Fui a ver a Bob Dylan en San Diego y sobra decir que fue todo un acontecimiento. El repertorio fluctuó entre temas recientes de discos como Modern Times y obviamente Tempest, así como temas clásicos como “Tangle up in blue”, “It ain’t me, babe”, “Visions of Johanna” y, para cerrar, “Blowin’ in the wind”. Por primera vez vi a un Dylan condescendiente con sus fans, con esporádicas sonrisas y extraños y hasta cierto punto enternecedores bailes sobre el escenario, pasando del piano a la armónica y la guitarra eléctrica. El público lo ovacionaba, pedía más pero no era suficiente. La gente aún quiere a Bob Dylan, aún lo estima. Ir a verlo a sus ya 71 años fue un recordatorio de que Dylan continúa reinventándose, sin dejar de ser él mismo. Nunca decepcionante, siempre magistral. Toda una experiencia. ~
En palabras de otros: Tedi López Mills lee a Julián Herbert
Tedi López Mills lee un cuento de Julián Herbert.
Cuentos
Dueña de una memoria escrupulosa y de un humor desparpajado, Miriam Gómez conoció de primera mano las andanzas de Guillermo Cabrera Infante al lado de otros escritores. En este texto pasa…
Carranza: revolucionario y estadista
Felipe Ávila Carranza. El constructor del Estado mexicano Ciudad de México, Crítica, 2020, 392 pp Un político, en la más plena connotación de la palabra, se pone a prueba en procesos…
Ricardo Bada, escritor profesional
“Tienes que estar constantemente en el tajo, y tratar de ser muy versátil, tener una paleta muy amplia” Ricardo Bada (Huelva, 1939) es escritor y periodista residente en Alemania…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES