4. Adonis
Quienes hayan tenido la oportunidad de asistir al Festival Internacional de Poesía y Prosa pudieron ser testigos de la potencia retórica del poeta sirio Adonis a quien Edward Said llamó, en una multicitada referencia vuelta ya lugar común, el poeta más atrevido y provocador del mundo árabe. En el siguiente video, grabado durante una lectura en el centro cultural 92Y de Nueva York, el espectador puede observar que la lectura de Adonis tiende a la dramatización sopesada, mínima, de sus manos que acompañan y enfatizan los fonemas alveolares, característicos de las lenguas semíticas; su lectura no canta, relata. A diferencia de otros poetas, su performance no es mélico, la sonoridad de su poesía no es la del canto ritual sino la de la retórica pública.
5. Derek Walcott
Joseph Brodsky dijo que Derek Walcott era el hombre a través del cual vivía el idioma inglés; la riqueza léxica y conceptual de su poesía es uno de los atributos más celebrados por la crítica, se puede pensar que la poderosa imaginería del Caribe se concentra en su poesía como si de un extracto se tratara. La variedad rítmica y melódica de su poesía es reconocida también; aunque no tan celebrada, es igual o más rica que el léxico; su obra es una celebración irreverente de la sonoridad de la poesía occidental, de Homero a Dante a Sain-John Perse. Sin embargo, cuando escucho a Walcott leer su poesía me queda la impresión opuesta, candor y llaneza; incluso desde la presentación del poema se puede observar una afabilidad ajena a muchos poetas, Walcott bromea, ríe, desconfía de la solemnidad antes de la poesía. Creo que hay un valor performático en esta especie de neutralización melódica, una vinculación con los polos de la vida en el Caribe, la paz del sol y la intranquilidad del huracán.
6. José Lezama Lima
Paradiso, la gran novela de Lezama Lima, inicia con la imagen del pequeño José Cemí atormentado por el asma y las ronchas que cubren su cuerpo de cinco años, en varias entrevistas, el autor da cuenta de la importancia del asma (y de la respiración branquial) en su obra. El asma en la obra de Lezama Lima es, más que tema, un principio de la enunciación poética. En el siguiente video, subido por el poeta Aurelio Asiain, escuchamos al poeta de Trocadero leer “Ah que tu escapes”; podría pensarse que la lectura disneica, ondulada (el asma suena a ola que nos sumerge) es circunstancial, un accidente de la lectura en voz alta y no del poema; para quien conozca la poesía de Lezama Lima es claro que la respiración, como sucede en Gonzalo Rojas también, es un constituyente rítmico y estructural de lo poético, una línea de fuga en la interpretación/performance del poema.