Rusia atacรณ anoche [por ayer] a Ucrania. Los peores temores se han confirmado. El alcance de la invasiรณn no se conoce del todo, pero ya estรก claro que los militares rusos han atacado objetivos en todo el paรญs, no solo en el sureste (a lo largo de la frontera de las llamadas “repรบblicas populares”). Esta maรฑana [por ayer], los ucranianos de varias ciudades se han despertado con explosiones.
Vladimir Putin ha dejado claro el objetivo militar de la operaciรณn: la rendiciรณn completa del ejรฉrcito ucraniano. El plan polรญtico sigue sin estar claro, pero quizรก lo mรกs probable es que implique el establecimiento de un gobierno prorruso en Kiev. Los dirigentes rusos suponen que la resistencia se romperรก rรกpidamente y que la mayorรญa de los ucranianos de a pie aceptarรก obedientemente el nuevo rรฉgimen.
La caรญda del rublo
Las consecuencias sociales para la propia Rusia serรกn obviamente graves. Ya por la maรฑana, incluso antes de que se anunciaran las sanciones occidentales, las bolsas rusas se desplomaron y la caรญda del rublo batiรณ todos los rรฉcords.
El discurso de Putin en el que anunciรณ el estallido de la guerra representaba el lenguaje desnudo del imperialismo y el colonialismo. En este sentido, el suyo es el รบnico gobierno que habla tan descaradamente como una potencia imperialista de principios del siglo XX.
El Kremlin ya no es capaz de ocultar su odio a Ucrania tras otros agravios โincluso la ampliaciรณn de la Organizaciรณn del Tratado del Atlรกntico Norteโ y su deseo de dar una “lecciรณn” punitiva al paรญs. Estas acciones van mรกs allรก de los “intereses” racionalmente entendidos y se sitรบan en el รกmbito de la “misiรณn histรณrica”, tal y como la entiende Putin.
Oposiciรณn aplastada
Desde la detenciรณn de Alexei Navalny en enero de 2021, la policรญa y los servicios de seguridad han aplastado prรกcticamente a toda a la oposiciรณn organizada en Rusia. La organizaciรณn de Navalny fue considerada “extremista” y desmantelada, las manifestaciones en su defensa se saldaron con unas 15.000 detenciones y casi todos los medios de comunicaciรณn independientes fueron clausurados o calificados de “agentes extranjeros”, lo que limita gravemente su funcionamiento.
Las manifestaciones masivas contra la guerra son improbables: no hay ninguna fuerza polรญtica capaz de coordinarlas y la participaciรณn en cualquier protesta callejera โincluso un piquete de una sola personaโ se castiga rรกpida y severamente. Los medios activistas e intelectuales de Rusia estรกn conmocionados y desmoralizados por los acontecimientos.
Una seรฑal de aliento es que en la sociedad rusa no se percibe un apoyo claro a la guerra. Segรบn el Centro Levada, la รบltima agencia independiente de encuestas (tachada a su vez de “agente extranjero” por el gobierno ruso), el 40% de los rusos no apoya el reconocimiento oficial de las “repรบblicas populares” de Donetsk y Luhansk por parte de las autoridades rusas, aunque el 45% sรญ lo hace.
Es inevitable que se produzcan casos de “agrupamiento en torno a la bandera”. Sin embargo, es sorprendente que โa pesar del control total de los principales medios de comunicaciรณn y de un espectacular despliegue de demagogia propagandรญstica en la televisiรณnโ el Kremlin sea incapaz de fomentar el entusiasmo por la guerra.
Un mensaje sencillo
No ocurre hoy nada parecido a la movilizaciรณn patriรณtica que siguiรณ a la anexiรณn de Crimea en 2014. En ese sentido, la invasiรณn de Ucrania desmiente la teorรญa popular de que la agresiรณn exterior del Kremlin siempre tiene como objetivo apuntalar la legitimidad interna.
Por el contrario, si acaso, esta guerra desestabilizarรก el rรฉgimen e incluso amenazarรก su supervivencia hasta cierto punto. El “problema de 2024” โla necesidad de presentar como un espectรกculo convincente la reelecciรณn de Putin, cuando los rusos vuelvan a elegir presidenteโ sigue sobre la mesa.
La izquierda de todo el mundo debe unirse en torno a un mensaje sencillo: no a la invasiรณn rusa de Ucrania. No hay ninguna justificaciรณn para las acciones de Rusia: provocarรกn sufrimiento y muerte. En estos dรญas de tragedia, hacemos un llamamiento a la solidaridad internacional con Ucrania.
Traducciรณn de Daniel Gascรณn.
Publicado originalmente en Jacobin.