El pasamontaƱas ovalado

Durante los dĆ­as posteriores al levantamiento zapatista, un recuento de lo que escribĆ­a la prensa sobre el subcomandante Marcos
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La nueva metamorfosis del nunca suficientemente proteico subcomandante “Marcos” me recordĆ³ cuando decidiĆ³ liberar MĆ©xico hace veinte aƱos. En ilotĆ©mpore yo escribĆ­a una columna que se llamaba “Cartas de Copilco” en la revista Vuelta. La revista entraba a imprenta a mediados del mes, asĆ­ que fui escribiendo sobre lo que, los primeros dĆ­as, iba diciendo la prensa sobre el levantamiento. EscribĆ­ por ejemplo:

(3 de enero) Dice la prensa que el Comandante Marcos es de sexo masculino, cara ovalada, cejas pobladas, mentĆ³n [esto estĆ” en blanco], ojos grandes y boca regular. Este “retrato hablado” lo firma la DirecciĆ³n de IdentificaciĆ³n y CriminalĆ­stica  de la DirecciĆ³n de Servicios Periciales de la ProcuradurĆ­a General de la RepĆŗblica. Para agregarle veracidad, el reporte trae anexo un dibujo que muestra la cara del 99.7% de la gente que se ve en la calle, incluyendo la de sexo femenino. (Si el mentĆ³n fuera visible, bajarĆ­a a 99.6%.) Este retrato hablado lo firma con gran estilacho un perito llamado Ismael. ¿CĆ³mo le hace la ciencia criminalĆ­stica mexicana para saber que se trata de un masculino? ¿En quĆ© consistirĆ” una “boca regular”? ¿en que no tiene tres labios? Otras caracterĆ­sticas del Comandante Marcos: 1) “Habla dos idiomas con mucha seguridad en lo que habla”. AsĆ­ dice. 2) “Usa pasamontaƱas”. Bueno, pues estĆ” fĆ”cil: para localizarlo basta encontrar a uno que use pasamontaƱas, quitĆ”rselo y ver si es de sexo masculino y tiene la cara ovalada, y luego hablarle en muchos idiomas y ver si capta por lo menos dos y listo.

(5 de enero) El gobierno llama “transgresores” a los alzados. Por ejemplo, el diputado GĆ³mez declara haciendo gala de un gran poder de deducciĆ³n: “Los transgresores destruyen instalaciones elĆ©ctricas para entorpecer el servicio de energĆ­a elĆ©ctrica.” Un diputado de oposiciĆ³n habla en la tribuna sobre el EjĆ©rcito Zapatista. El sagaz diputado del PRI Jaime del RĆ­o lo interpela: “Por su afirmaciĆ³n entiendo que usted lo conoce. ¿Lo puede usted identificar?” Pues sĆ­. De hecho todos podemos: es de sexo masculino, usa pasamontaƱas, tiene cejas ovaladas y mentĆ³n invisible, etc.  

(6 de enero) La cĆ”mara de diputados convoca solemnemente “a quienes ahora protestan con las armas a que propicien la cesasiĆ³n de hostilidades”. Lograr la cesasiĆ³n es importante porque la bombardeaciĆ³n de pueblos y la despedazaciĆ³n de gente es muy desagradable.

(8 de enero) El diputado del PRI RodrĆ­guez Prats, ovalado de sexo masculino, dice respecto a Chiapas que “ha habido corrupciĆ³n en el ejercicio del poder, ha habido cacicazgos, ha habido demagogia”. HabrĆ­a que ubicar a esos caciques corruptos para que sea cesasionados. El hijo del Gral. AbsalĆ³n Castellanos, exgobernador de Chiapas secuestrado por el EjĆ©rcito Zapatista, declara no entender por quĆ© los indĆ­genas hicieron eso si su padre “en lo personal siempre mantuvo un trato cĆ”lido, de hermano, para ellos”. Entre los bienes que los Zapatistas robaron de la casa del general se cuenta una estatua de Emiliano Zapata hecha de plata.

 (11 de enero) Por primera vez en la historia de MĆ©xico un presidente dice que su secretario de gobernaciĆ³n no funcionĆ³ y lo cesasiona sin motivos de salud. Por primera vez el (nuevo) secretario de gobernaciĆ³n declara “no soy hombre de partido”. Por primera vez el lĆ­der Fidel VelĆ”zquez le lleva la contra a un presidente cuando declara que “no es partidiario del diĆ”logo sino del exterminio”…

Eran dĆ­as complicados, y luego mezclado con las grillas entre Salinas y Colosio y Camacho y todo eso. Octavio Paz me llamĆ³ por telĆ©fono para decirme que no podĆ­a aparecer el artĆ­culo, pues la revista no podĆ­a pronunciarse ante algo tan serio y tan grave sĆ³lo con un artĆ­culo asĆ­. Yo me enojĆ©, pero Octavio tenĆ­a razĆ³n: era epidĆ©rmico y francamente simple. Entonces, a todo vapor y –me parece—gran equilibrio, se preparĆ³ un suplemento que se titulĆ³ “Chiapas: dĆ­as de prueba” que se encartĆ³ en la revista y, aunque con retraso de varios dĆ­as, llegĆ³ a los quioscos.

 Veinte aƱos mĆ”s tarde, el pasamontaƱas sigue siendo ovalado.      

 

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DU

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Es un escritor, editorialista y acadƩmico, especialista en poesƭa mexicana moderna.


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