Seรฑor director:
Libelo, es, de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Espaรฑola, un "escrito en que se denigra o infama a personas o cosas". Libelo es el artรญculo titulado "Cรณmplices del terror", aparecido en el mรกs reciente nรบmero de la revista Letras Libres firmado por su subdirector, Fernando Garcรญa Ramรญrez.
Cรณmplice es, segรบn el mismo libro, el "participante o asociado en un crimen" o la "persona que sin ser autora de un delito coopera en su perpetraciรณn por actos anteriores o simultรกneos". El subdirector de Letras libres acusa a La Jornada, sin proporcionar una sola prueba, de cometer un grave delito: ser cรณmplice del terror.
Sin el menor respeto por la verdad, Garcรญa Ramรญrez miente, deforma los hechos y calumnia a La Jornada. Segรบn รฉl, este diario se encuentra "al servicio de un grupo de asesinos hipernacionalistas", ha firmado un acuerdo con el periรณdico Gara, y manipula informativamente "la malograda presencia de Garzรณn en el reclusorio oriente".
La Jornada ha establecido convenios de colaboraciรณn con periรณdicos y revistas de otros paรญses, como Il Manifesto y Carta en Italia; Le Monde Diplomatique en Francia; Pรกgina 12 en Argentina, o Gara en el paรญs Vasco, por citar algunos casos. Ha firmado tambiรฉn otro tipo acuerdos como el suscrito con The Independent, de Inglaterra. En la relaciรณn establecida con Gara no hay ilรญcito alguno. Gara es un medio informativo legal, al que la ofensiva antinacionalista vasca del gobierno de Josรฉ Marรญa Aznar no ha podido cerrar. La Jornada tiene en el diario abertzale una fuente de informaciรณn inigualable sobre un asunto central en la Europa contemporรกnea, y muy en especial, en el Estado espaรฑol, de estos tiempos.
Es cierto que La Jornada se refiere a ETA en sus informaciones (no en sus editoriales) como "organizaciรณn independentista" o como "organizaciรณn separatista" y no como "banda asesina" u "organizaciรณn terrorista", tal y como el gobierno espaรฑol ha pretendido que se haga. Pero se equivoca el subdirector de Letras Libres al suponer que esta orientaciรณn editorial proviene del acuerdo con Gara, entre otras razones porque la precede. No somos el รบnico medio en seguir esta polรญtica editorial. Desde hace muchos aรฑos la agencia inglesa Reuters decidiรณ no usar la palabra terrorista para describir a individuos, organizaciones o actos, "ya que la definiciรณn de quiรฉn es o no terrorista estรก sujeta a interpretaciรณn" (La Jornada 29 de septiembre, 2001) y lo mismo hace la prestigiada bbc de Londres.
El viernes 30 de enero de 2004, las autoridades del Distrito Federal impidieron la entrada del juez espaรฑol Baltasar Garzรณn al Reclusorio Norte. El magistrado pretendรญa, contraviniendo la legislaciรณn mexicana, participar en el interrogatorio a seis ciudadanos vascos presos en Mรฉxico desde hace seis meses, sujetos a un proceso de extradiciรณn a Madrid. La Jornada informรณ puntual y detalladamente de los hechos. Garzรณn, herido en su orgullo, enviรณ una carta al diario en la que le imputa "manipulaciรณn grosera". El periรณdico la publicรณ รญntegramente y le respondiรณ en un editorial en el que documentรณ la arrogancia colonial del juez. Tanto el jefe de Gobierno de la ciudad de Mรฉxico como el subsecretario del mismo confirmaron la veracidad de la versiรณn de La Jornada. A pesar de que todos estos hechos son del dominio pรบblico, el subdirector de Letras Libres los pasa por alto y se limita a dar por vรกlida la versiรณn de Baltasar Garzรณn, imputando a nuestro coordinador editorial, Josetxo Zaldรบa, la responsabilidad de los hechos, por tratarse de un "acelerado proetarra".
Con maledicencia, Garcรญa Ramรญrez asegura que "la aversiรณn de La Jornada contra el juez Garzรณn […] es una variante de la lucha terrorista contra la ley". La acusaciรณn es muy grave y no tiene fundamento alguno. La Jornada ha expresado sistemรกticamente y sin ambages su repudio al terrorismo y la violencia asesina de ETA. Ejemplo de ello, entre otros mรกs, son su editorial del 2 de febrero de 2000, donde seรฑala que esta organizaciรณn "se ha colocado […] como enemiga de la democracia y la convivencia pacรญfica en el Paรญs Vasco", asรญ como la del 7 de julio de ese mismo aรฑo, en la que critica su lรณgica criminal, y las del 12 y 15 de marzo de 2004, en las que insiste en que ETA debe desaparecer.
La Jornada ha documentado ampliamente el conflicto en Euskal Herria, se ha negado a criminalizar al nacionalismo vasco, al que considera una expresiรณn polรญtica absolutamente legรญtima. Sostiene que la vรญa policiaca en la que se ha enfrascado el "Pacto Antiterrorista" es incapaz de solucionar un conflicto con tan hondas raรญces y razones. Y se niega, terminantemente, a que se traslade a territorio mexicano la lรณgica perversa de una polรญtica que ha conducido a que Espaรฑa siga apareciendo en las listas de paรญses en los que, de acuerdo con Amnistรญa Internacional, se tortura a presos vascos segรบn su รบltimo informe dado a conocer en febrero pasado.
El libelo del seรฑor Garcรญa Ramรญrez es una muestra de un periodismo prejuiciado, irresponsable, desinformado y falto de รฉtica. Nos llama la atenciรณn que una revista cultural seria, como considerรกbamos a Letras Libres, publique afirmaciones de esta naturaleza sin presentar una sola prueba. ¿Por quรฉ tanto encono y desaseo? ¿Quรฉ se pretende con tan artero ataque a La Jornada?
Las acusaciones en contra de nuestro diario deberรกn probarse. Los tribunales juzgarรกn el daรฑo provocado a esta casa editorial. ~
— Carmen Lira Saade