En Estados Unidos, hace campaƱa es bastante sencillo. Recaudas fondos, reĆŗnes voluntarios, y usas lo anterior para ir de puerta en puerta, convenciendo a posibles votantes de ofrecer mĆ”s donativos y pidiĆ©ndoles su voto. Pero, ĀæquĆ© pasa cuando ya no puedes ir de puerta en puerta? ĀæCuando la economĆa se desploma y la gente se encierra?
A lo largo y ancho de este paĆs, el coronavirus no solo ha devastado la marcha de los negocios, con el cierre de tiendas y oficinas, sino que ha perturbado el proceso electoral, siendo el mayor trastorno hasta ahora la postergaciĆ³n de las elecciones primarias en Ohio. Sabes que algo no estĆ” bien cuando una crisis de salud pĆŗblica se transforma en una crisis polĆtica. Muchos estados han propuesto expandir el voto por correo como una panacea polĆtica para esta pandemia, pero dado que solo la mitad de los estadounidenses vota, no creo que esa sea la soluciĆ³n, o al menos no una que nos pueda ayudar a ganar en nuestra campaƱa.
Soy el coordinador de la campaƱa de Christine Conforti, candidata por el cuarto distrito de Nueva Jersey a la CĆ”mara de Representantes de Estados Unidos. Nueva Jersey estĆ” en la lĆnea de frente de la epidemia de Covid-19 en el paĆs, siendo el cuarto estado con mayor nĆŗmero de casos hasta el 19 de marzo. A lo largo de la Ćŗltima semana, conforme el nĆŗmero de casos fue en aumento y el gobernador endureciĆ³ las medidas de cierre de lugares pĆŗblicos y distanciamiento social, notĆ© que cada menos gente contestaba nuestras llamadas y aĆŗn menos nos recibĆa en su casa. Christine incluso recibiĆ³ a travĆ©s de las redes sociales algunos mensajes de habitantes locales, alarmados de que ella estuviera llamando a sus puertas. Supimos que necesitĆ”bamos un cambio.
Un efecto secundario de la pandemia es el pĆ”nico. Nuestros mayores retos han reunir fondos y entablar contacto con votantes en medio del caos. ĀæPor quĆ© habrĆa alguien de donar a tu campaƱa cuando se avecina una recesiĆ³n econĆ³mica? Debes atravesar sus miedos con honestidad bruta e idealista, pues de otro modo perderĆ”s la conexiĆ³n humana con el votante. El reto es seguir hablando con la gente de una forma tal que reduzcas esos miedos, ponerlos al dĆa de las noticias locales y respetar en todo momento las normas impuestas en favor de la salud pĆŗblica. Nuestra respuesta es usar solamente los canales digitales. No tenemos alternativa, nadie la tiene. Buscamos ser informativos e ingeniosos. Nuestras mejores herramientas han sido las redes sociales (en particular Instagram), las reuniones pĆŗblicas a travĆ©s de Zoom, y nuestra plataforma para el envĆo masivo de mensajes de texto. Mandamos esos mensajes para informar a los votantes de cuĆ”ndo se va a llevar a cabo la siguiente reuniĆ³n pĆŗblica, pero tambiĆ©n sobre noticias locales relacionadas con las medidas frente a la epidemia o cambios en las votaciones. Por estos medios logramos no solo alertar a los votantes y a los voluntarios, sino tambiĆ©n afinar nuestras bases de datos y saber mĆ”s acerca de las personas a quienes nos dirigimos, por ejemplo, su historial de votos, sus caracterĆsticas demogrĆ”ficas, etc.
Lo que viene a continuaciĆ³n es un misterio. Si pudiera, le preguntarĆa a Woodrow Wilson o a Venustiano Carranza cĆ³mo manejaron la epidemia de la gripe espaƱola hace un poco mĆ”s de un siglo. Se han cancelado muchas convenciones en Nueva Jersey, sin que se anticipe cuĆ”ndo se llevarĆ”n a cabo. Se trata de un territorio polĆtico inexplorado para los estadounidenses, y en medio de Ć©l solo encuentro alivio y contacto humano por medio de mi telĆ©fono y mi computadora portĆ”til. Cada llamada que hago, cada mensaje de texto que mando y cada nueva donaciĆ³n que llega mediante ActBlue me acerca un poco a una sensaciĆ³n de normalidad y estabilidad y tambiĆ©n, espero, a una victoria en esta elecciĆ³n.
es ensayista. Vive en San Antonio, Texas.