Cuando Charlie Kaufman se desentendió del guión de Una mirada a la oscuridad, novela en la que Philip K. Dick explora y explota sus experiencias con diversas drogas, Linklater tomó la estafeta para refrendar el entusiasmo por un autor al que consagró el monólogo final de Waking Life (2001). Dicha cinta se hermana con A Scanner Darkly merced a una notable técnica: se filman escenarios y actores reales (Keanu Reeves, Winona Ryder, Robert Downey Jr.) para luego pasarlos por el filtro de la animación. El resultado es asombroso y capta las obsesiones de Dick: la paranoia como motor existencial, las grietas de la psique, la cultura de los estupefacientes, el mundo y sus múltiples estratos, la supervivencia en un futuro totalitario. Estamos ante una suerte de Almuerzo desnudo en los tiempos del manga. ~
(Guadalajara, 1968) es narrador y ensayista.