Guerra de mociones, guerra de posiciones

Una mayorรญa en el Congreso quiere que el presidente Rajoy se vaya, pero los partidos no se ponen de acuerdo para echarlo.
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La sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso Gรผrtel afirma que el PP y el grupo de Correa crearon un โ€œsistema de corrupciรณn institucionalโ€, en el que lรญderes polรญticos otorgaban a empresarios contratos pรบblicos inflados y a medida a cambio de regalos y comisiones. El resto del dinero se utilizรณ para pagar sobresueldos a miembros del partido. Como consecuencia de esta sentencia, la Audiencia ha condenado a 33 aรฑos de prisiรณn al extesorero del partido Luis Bรกrcenas, y a 51 al empresario Francisco Correa. La lista de delitos es larga, e incluye blanqueo de capitales, apropiaciรณn indebida, falsedad continuada en documento mercantil, estafa procesal y delitos fiscales. Aunque no cumplirรกn tantos aรฑos, ya que el Codigo Penal lo impide (โ€œEl mรกximo de cumplimiento efectivo de la condena del culpable no podrรก exceder del triple del tiempo por el que se le imponga la mรกs grave de las penas en que haya incurridoโ€), las penas son muy altas.

Pero lo que realmente ha provocado la mociรณn de censura del PSOE tiene que ver con unos pรกrrafos contundentes sobre la credibilidad del presidente del gobierno: โ€œLos seรฑores Arenas, รlvarez Cascos, Garcรญa Escudero, Rajoy, etc. niegan […] la existencia de una caja b en el partido. Sin embargo, el Ministerio Fiscal rebate la veracidad de dichos testimonios al indicar -argumentaciรณn que comparte el tribunal […]- que se pone en cuestiรณn la credibilidad de estos testigos, cuyo testimonio no aparece como suficiente verosรญmil para rebatir la contundente prueba existente sobre la caja b del partidoโ€. Esto implicarรญa, en cierto modo, que Rajoy miente. Segรบn Tsevan Rabtan, en una ponderada tribuna en El Mundo analizando la sentencia, โ€œlos magistrados no creen a los dirigentes del PP, pero no pueden jurรญdicamente ir mรกs allรก, por ser los hechos anteriores a la reforma que introdujo la responsabilidad de las personas jurรญdicas y por tratarse, en muchos casos, de sospechas, al menos en esta parte de la trama, sobre personas indeterminadas.โ€ Las consecuencias judiciales de la sentencia son muy pequeรฑas para los mencionados: solo responde el PP, como partรญcipe a tรญtulo lucrativo, que tiene que devolver 245.492,80 euros.

Es decir: los jueces saben que el entramado estรก ahรญ, pero el proceso para demostrarlo es largo. Como termina Rabtan, โ€œla sentencia del caso Gรผrtel es otra enorme carretada de estiรฉrcol. Sus pรกginas nos muestran la porquerรญa fluyendo sin obstรกculo en los alrededores y dentro del partido. Nos revelan una polรญtica de omertรก ante la mugre, de ignorancia deliberada.โ€ El PP tiene que responder polรญticamente. Rajoy tiene que dimitir.

Esto son palabras vacรญas: Rajoy no dimitirรก. Su respuesta ha sido cรญnica y victimista. En rueda de prensa, con actitud defensiva y arrogante, se preguntรณ quiรฉn reparte los certificados de credibilidad en Espaรฑa, y usรณ el argumento de la mayor representaciรณn parlamentaria para explicar por quรฉ tiene razรณn. ยฟCรณmo puede ser culpable si tiene 137 escaรฑos? El PP es un partido desleal a pesar de que proclama las bondades de la moderaciรณn y el constitucionalismo. Responde a las agresiones que amenazan su poder con juego sucio, insinuando incluso que si el partido es culpable, los demรกs tambiรฉn lo son.

El debate sobre la mociรณn de censura le beneficia. Pedro Sรกnchez planteรณ su mociรณn sabiendo que difรญcilmente podrรญa salir adelante. La mociรณn se planteรณ mรกs como un โ€œimperativo รฉticoโ€ y un intento de mostrar el estado de urgencia actual que como un plan alternativo de gobierno. Es lo que le han reprochado en Ciudadanos, que piden elecciones ya o un presidente independiente que convoque elecciones en otoรฑo.

La intenciรณn del PSOE no era en principio ganar la mociรณn sino posicionarse y poner en evidencia a los demรกs partidos, especialmente Ciudadanos, que recientemente votรณ con el PP los presupuestos de 2018. Ante la posibilidad de que fracase, Podemos ya ha avisado de que propondrรก su propia mociรณn para convocar elecciones inmediatamente. El partido de Iglesias ha perdido completamente su relato. El debate de izquierda caviar sobre el chalet de Iglesias y Montero ha afectado su credibilidad. Es normal que quieran recuperar relevancia.

De pronto estamos en una guerra de mociones que es una guerra de posiciones. Todos necesitan la ayuda de los demรกs, por simple aritmรฉtica, pero hacen como si pudieran actuar solos. No nos acostumbramos al multipartidismo. 213 diputados del total de 350 en el Congreso (un 60%) quiere que Rajoy abandone el cargo, pero no se ponen de acuerdo. Sรกnchez, Iglesias, Rivera pelean por controlar el relato y quieren salir los primeros en la foto post-Rajoy. Mientras, el presidente hace lo de siempre: definirse a partir de la indefiniciรณn de los demรกs.

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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).


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