Rescribió algunos de los mitos fundamentales de nuestra cultura y supo observar los totalitarismos con despiadada originalidad. Fue el más grande narrador francés de la segunda mitad del siglo xx.
En una cena, una señora muy elegante me cuenta que la esposa de Paul Auster dijo en el diario La Vanguardia que Nueva York y Barcelona se parecen mucho porque ambas son ciudades…