Se acaba de anunciar: murió a los 91 años J. D. Salinger, el penúltimo de los ermitaños literarios (Thomas Pynchon aún vive y aún en el anonimato). Habrá que esperar a ver qué guardó en los cajones todos estos años.
En la revista publicamos una relectura de El guardián en el centeno escrita por Fabrizio Mejía Madrid. Y un texto de Hugo Chaparro Valderrama sobre escritores invisibles.
Aquí, un fragmento de su Franny & Zooey, publicado en 1955 en el New Yorker.
Aquí, un texto de Louis Menand sobre los cincuenta años de El guardián entre el centeno.
– La redacción