El necesario hubiera sido el que respondiera a la pregunta: “ยฟY quรฉ hubiera sucedido si hubiese ganado Kamala Harris?”. Pero en los siguientes cuatro aรฑos ese escenario contrafactual se contestarรก solo: lo contrario de lo que ha pasado.
Y es fรกcil vislumbrar lo que va a pasar porque Trump y sus asesores mรกs cercanos han anunciado sus polรญticas โdomรฉsticas y exterioresโ con bombo y platillo y porque el contexto en el que arrancarรก la Presidencia de Trump no podrรญa serle mรกs favorable. Tiene el control de los tres poderes y el apoyo de una mayorรญa de los votantes. En el balance irracional y desinformado que los llevรณ a las urnas, no pesaron factores fundamentales que ahora determinarรกn la polรญtica de su gobierno.
En 2016, cuando Trump asumiรณ el poder por primera vez, su ignorancia y negligencia mitigaron su brutalidad y autoritarismo. Asesores inteligentes y preparados evitaron que llevara a cabo algunas de sus propuestas mรกs destructivas: abandonar la OTAN, por ejemplo. En 2024, Trump tiene un conocimiento mรกs profundo y detallado de los puntos vulnerables del sistema polรญtico โy cรณmo usarlosโ y de la fragilidad de los puntales que sostienen la democracia norteamericana.
Hay quienes han tratado de matizar y hacer mรกs aceptable el proyecto trumpista: sus propuestas, sus ataques arteros a sus oponentes, el racismo antiinmigrante y la misoginia, arguyen, fueron tan sรณlo tรกcticas de campaรฑa, eficaces en un clima de polarizaciรณn. El solo hecho de gobernar le impondrรก la necesidad de ser pragmรกtico. Otros han descubierto que sus odios subjetivos coinciden con los muchos que alberga Trump: deportarรก los inmigrantes a los que odian los supremacistas blancos, por ejemplo, pero mรกs allรก, todo serรก miel sobre hojuelas.
Wishful thinking, le llaman en inglรฉs a estos espejismos mentales.
La prรกctica polรญtica no moderarรก a Trump y su proyecto no busca establecer ni siquiera una democracia iliberal, sino un reinado que concentre el poder absoluto. Se parece mรกs a Calรญgula โdice Edward Luceโ1 que al lรญder hรบngaro Orban. Con la desventaja de que no nombrarรก senador a su caballo, sino a una serie de funcionarios destinados a destruir, no sรณlo el รกrea que supuestamente gobernarรกn, sino todo el Estado โdemocracia liberal incluidaโ. Educaciรณn y salud retrocederรกn a los tiempos donde la bรบsqueda de verdad y la ciencia eran sueรฑos de opio; Pete Hegseth llevarรก a cabo en el Pentรกgono una purga de militares “desleales”; Tulsi Gabbard, que de ser aprobada, supervisarรญa todas las agencias de inteligencia, tiene lazos estrechos con Putin. Otros preparan ya una guerra comercial arancelaria โy el arranque de deportaciones masivas de indocumentados. Iniciativas que son desastrosas para Mรฉxico.
Trump pretende tambiรฉn usar el Poder Judicial para detener las acusaciones federales y estatales en su contra, y en la de sus seguidores; usar al Departamento de Justicia para perseguir a sus opositores, destruir la independencia del servicio civil y, aunque usted no lo crea, mandar al Ejรฉrcito a reprimir a sus opositores si osan salir a la calle. El fin de la libertad y de la defensa consensual de los derechos humanos.
Y del derecho: si un presidente puede perdonarse a sรญ mismo por delitos federales โcomo Trump intenta hacerloโ, entonces, advierte David Frum2, podrรญa escribir y firmar su perdรณn a priori y matar a un opositor impunemente. La obstrucciรณn de la justicia se convertirรญa en una prerrogativa presidencial “normal”.
Y lo que concluye Frum es cierto, allรก, aquรญ y en China. Y estรก en la base de la atmรณsfera de pรฉrdida irreparable que ha cundido entre los liberales demรณcratas en todas las latitudes. Desde Brexit y, de un Trump al otro, pasando por Lรณpez Obrador y la destrucciรณn de la democracia mexicana: ha habido cambios tan radicales y negativos que son irreversibles. La historia se ha vuelto un “antes” y un “despuรฉs”. El daรฑo puede contenerse pero llegรณ para quedarse. Frum habla de la violencia de los manifestantes trumpianos del 6 de enero de 2021. Fracasaron en su intento de impedir que se reconociera la victoria de Biden, pero rompieron la tradiciรณn de la transiciรณn pacรญfica del poder, y la violencia quedรณ ahรญ. Los norteamericanos podrรกn tambiรฉn contener el daรฑo ahora, pero en el futuro, cada aspirante a dictador en Estados Unidos sabrรก que puede intentar dar un golpe de Estado y, aunque fracase, regresar de nuevo a la Casa Blanca y tratar de hacerlo otra vez. ~
Publicado en Reforma el 1/XII/24.
Estudiรณ Historia del Arte en la UIA y Relaciones Internacionales y Ciencia Polรญtica en El Colegio de Mรฉxico y la Universidad de Oxford, Inglaterra.