Quizรก haya lectores que recuerden que Salman Rushdie, nacido en una familia musulmana de la India en 1947, escribiรณ la novela LOS versos satรกnicos (1988) que, a poco de circular, mereciรณ que el sombrรญo ayatola Jomeini, en ese entonces “Lรญder Supremo de Irรกn”, ordenase a los musulmanes que lo mataran al verlo. (Enfatizo con mayรบsculas el artรญculo LOS porque –como explica Rushdie– desde el principio, con saรฑa, era mรกs redituable referirse a รฉl como el autor de “Versos satรกnicos” que a una novela en la que el personaje Satanรกs le induce la redacciรณn de unos versos al personaje Mahound/Mahoma.
La condena fue apoyada desde el principio por fundamentalistas islรกmicos que ofrecieron una recompensa de 2.8 millones de dรณlares a quien le diera muerte al escritor. Esto ha obligado a Rushdie y a su familia a vivir prestado, en el miedo y bajo una eterna vigilancia: veinte aรฑos de tortura emocional, traslados de emergencia de una casa a otra, granjas remotas en la campiรฑa inglesa y, finalmente, el escondite entre las multitudes de Nueva York.
A raรญz del nuevo desastre polรญtico internacional causado por el miserable provocador que logrรณ sublevar a los creyentes con un video de pacota, otro ayatola iranรญ ha agregado medio millรณn de dรณlares a la recompensa para quien le aseste a Rushdie una radical crรญtica literaria (que, en teorรญa, vendrรญa de Mahoma mismo). Este ayatola anunciรณ que “cualquiera que cumpla la sentencia recibirรก el dinero de manera inmediata”. Sรญ, es curioso que la decisiรณn de obedecer al profeta no sea impermeable, al parecer, a la cantidad en juego…
Por cierto, una breve exploraciรณn sobre la naturaleza de la fetua (como se supone que se dice en castellano) que condena a Rushdie, arroja informaciรณn asaz teolรณgica: las autoridades religiosas de los Emiratos รrabes han condenado al Pokemรณn por propalar “la teorรญa judeo-darwinista de la evoluciรณn”. Una mรกs, en Sudรกn concluyรณ que las vacunas, invento “judรญo y masรณn”, no se aplicaran a los niรฑos. Lo bueno es que los Ulama de la India tambiรฉn lanzaron una fetua contra el terrorismo en general y los musulmanes espaรฑoles otra que prohibe a Al-Qaeda emplear el nombre del islam en su denominaciรณn.
El lรญo provocado ahora por el video contra Mahoma (aunque podrรญa haber sido cualquier otra excusa) coincide tambiรฉn con la publicaciรณn de un nuevo libro de Rushdie, Joseph Anton: A Memoir, novela autobiogrรกfica, que acaba de poner en circulaciรณn Random House y que no tardarรก en aparecer en castellano.
El lector impaciente puede leer en inglรฉs el capรญtulo en el que el narrador “Joseph Anton” (Scotland Yard lo obligรณ a emplear un alias para asuntos prรกcticos y Rushdie eligiรณ las advocaciones de Conrad y Chejov) se entera de la condena. La historia es estremecedora. No lo es menos que Rushdie explore su convivencia con el terror con extraรฑa frialdad, un calculado desapego que deberรก resultar de estos aรฑos de ser, a la vez, Rushdie y “Joseph Anton”. Es, tambiรฉn, un escrito amarga, incรณmodamente divertido.
El dรญa en que un reportero de la BBC le avisรณ por telรฉfono en Londres que su cabeza tenรญa precio y le preguntรณ “¿Quรฉ se siente?”, Rushdie, aturdido, respondiรณ: “No es agradable”. Pensรณ inmediatamente en su madre y su hermana que estaban en Pakistรกn; pensรณ en su hijo de diez aรฑos, en Londres. “Estoy muerto”, se dijo. Y se lo dijo en serio.
Esa tarde tenรญa un encuentro acadรฉmico que inicia el encontronazo con los otros perseguidores: los reporteros con sus cรกmaras y grabadoras. Y luego decide acudir, a pesar de todo lo que estรก pasando, al funeral de su amigo, el novelista Bruce Chatwin. Al salir de la catedral, alguien lo sube con su esposa a un auto para huir de la prensa. Un rato mรกs tarde, los traen a recuperar su carro.
“Joseph Anton” y su esposa se quedan viendo: “¿Y ahora quรฉ hacemos?”. Rushdie se contestรณ con una frase de un personaje de Conrad que lo acompaรฑa desde entonces: “Pues vivir hasta que me muera, ¿no?”.
Y en eso sigue.
(Publicado previamente en El Universal)
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.