Del tercer y último día del congreso sobre internet y blogs re:publica rescato dos conferencias impartidas por mujeres que, cada una en lo suyo, van a la vanguardia.
Blog para sordos
Julia Probst no puede oír ni hablar, pero reniega del calificativo ‘sordomuda’: como en la inmensa mayoría de los sordos de nacimiento, sus cuerdas vocales están en perfecto estado. Precisamente por esa sordera puede producir una gama monótona y muy limitada de sonidos, pero no es muda. “Llámenos sordos, y punto”, pide, “sordomudo es un calificativo erróneo”. Con su blog, Probst nos introduce en el mundo de los sordos y nos muestra el mundo –nuestro mundo– desde una perspectiva que, quienes oímos, desconocemos.
En su divertidísima charla, Probst nos confió los apodos que utilizan los sordos para referirse a los políticos alemanes. Usando el lenguaje de señas, aludió a Angela Merkel, Guido Westerwelle, Gerhard Schröder y otros políticos. Más allá de Alemania, a Obama por ejemplo se le representaba con el mismo signo que Dumbo, pero al ganar las elecciones decidieron crear una nueva mímica que lo representara más respetuosamente.
Como la mayoría de los sordos, Probst es una experta en leer los labios. Se le ocurrió entonces analizar la comunicación de los jugadores y técnicos de la selección nacional alemana durante el Mundial de Sudáfrica. Con ayuda de Twitter y su blog, Probst iba revelando esos improperios que, sólo cuando logramos descifrar, nos causan risa o lástima. Cuando Alemania perdió contra Serbia, todos vimos al furioso entrenador Jögi Löw lanzar una botella al piso. Julia Probst amplifica lo que dice y los micrófonos ausentes o las vuvuzelas nos impidieron escuchar: “¡Mierda, no puede ser!” (“Scheiße, das gibt es doch nicht!”).
Más allá del deporte y el espectáculo, Probst analiza también a los políticos. Aún antes de que saliera la serie de televisión Lie to me, la bloguera se dio cuenta de que las palabras transmiten mensajes pero no necesariamente la verdad. Dejó de prestarle una atención exclusiva a la lectura de los labios de sus interlocutores cuando descubrió que tenía una habilidad grande para descifrar el lenguaje corporal. Y se convirtió pronto en una experta. Probst tiene un ojo entrenado para detectar el momento de la mentira, pues según nos dice, el lenguaje corporal jamás miente. Al mentir, las mujeres por lo general se pasan la mano por el cabello, mientras que los hombres se tocan la nariz. Hay una infinidad de pequeños gestos que nos traicionan pero que discriminamos porque, por lo general, las voces monopolizan nuestra atención. En su blog o en periódicos, Probst analiza con minuciosa cautela el lenguaje corporal y las microexpresiones de los políticos y enlista sus mentiras. Un ejemplo ya conocido es el de Obama, que utiliza el dedo medio cuando se dirige a sus contrincantes (McCain, Hilary Clinton). Ha analizado también a Hitler y Mussolini, a los presidentes estadounidenses de los últimos 50 años y a un sinfín de políticos alemanes. (De cara a las elecciones el próximo año, análisis de este tipo serían de muchísimo interés.)
Como anécdota, nos cuenta por ejemplo cuánto les gusta Italia a los sordos porque los italianos se expresan con el cuerpo de una manera más auténtica. Julia Probst nos enseña a ver el mundo a través de sus ojos, para los que no existen casi secretos.
Blogs de moda
La periodista Anna Weilberg trabaja para Elle y en Alemania es considerada pionera en la investigación de blogs dedicados a la moda (fashion blogs). En re:publica presentó los resultados de sus investigaciones.
Aunque empezaron en 2002, los blogs de moda alcanzaron verdadera atención en 2005 y 2006. En esta brevísima historia, Weilberg distingue tres tipos de blogs de moda:
1. Streetsyle: un blogger presenta una colección de fotografías tomadas en la calle con la intención de inspirar a los lectores. Estos bloggers se han vuelto líderes de la moda y han llegado a las primeras filas en las pasarelas. Su éxito radica en que muestran gente de la calle, ‘democratizando’ la moda, que había estado siempre en manos de las revistas especializadas y de modelos profesionales. Ejemplos: The Sartorialist y Facehunter.
2. Personal style: funciona a manera de diario de moda (fashion diary), por lo general femenino. Para abrirse un nuevo canal de publicidad, los diseñadores financian los vestuarios de las chicas, quienes le dan difusión. Ejemplos: Blog de Betty y Fashion Toast.
3. Info-fashion: el blog es hecho por un equipo editorial auspiciado por una revista o incluso una tienda para imprimirle espontaneidad a las notas que no quedan en la publicación o el catálogo impresos, y complementarlas con música y videos. Ejemplos: Flypaper de la tienda Bluefly, o Style File de la revista Style.
Hasta hace pocos años, el ciclo de la moda era: diseño de la prenda, producción, presentación a un público especializado, selección y evaluación por parte de los líderes de moda y periodistas y, finalmente, adopción por parte del público. En cualquier caso, si se pretende establecer una moda, sin duda es imprescindible llegar a las masas. Esto lo alcanzaban tradicionalmente los líderes de opinión, periodistas y estrellas de cine, pero con el advenimiento del internet, está también ya al alcance de los bloggers pues, como observa Claire Allen, la moda ha dejado de ser un dictado desde una instancia superior para convertirse en un diálogo. Al convertirse en líderes de opinión venidos desde la calle, los bloggers han trastocado el sistema de la moda.
Los blogs y las revistas han establecido una simbiosis al mantener diferentes discursos y atender distintas necesidades de los lectores. Para que esta complicidad funcione es condición que cada medio se concentre en sus puntos fuertes: el blog se revela veloz, personal, subjetivo/individual, apuesta por identificarse con el lector; la revista, en cambio, tiene un espectro temporal mucho más largo, escenifica y estiliza la moda, tiene textos más amplios y mejor preparados.
La pregunta importante es qué rol juegan los blogs en el sistema de la moda. Weilberg cifra su éxito en el hecho de haber llenado un vacío: si antes la moda se escenificaba como glamorosa, ahora se presenta como algo personal y cotidiano, no tan estilizado ni especializado. Internet ha posibilitado la creación de plataformas para un discurso colectivo, hasta entonces era inexistente.
El éxito de un blogger se basa en su carácter personal, la presentación de su subjetividad a través de opiniones, un estilo en el diseño, un contenido fuerte, un atento cuidado de la netiquette y una interacción con sus lectores. Weilberg observa que cuanto más personal sea el blog de moda, más comentarios recibe.
Clasifica entonces los comentarios en diferentes categorías: de alabanza, de crítica, preguntas, que completan la información y otros misceláneos. Según Weilberg, los bloggers de Personal style reciben el número más alto de alabanzas, por lo que se han convertido en importantes líderes de la moda. Se entiende entonces que Tillman Prüfer, el editor de ‘Estilo’ de ZEITmagazin, profetice que los bloggers de hoy son los editores de mañana.
(Imagen: shaumburg/re:publica 2011)
Doctor en Filosofía por la Humboldt-Universität de Berlín.