El auditorio, de nuevo

Desde hace catorce aรฑos el auditorio de la Facultad de Filosofรญa y Letras de la UNAM ha estado en poder de diversas bandas โ€“o "colectivos".ย 
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Hace catorce aรฑos que el auditorio “Justo Sierra” de la Facultad de Filosofรญa y Letras de la UNAM ha estado en poder de diversas bandas –o “colectivos”, como dispone que se diga el sutil diccionario de la fe contestataria (el mismo que llama “resolutivos” a los chantajes y “activismo” a los hechos de fuerza). 

Es una fe hecha de dogmas severos y liturgias petrificadas; una intoxicaciรณn de nihilismo, jolgorio e impunidad. Confusas pulsiones “anarquistas” instrumentadas con tรกcticas fascistas. Es una fe de fรกcil definiciรณn: recubre intereses privados de “acto revolucionario”, endiosa como “resistencia” su berrinche, traviste de “militancia” su autoritarismo.

Son los “colectivos” excluyentes. Al exclusivizar una propiedad del pueblo, es al pueblo al que expulsan de su “colectivo”. Su justificaciรณn es un sinsentido que ni siquiera roza al humor: la posesiรณn del auditorio “sirve para la organizaciรณn de los universitarios y del movimiento social independiente”. ¿Cuรกles universitarios? Sรณlo ellos. ¿Independiente de quรฉ o quiรฉn? De todo, menos de sรญ mismos.

Es una “organizaciรณn de universitarios” que se arroga privilegios que denuesta en sus “adversarios histรณricos”: su autoritarismo es superior al de la autoridad; su considerarse “pueblo” les permite asumirse como excepciรณn de lo popular; su repudio a la fuerza pรบblica incluye la apologรญa de su fuerza privada; su odio al mercado convierte en mercado un inmueble educativo para vender bienes y servicios a su clientela privada; su adversidad contra “lo privado” se practica… privatizando. 

Esta “organizaciรณn de los universitarios” es, en su delirio, mรกs universitaria y mรกs organizada que la universidad pรบblica misma. Su “movimiento social” se opone al movimiento social por excelencia: el educativo. Y aรบn si realmente fuesen una “organizaciรณn” y un “movimiento social”, ¿de quรฉ dimana su representatividad, de dรณnde su autoridad para atentar contra otros movimientos y organizaciones?

Dimana de una fuerza sui generis, pero fuerza al fin. Deriva de “usos y costumbres” consagrados hace dรฉcadas por la idea de que un “movimiento estudiantil” posee autoridad moral absoluta e instantรกnea sobre lo que sea y dispensa implรญcita del rendimiento de cuentas; que se trata de una excepcionalidad con poderes superiores a los de cualquier comunidad de personas y al margen de toda ley o reglamento. Ya sรฉ que los “okupas” no son un “movimiento estudiantil” sino “social” –como proclaman–, pero su manera de actuar aprovecha el legado de esa –llamรฉmosle– tรกctica inmueble que los movimientos estudiantiles suelen reservarse. 

Hay una impaciencia comprensible ante el autoritarismo que imponen estos empresarios. Y una obvia tensiรณn ante el hecho de que ahora han recurrido ademรกs a los garrotes –a su fuerza privada– para reรฑirse el botรญn con otros empresarios. Y, desde luego, hay titiriteros que ven en esos “distinguidos y dignos” muchachos un “poder popular” de fรกcil manipulaciรณn que, en  dรญas aciagos, aumenta su plusvalรญa disruptiva.

Los dogmas de tales empresarios serรญan imposibles de no basarse en otro: la fuerza pรบblica no debe hollar territorio escolar. Todo sainete, si ocurre en zona de aulas, incluye, pues, una extraterritorialidad legal. Por “uso y costumbre”, recurrir a la fuerza pรบblica supone defenestrar autoridades. Inermes como estรกn, atrapadas por ese equรญvoco utilitario, carecen de medios para imponer la utilidad superior de la instituciรณn. Un irritante nudo gordiano que opta, ante la dimensiรณn de las consecuencias de un obrar, por una paciencia a la que le rechinan los dientes. ¿Puede ser de otro modo?

Toda la UNAM, absolutamente toda –incluyendo ideรณlogos que en otras ocasiones han gritado “¡Violaciรณn a la autonomรญa!”– reclaman hoy que regrese al pueblo una propiedad del pueblo. Pero a nombre del “pueblo”, los empresarios han dicho, de nuevo, NO. Ojalรก se percatasen de su autoritarismo y se resignasen a ser universitarios. Ojalรก prevalezca el verdadero movimiento social, el que no requiere de comillas. Ojalรก se entendiera que la autonomรญa incluye que la UNAM es autรณnoma de cualquier grupo polรญtico, o partido, o “colectivo”… 

(Publicado previamente en el periรณdico El Universal)

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Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.


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