ยฟVer televisiรณn hace a la gente estรบpida? ยฟLa gente estรบpida tiene mรกs posibilidades de votar a partidos populistas? ยฟY esos efectos pueden durar aรฑos, o incluso decenios? Si me hubieras preguntado hace unos dรญas, habrรญa sido muy escรฉptico con estos argumentos. Se parecen demasiado al tipo de cosa que las personas con educaciรณn quieren creer. Pero un meticuloso nuevo estudio publicado en la American Economic Review, una de las revistas mรกs prestigiosas en el terreno de las ciencias sociales, sugiere que podรญa haber algo de cierto en esos tรณpicos.
En el estudio, tres economistas, Ruben Durante, Paolo Pinotti y Andrea Tesei, fueron capaces de aportar pruebas sรณlidas para un asombroso conjunto de conclusiones: ver mucho la televisiรณn de entretenimiento parece tener un impacto adverso en tu inteligencia. Y tambiรฉn hace que tengas mรกs posibilidades de votar a partidos populistas.
Hasta finales de la dรฉcada de 1970, la televisiรณn italiana era una cosa seria. Los รบnicos canales nacionales los dirigรญa la RAI, la emisora estatal. De media, la RAI solo emitรญa unas diez horas al dรญa. Casi dos tercios de su contenido consistรญan en noticias serias o programas educativos. Incluso los anuncios tenรญan que alcanzar altos estรกndares morales; los anuncios de comida para animales, por ejemplo, no podรญan mostrar imรกgenes en movimiento de perros o gatos. Parece que los directivos de la RAI consideraban inapropiado que las empresas vendieran comida para Fluffy o Rover cuando en el Tercer Mundo se padecรญan hambrunas.
Todo esto cambiรณ cuando Silvio Berlusconi, uno de los empresarios mรกs ricos de Italia, empezรณ a comprar emisoras regionales en los aรฑos ochenta. Aunque los tribunales italianos declararon repetidamente que sus actividades eran ilegales, los estrechos contactos de Berlusconi con polรญticos importantes le permitieron comprar la primera cadena privada italiana, Mediaset.
La diferencia entre la RAI y Mediaset era tan grande como la que hay entre las cadenas estadounidenses de los aรฑos sesenta y los programas de televisiรณn por cable de la dรฉcada de 2010. Menos del 10% del contenido de Mediaset consistรญa en noticias o programas educativos. Mientras que la RAI dedicaba horas a mostrar a serios profesores y polรญticos que debatรญan los asuntos mรกs acuciantes del momento, los canales de Berlusconi se regodeaban en el mรญnimo comรบn denominador. En uno de los programas mรกs infames de Mediaset, una modelo se quitaba una prenda cada vez que un concursante respondรญa correctamente una pregunta, o tenรญa un lanzamiento afortunado en la ruleta; cuando estaba (casi) desnuda, ganaba.
La introducciรณn gradual de las redes de Berlusconi en diferentes regiones italianas hace posible estudiar el efecto que la televisiรณn de entretenimiento tenรญa en el comportamiento de los votantes. Por ejemplo, Durante, Pinotti y Tesei vieron que partes de Italia que tuvieron acceso mรกs temprano a Mediaset tenรญan mรกs posibilidades de votar a Forza Italia, el nuevo partido polรญtico de Berlusconi, en 1994, cuando apareciรณ por primera vez en el escenario polรญtico.
El impacto persistiรณ a lo largo de las dรฉcadas de 1990 y 2000, con regiones expuestas a Mediaset antes que otras votando profusamente a Berlusconi. Para verificar que Mediaset era el factor relevante, los autores compararon ciudades y pueblos que podรญan obtener buena recepciรณn con lugares vecinos que tenรญan mala conexiรณn a causa de los obstรกculos fรญsicos, como una cordillera. Sorprendentemente, los italianos que tenรญan buen acceso a Mediaset por azarosas razones geogrรกficas votaron mรกs a los populistas que sus vecinos que no.
Entre los italianos de mรกs edad, los autores del estudio argumentan que โel mayor apoyo a Forza Italia se podrรญa atribuir a su exposiciรณn a los informativos claramente pro-Berlusconi de Mediasetโ. Cuanto antes hubieran estado expuestos a Mediaset, cuanto mรกs lo veรญan, mรกs fรกcilmente eran manipulados cuando los presentadores de Mediaset elogiaban a Berlusconi. Es bastante simple.
ยฟY quรฉ hay de los italianos mรกs jรณvenes? Segรบn los autores, los consumidores habituales de la televisiรณn de entretenimiento preferรญan a Berlusconi porque tenรญan desventajas cognitivas. Los italianos que veรญan mucho Mediaset antes de los diez aรฑos obtenรญan peores resultados en pruebas numรฉricas y de lectura, segรบn el estudio. Y cuanto mรกs expuestos estaban los reclutas del ejรฉrcito italiano a la televisiรณn de entretenimiento, mรกs probable era que estuvieran exentos de realizar el servicio militar porque no lograban superar los requisitos mรญnimos de inteligencia.
Esta desventaja favorecรญa a Berlusconi, dice la teorรญa, porque los partidos populistas atraen de manera deliberada a votantes que estรกn menos informados sobre polรญtica. Antes de ser presidente, Donald Trump dijo, en una declaraciรณn cรฉlebre: โMe encanta la gente con poca educaciรณnโ. De forma similar, en los seminarios que Berlusconi organizaba para los miembros de su partido que se presentaban a las elecciones por primera vez โmuchos de ellos, por cierto, habรญan sido comerciales de Mediaset en vidas anterioresโ subrayaba la importancia de dirigirse a la gente corriente: el votante mediano, les decรญa, dejรณ de estudiar antes de los 18, y nunca habรญa sido el mejor de la clase.
Al analizar las apariciones televisivas de Berlusconi, Durante, Pinotti y Tesei vieron que de manera consistente โadoptaba un estilo de comunicaciรณn mucho mรกs simple que otros partidos y lรญderesโ. El resultado es que funcionaba mucho mejor entre ciudadanos menos educados. En conjunto, esto sugiere que โuna exposiciรณn temprana a la televisiรณn de entretenimiento influรญa en las preferencias polรญticas a travรฉs del empobrecimiento de las destrezas cognitivasโ.
Durante dos largas dรฉcadas, Berlusconi fue un maestro sin rival a la hora de prometer a los italianos soluciones fรกciles para problemas complicados. Cuando sus promesas no se cumplieron, la paciencia de sus compatriotas se terminรณ. El principal beneficiario fue el Movimiento Cinco Estrellas, un nuevo partido populista que fundรณ el cรณmico Beppe Grillo. Aunque habรญa surgido en la izquierda en vez de en la derecha, y no elogiaba a Berlusconi sino que se oponรญa a รฉl ruidosamente, el Movimiento Cinco Estrellas compartรญa su estilo populista. Como muestran Durante, Pinotto y Tesei, tambiรฉn adoptaba un lenguaje muy simple, y prometรญa defender al pueblo frente a una รฉlite que no rendรญa cuentas.
La exposiciรณn temprana a la televisiรณn de entretenimiento no solo hizo que los ciudadanos italianos tuvieran mรกs posibilidades de votar a Berlusconi en los aรฑos noventa; tambiรฉn hacรญa mรกs probable que votaran por Grillo en los aรฑos 2010. La enemistad entre Grillo y Berlusconi hace que este efecto sea mรกs llamativo. Puesto que Mediaset nunca inflรณ a Grillo como habรญa hecho con Berlusconi, la propaganda directa no puede explicar el patrรณn de voto. Quizรก Mediaset habรญa contribuido a que los espectadores favorecieran llamamientos simplistas, populistas. Aquรญ, por tanto, hay pruebas de que la mala televisiรณn puede vulgarizar el discurso polรญtico, y favorecer a movimientos populistas, incluso dรฉcadas antes de que llegaran por primera vez.
Al evaluar los estudios de ciencias sociales, merece la pena recordar un principio simple: cuanto mรกs contraintuitivo sea un descubrimiento, mรกs fuertes serรกn las pruebas requeridas para creerlo. Hace unas dรฉcadas, un cรฉlebre estudio de dos respetados politรณlogos sostenรญa que los ataques de tiburรณn en la costa de Nueva Jersey redujeron el voto a Woodrow Wilson cuando se presentรณ a la reelecciรณn en 1916. Los ataques, decรญa la teorรญa, habรญan alejado a los turistas y arruinado la economรญa local. Aunque Wilson no tenรญa la culpa, los votantes le castigaron por sus problemas.
La historia era un resumen perfecto de la creencia, que compartรญan un creciente nรบmero de estudiosos, de que los votantes son totalmente irracionales. Pero cuando algunos politรณlogos mรกs jรณvenes intentaron replicar el estudio original, concluyeron que los tiburones quizรก no le habรญan costado a Wilson ningรบn voto. La historia quizรก fuera demasiado perfecta para ser cierta.
La metodologรญa que Durante, Pinotti y Tesei utilizan es lo bastante sofisticada como para que me tome en serio sus hallazgos. Parece posible que el impacto de Mediaset en la televisiรณn italiana haya sido tan duradero y prolongado como dicen. Pero mientras otros investigadores no hayan tenido tiempo de encontrar agujeros en su argumento, y de jugar con sus datos, me abstendrรฉ de comprar sus conclusiones. Solo alguien cuyo cerebro ha sido hecho papilla por ver demasiado entretenimiento televisivo comprarรญa un argumento que encaja con los presupuestos ideolรณgicos de la รฉlite tan bien como este.
Traducciรณn del inglรฉs de Daniel Gascรณn.
Yascha Mounk es director de Persuasion.