Señor director:
Sería magnífico que le dieran su artículo a leer al Mesías y a su séquito. Lo estoy leyendo diez días después de la jornada electoral; infortunadamente está claro que no se equivocó en las reacciones pronosticadas. Ojalá todos pudieran tener toda está información: pensarían que lo mejor es poner a México en primer lugar. Ahora esperemos que nuestra madurez colectiva nos salve del iluminado y su cólera. Porque este país es mucho más grande que las aspiraciones particulares de un hombre, por bien intencionadas que sean, y de su grupo de aduladores. ~