ยฟCรณmo harรกn las grandes maestras encanecidas y los guรญas que saben y han visto mucho, para lidiar analรญticamente con la constante repeticiรณn del terror?
Me hago esta pregunta al observar la cabeza de un presidente municipal expuesta sobre una camioneta despuรฉs de gobernar por seis dรญas el municipio de Chilpancingo en Guerrero. Lo primero que veo es, otra vez, el desafรญo criminal a las autoridades y lo segundo, una lista que gotea sangre de muchos asesinatos previos. Esto no es nuevo en Guerrero y tampoco es nuevo en las parcelas de los analistas mexicanos. No solo tengo la impresiรณn de que todo estรก dicho por grandes pensadores y diseรฑadores de polรญticas pรบblicas, sino que me percato de que incluso yo me repito. Me repito como lectora y como periodista porque un dรญa hubo desaparecidos, otro niรฑas armadas, un mes militares secuestrados, un aรฑo vimos nacer las autodefensas, un martes protestamos por el periodista asesinado y un fin de semana encontramos miles de huesos amontonados.
Hay por allรญ artรญculos firmados con mi nombre que hablan de la incapacidad del Estado, reportajes coyunturales que buscaron evidenciar la complicidad de autoridades, textos con alertas sobre el crecimiento criminal, anรกlisis con las tendencias del crimen organizado y ensayos largos en los que me esfuerzo por dialogar con autores que explican la gobernanza criminal, las variaciones regionales del Estado fallido, la cogobernanza pacรญfica o sangrienta, el caos anรกrquico cuando nadie tiene la supremacรญa y/o la violenta competencia entre Estado y grupos de poder fรกctico.
He escrito mucho y no soy, ni de lejos, quien mรกs ha puesto palabras al respecto. Es mรกs, no es un tema predominante en mi trabajo y lejos estoy de ser experta, pero soy, como muchos mexicanos, testigo constante de la degradaciรณn del Estado y la instalaciรณn de autoridades mรกs violentas. Al alcalde lo matan los criminales porque pueden, igual que pueden asesinar a un pequeรฑo comerciante o a inocentes en una fiesta.
Los que sรญ son expertos diseccionan hoy nuevamente lo que han dicho infinidad de veces desde hace dรฉcadas sobre policรญas locales, capacidades de inteligencia, colaboraciรณn internacional, corrupciรณn, militarizaciรณn y rentabilidad del negocio. Los vuelvo a leer y esto es el cuento de nunca acabar. Me sรฉ incapaz de aportar un nuevo รกngulo y me cansan las respuestas masticadas de las autoridades cobardes, cรณmplices o ineptas.
El eterno retorno, dice Nietzsche; los planetas que regresan a su alineaciรณn inicial, decรญa Platรณn; el tiempo circular, escribiรณ Borges.
Con ese marco en mente, se supondrรญa que estamos en los albores de un nuevo ciclo. La idea fรญsica y matemรกtica de la historia circular es la repeticiรณn infinita de las combinaciones de la materia finita. En otras palabras, si solo tenemos los elementos 1, 2 y 3 para combinarse, en algรบn momento el 1 y 3 volverรกn a encontrarse exactamente igual. Para tranquilidad nuestra, la historia circular tiene su correlato en las religiones y en los mitos, que incluyen ritos de purificaciรณn, expulsiรณn de demonios y crecimiento personal o social.
En Mรฉxico hicimos lo conducente. Tuvimos elecciones. Cambiamos de presidente. Claudia Sheinbaum nombrรณ a Omar Garcรญa Harfuch como secretario de Seguridad y en una perspectiva optimista se tendrรกn herramientas mejores para enfrentar lo mismo.
Toda la pelรญcula ya la vimos pero es difรญcil saber si eso implica experiencia รบtil y herramientas pertinentes o si estamos metidos en un loop en el que el ser humano no tiene agencia ni construye historia. Lo primero funciona en una visiรณn de linealidad progresiva del tiempo, con libre albedrรญo y capacidad de cambio. Lo segundo es aterrador.
Me refugio en la primera idea, pero veo con claridad que estamos regresando en muchas รกreas de la vida pรบblica al inicio de la pelรญcula. ~
es politรณloga y analista.