Foto: Luis Barron/eyepix via ZUMA Press Wire

La hora de los ciudadanos

El 18 de febrero, los ciudadanos marcharon por un Mรฉxico democrรกtico, libre y dueรฑo de su destino.
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En el exiguo y procaz vocabulario polรญtico del presidente no existe la palabra ciudadano. Su palabra preferida, se sabe, es “pueblo”. Pueblo, como sinรณnimo de los colectivos humanos que โ€“manipulados o noโ€“ han creรญdo en รฉl, lo aplauden, lo veneran y votan sus ocurrencias a mano alzada. Pueblo, como espejo de su abismal narcisismo. Pueblo, cuando y como a รฉl se le antoje definirlo. Pueblo que deja de serlo si en Acapulco amenaza con protestar y asรญ manchar la impecable investidura. Pueblo que limpia sus pecados (sus crรญmenes mรกs horrendos) con solo mostrar (y no precisamente con abrazos) su apego y su apoyo. Pueblo que se convierte en no pueblo si se aparta un รกpice del libreto que รฉl, y solo รฉl, el ungido, tiene derecho a imponer de aquรญ a la eternidad a este hogar nuestro que es Mรฉxico.

“ยกDios, quรฉ gran pueblo si hubiese buen seรฑor!”, solรญa decir Manuel Gรณmez Morin, invocando al Cid Campeador. Tenรญa razรณn. Quรฉ gran pueblo el mexicano, pero no acaudillado por un dรฉspota.

Pueblo es una palabra noble, pero no en boca de Lรณpez Obrador.

Ciudadano es lo contrario a una marea o un coro. Ciudadano es una persona, es decir, un individuo con alma, razรณn y libertad, no un autรณmata. Una persona con voz y voto, preocupada y ocupada por la cosa pรบblica, por el destino de su entorno, desde el mรกs inmediato (su calle, su colonia, su municipio) hasta su ciudad, su paรญs. Un ciudadano no nace, se hace. Es un yo atento al nosotros, que no se funde ni confunde con el nosotros.

Ciudadano es una palabra noble, sobre todo en boca de Gรณmez Morin:

Siendo elemental, el oficio ciudadano, el deber ciudadano no es sencillo, porque no es imperativo teรณrico sino obligaciรณn prรกctica. Es categorรญa moral y simultรกneamente es un oficio que hemos de aprender para que el cumplimiento de la obligaciรณn no quede en gesto que salva la insignificancia de una reputaciรณn o tranquiliza la superficie de la conciencia; pero no tienen eficacia trascendente ni para la salvaciรณn propia ni para el bien comรบn.

Oficio complejo y no exento de molestias y de riesgos profesionales, entre los que no es ciertamente el mayor el de tropezar con los pistoleros fรญsicos o intelectuales del rรฉgimen. Oficio que toma tiempo, que arranca del hogar y del trabajo, que merma ocasiรณn de otras mรกs placenteras o aparentemente mรกs altas tareas. Informar- se de las necesidades y de los problemas comunes, juzgar de proposiciones, ofertas y programas; participar en deliberaciones, alzar justas protestas, extender o soportar el proselitismo, tolerar y saber que hay que hacerse tolerar, tomar la carga de decisiones difรญciles y de trascendencia. Y tambiรฉn, cuidar del padrรณn, hacer cola en las casillas, pelear contra los ladrones de รกnforas y de votos; ser candidato, hacer campaรฑas, defenderse en colegios electorales inicuos, ser munรญcipe contra el gobernador que se roba los ingresos del Ayuntamiento y abre veinte cantinas por cada escuela, ser diputado durante tres aรฑos y machacar, desdeรฑando provocaciones, desnudando mistificaciones y falsedades, contra un muro que ni siquiera es de incomprensiรณn o de genuina discrepancia intelectual, sino de sumisiรณn infrahumana.

Asรญ hablaba Gรณmez Morin en 1949, en su รบltimo discurso como presidente del PAN. Asรญ hablaba en pleno triunfalismo alemanista, cuando ejercer la ciudadanรญa era โ€“en sus palabrasโ€“ “una brega de eternidades”. Pero han pasado 75 aรฑos y los ciudadanos de este paรญs no estamos dispuestos ya a bregar eternidades.

Hoy nos manifestaremos en todo el paรญs. Nuestra marcha tendrรก una importancia similar a las grandes manifestaciones del 68 que enfrentaron a otro presidente enceguecido por el poder, hirieron de muerte al viejo sistema polรญtico y conquistaron โ€“con sangreโ€“ las libertades que el gobierno actual pretende arrebatarnos. No podrรก. Gรณmez Morin lo advirtiรณ tambiรฉn, en palabras de permanente vigencia:

…ni la violencia, ni el fraude, ni la confusiรณn pueden hacer que muera este anhelo de libertad y de limpieza del pueblo de Mรฉxico, ni impedir que los corazones mexicanos sigan leales a los mรกs altos principios que rigen la vida personal y la colectiva, ni detener ya el movimiento prรกctico de organizaciรณn cรญvica del que dependen la expresiรณn eficaz, la defensa, el cabal cumplimiento de esos anhelos y de esos principios.

La marcha ciudadana por la democracia es una jornada electoral anticipada. Puede ser, debe ser, presagio del 2 de junio en el que Mรฉxico irรก a las urnas para defender su derecho a ser libre y dueรฑo de su destino. ~

Publicado en Reforma el 18/II/24.

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Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.


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