Una vez más, Letras Libres dedica su tema de portada a Cuba y su inmóvil dictadura. La energía vital de un país detenido en el tiempo para honrar al voraz dios de la utopía. La finca de Castro, patrón inmarcesible con un solo proyecto: morir en el poder. ¡Patria o muerte: moriremos! Si alguna enseñanza podemos extraer del siglo XX es que la felicidad decretada desde el poder es el mejor y más cruel camino para la opresión. Si a eso le sumamos la tradición latinoamericana del caudillo, tenemos el cóctel explosivo de una dictadura que hace de los crímenes de Batista una pálida sombra de los actuales. Sí, Cuba o el viejo y el mal.
Cuba no puede ser sujeto de discusión. Los cubanos tienen prohibido obtener un pasaporte y salir o entrar legalmente de su país; comerciar con los frutos de su trabajo; mudarse de ciudad o casa sin permiso; convivir con extranjeros; acceder a ciertos recintos, exclusivos para turistas; consumir alimentos y productos fuera de la tarjeta de racionamiento; educar a sus hijos en el credo religioso o político que crean adecuado; consultar Internet o la prensa extranjera; trabajar por cuenta propia o protestar en el trabajo oficial; revisar la historia de su país y discutir sus héroes o villanos, o reunirse a hablar sobre los logros y fracasos de su gobierno y compararlo con los logros y fracasos de otros gobiernos. Esto lo saben todos los cubanos: los que padecen la tiranía y los que se aprovechan de ella para sobrevivir. Y lo sabe el mundo entero, salvo aquellos que aún piensan en función de sus creencias atávicas y no de la realidad de los hechos.
En esta ocasión, el ensayista español Antonio Elorza estudia el papel jugado por Cuba en el imaginario español, desde el trauma del 98 hasta nuestros días; el escritor y ex presidente checo Václav Havel y el disidente y líder del Proyecto Varela, Oswaldo Payá, discuten la naturaleza de un régimen totalitario y la forma en que se puede transformar democráticamente desde dentro; los periodistas Bertrand de la Grange y Maite Rico recorren la isla y narran, en un reportaje exclusivo, las condiciones de vida del cubano de carne y hueso; el ensayista político cubano Carlos Alberto Montaner indaga el peso en la vida americana de la próspera comunidad cubana de Florida y su influencia en la vida (la supervivencia) de la isla; Ernesto Hernández Busto, crítico cubano, recuerda los callejones de su educación, presa de la censura y la falta de libertad, y el novelista salvadoreño Horacio Castellanos Moya narra la influencia de la Revolución Cubana en su generación, el sacrificio de muchos en la espiral de represión y violencia que bañó a su país y el dolor de ver la manipulación de su entrega. Por último, el crítico literario y académico de Yale, cubano exiliado en Estados Unidos, Roberto González Echevarría hace el retrato de Alejo Carpentier, una mirada profunda a la vida y la obra de un grande de nuestras letras. –
Dos árboles
Despertó don Miguel de madrugadacon la idea en la mente bien plantada:injertarle el naranjo al limonero.Le tomó liberarlos un día enteroy unirlos tras abrirles el costado.Por pudor o por…
Instrumentos musicales: “Soy el que lleva el contrabajo”
En 1981, Patrick Süskind escribió un monólogo para reivindicar al contrabajo con el mismo buen olfato con que hizo El perfume. ¿Qué pasa al hacer un ejercicio similar tres…
Foraminíferos
La prueba de un foraminífero es su concha: membranoso, aglutinado o calcáreo endoesqueleto citoplasma que fluye por la cámara del foramen hacia la cámara de una…
¿Hay narcos pacifistas?
Reconocer sin dobleces la legitimidad del combate que el Estado mexicano libra contra el crimen organizado no implica aprobar las tácticas específicas utilizadas por el gobierno;…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES