hayan ocupado cargos pรบblicos expuso de algรบn modo a todo el movimiento, y puso en evidencia cierta fragmentaciรณn.
El feminismo atraviesa un tiempo nuevo, de autocrรญtica y reconstrucciรณn, pero tambiรฉn de esperanza. Este 8M volvimos a encontrarnos y eso nos da la posibilidad de recordar que ninguna derrota es definitiva.ย ~
Licenciada en Comunicaciรณn Social y periodista digital. Colabora con varios medios de Argentina y con รกreas de comunicaciรณn en organizaciones especializadas en derechos humanos.