Lo peor que puede ocurrirle a un país es el deterioro de sus valores democráticos. Cuando la política pierde la brújula moral, las instituciones comienzan a corroerse y, con ellas, el resto de la sociedad. En los últimos días, Estados Unidos ha vivido dos episodios que son síntomas de un malestar alarmante.
Desde la elección del 2000, el país ha pasado de un trago amargo a otro enfrentado con la amenaza del terrorismo y la tentación autoritaria tan evidente en el gobierno de George W. Bush. Nunca, sin embargo, se había escuchado una declaración que rechazara, sin cortapisas, el ejercicio democrático. Ahora, gracias al vicepresidente Richard Cheney, hay evidencia innegable de la poca importancia que le da el gobierno a la opinión de la mayoría, raíz de la vida democrática. Hace unos días, en una entrevista con la reportera de ABC Martha Raddatz, Cheney respondió con un sonoro ¿Y qué? cuando se le preguntó qué opinaba de que la mayoría de los estadounidenses reprueban hoy la guerra en Irak. La respuesta de Cheney resume, en dos palabras, todo lo que hay de malo en la Casa Blanca de George W. Bush: un gobierno que desdeña la democracia es un gobierno indigno de un país como Estados Unidos.
Pero no sólo se cuecen habas del lado republicano. En su obsesión con alcanzar el poder, Hillary Clinton ha planteado una posibilidad que no sólo atenta contra los valores democráticos sino que vulnera el sistema electoral que crearon los fundadores del país. A sabiendas de que la lucha por la candidatura demócrata se le ha complicado quizá sin remedio, la señora Clinton ha deslizado la posibilidad de que los delegados que representen a los estados en la convención de Denver le den la espalda a la voluntad original de sus electores y se vayan por la libre, votando según su ¨conciencia¨ y no de acuerdo al mandato de los sufragantes. Esto no es otra cosa que una puñalada al proceso democrático. Si el partido demócrata la permite, habrá dejado que ocurra un atentado contra el espíritu mismo del país.
– León Krauze
(Ciudad de México, 1975) es escritor y periodista.