Pritzker 2016: una medalla para la vivienda social

El ganador del Pritzker no es un starchitect; su trayectoria ha estado marcada por el interรฉs en la vivienda de masas.ย 
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Por cuarta vez en la historia, el mรกs prestigioso de los premios arquitectรณnicos fue para un latinoamericano. Siguiendo a Luis Barragรกn (1980), Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes da Rocha (2006), el 14 de enero el jurado del premio Pritzker anunciรณ que el ganador de la medalla de este aรฑo era el chileno Alejandro Aravena (Santiago de Chile, 1967). La decisiรณn no cae precisamente de sorpresa, pero rompe con la tendencia de aรฑos anteriores: es la primera vez en casi dos dรฉcadas que el premio se otorga a un arquitecto cuyas obras mรกs representativas son de vivienda social, y no a un starchitect, autor de un edificio de vanguardia o de alguna obra insignia del capitalismo financiero. 

Aunque Aravena no es un arquitecto dedicado รบnicamente a lo social, su trayectoria estรก marcada por el interรฉs en un tema que la arquitectura reciente ha ignorado de forma sistemรกtica: la vivienda de masas. Aunque en Amรฉrica Latina existe una larga trayectoria de arquitectos que han convertido la vivienda social en el tema relevante de su trabajo, en รบltimos aรฑos, y como resultado del debilitamiento institucional, esta tipologรญa parece haber perdido peso como tema de relevancia para los gobernantes, y se ha relegado a una categorรญa inferior: hoy son meras estructuras baratas que se reproducen idรฉnticas en los bordes de las urbes, condenadas al aislamiento, los materiales baratos, y una lรณgica dictada por el negocio, y no por la habitabilidad.

Desde que formรณ el despacho ELEMENTAL en 2001, Aravena ha desarrollado proyectos de vivienda, infraestructura, transporte, asรญ como instituciones culturales y educativas en paรญses como Chile, Estados Unidos, Mรฉxico, Suiza y China. En 2010, luego del terremoto en su paรญs, propuso un plan de reconstrucciรณn para la devastada ciudad de Constituciรณn. Pero quizรก el proyecto mรกs representativo del arquitecto es la Quinta Monroy, en Iquique, ciudad del norte de Chile. Era 2003 y casi un centenar de familias ocupaba ilegalmente un terreno bien ubicado dentro de la ciudad. Aravena propuso integrar a la legalidad a estas familias, primero adquiriendo los terrenos con subsidios y, posteriormente, otorgรกndoles una vivienda mรญnima que podรญa ser extendida, a partir de la autoconstrucciรณn, a casi el doble. La clave de este proyecto era que la vivienda funcionaba como un medio de transformaciรณn, y que podrรญa evolucionar de acuerdo a los medios y necesidades de los habitantes: si al inicio cada familia tenรญa una estructura base, dos plantas de hormigรณn de 30 m2 y los espacios bรกsicos, con el tiempo los propietarios serรญan los constructores que ampliarรญan su propiedad. En “Ciudades radicales”, el crรญtico Justin McGuirk apuntรณ que la notoriedad de este proyecto recaรญa en que “Aravena no diseรฑรณ una soluciรณn para una sola vez, sino un sistema susceptible de ser reproducido. Y lo que necesitan las periferias urbanas del mundo son sistemas pensados para la escasez extrema, no casas bonitas”. 

En la Quinta Monroy prevalece, mรกs que un proyecto arquitectรณnico, la idea de un sistema  o plataforma de trabajo que conjunta la ejecuciรณn, liderazgo y participaciรณn del arquitecto con la comunidad, sin soslayar las polรญticas de vivienda y las lรณgicas financieras que รฉstas articulan. Lejos queda la figura del arquitecto genio que dibuja planos en su restirador y busca experimentar con la forma; Aravena, en cambio, representa un arquitecto que es tambiรฉn un activista, un sujeto capaz de dialogar con el entorno y utilizar las condicionantes del mismo a favor de su proyecto.

Los premios suelen contener un mensaje, y tal vez el de este sea que, en una รฉpoca donde ya mรกs de la mitad de la humanidad vive en ciudades, hay un dรฉficit de vivienda que pone en la cuerda floja el ideal del derecho a un hogar. Se trata de un problema urgente que no puede ignorarse mรกs y que debe ser atendido, en buena medida, por una arquitectura adaptable y que dialoga con el medio, influyente y comprometida no sรณlo con erigir muros, sino tambiรฉn con incrementar el nivel del vida de los habitantes.

 

 

+ posts

Maestra en historiografรญa e historiadora de la arquitectura.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: