Las conversiones de San Pedro

La evoluciรณn ideolรณgica de Pedro Sรกnchez, de candidato centrista y socioliberal a esperanza de la socialdemocracia alternativa, resulta incomprensible.
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La izquierda suele estar obsesionada con las esencias, con la fidelidad y con la pureza de sus ideas. Por eso resulta inexplicable el reciente fervor de los partidarios de Pedro Sรกnchez. La inconsistencia y promiscuidad del candidato socialista solo se explica con una falta total de ideas propias. Sรกnchez votรณ a favor de la reforma constitucional del artรญculo 135 y la defendiรณ sin complejos. Tambiรฉn formรณ parte de la reuniรณn que la aprobรณ. Era una reforma cosmรฉtica, que solo servรญa para dar tranquilidad a los mercados en un momento difรญcil. Luego se arrepintiรณ y ahora quiere revertirla, o al menos aรฑadir a la โ€œestabilidad presupuestariaโ€ la โ€œestabilidad socialโ€. Si de cambios cosmรฉticos se trata, mejor los que le sirvan para ganar votos. La reforma del 135 es un caramelo para la izquierda: es mรกs fรกcil oponerse a ella que explicarla, como ocurre con el TTIP o el CETA. Podemos e Izquierda Unida llevan desde su aprobaciรณn en 2011 hablando de que es una cesiรณn a la dictadura de los mercados. El nuevo Sรกnchez busca los votos que perdiรณ el PSOE que se fueron a Podemos, asรญ que tiene que comprar parte de ese discurso.

En julio de 2014, cuando ganรณ las primarias, Sรกnchez decรญa que sus modelos eran Felipe Gonzรกlez y Matteo Renzi. Defendรญa que bajar impuestos es de izquierdas. Su modelo era socioliberal. Hoy es una especie de hรฉroe de la izquierda alternativa y antiestablishment que critica que la Tercera Vรญa comprรณ el discurso neoliberal, y habla de poscapitalismo, de renta bรกsica, de digitalizaciรณn y de robรณtica. Tras su victoria en 2014, El Paรญs alababa el modelo centrista de Sรกnchez. Dos aรฑos despuรฉs, Sรกnchez criticaba en Salvados a El Paรญs por chantajearle: o se abstenรญa para dejar gobernar a Rajoy o sus editoriales irรญan contra รฉl. Pero iba mรกs allรก: Sรกnchez pintaba una โ€œconspiraciรณnโ€ mediรกtica y empresarial en su contra.

Si vas a ser presidente del Gobierno, las presiones son algo comprensible. Y Sรกnchez no parecรญa muy preocupado cuando esa โ€œconspiraciรณnโ€ estaba de su lado cuando era el candidato del aparato en 2014. De hecho, llegรณ incluso a pedir al presidente Telefรณnica, accionista de Prisa, que influyera en la lรญnea editorial de El Paรญs, cuando el periรณdico lo acusaba del descalabro del PSOE y pedรญa su dimisiรณn. Sรกnchez es establishment cuando le funciona y antiestablishment cuando no.

Sรกnchez ha pasado de ser el โ€œguapoโ€ insustancial, el candidato del que se reรญa todo el mundo en Twitter con sus tuits viejos, a ser la esperanza de la izquierda alternativa y moderna, el hรฉroe de las bases. ยฟQuรฉ ha pasado para que se produzca ese cambio? La respuesta es simplemente Susana Dรญaz y las viejas glorias del PSOE. El rechazo a Susana, perfectamente comprensible, ha llevado a considerar a otro polรญtico envoltorio en un mรกrtir.

El gran y รบnico argumento de Sรกnchez es ser una vรญctima: de un โ€œgolpeโ€ interno en el PSOE en 2016, que le echรณ de la secretarรญa general, de una conspiraciรณn mediรกtica contra รฉl, y de ser el candidato contra el establishment que apoya a Susana. Los editoriales de El Paรญs contra Sรกnchez eran duros. Pero convertir una humillaciรณn personal tras una derrota en una causa general y en tu รบnico argumento para la renovaciรณn de la socialdemocracia es ridรญculo. En el programa de Sรกnchez hay ideas interesantes sobre modernizaciรณn del modelo socialdemรณcrata; tienen al menos mรกs sustancia que las de su principal contrincante, Susana Dรญaz, una candidata artificial e insustancial.

Los esfuerzos de Sรกnchez por formar un gobierno en 2016 fueron loables. El programa de reformas que firmรณ con Ciudadanos era una alternativa progresista mucho mejor que un gobierno del PP. Pero es sorprendente la amnesia que de pronto sufre buena parte del PSOE anti-Susana con respecto a Sรกnchez. A veces es injusto rescatar posturas pasadas en un polรญtico: es sano cambiar de opiniรณn. El problema con Sรกnchez es que ni siquiera sabemos si ha cambiado de opiniรณn. No sabemos lo que piensa realmente. Y en eso se parece demasiado a Susana Dรญaz.

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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).


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