Para U.G.L. El cuco abre la puerta
y sale de su boardilla
para picotear
las horas
en la palma de tu mano.
Mientras más horas come
más olvida
porque también tu mano olvida.
El cuco explora tu mano.
En el Monte de Venus
encontró
gotas de mi tinta.
En el Monte de Mercurio
encontró
gotas de mi semen.
En la base del pulgar
halló
pelos de tu pubis.
Algún día el cuco
pondrá juntas
todas esas cosas
y hará palidecer
todos los poemas de amor,
y contará una historia
que pondrá al amor
otra vez en punto cero.
Pienso a veces
que ya es hora
de hacer al cuco astillas
y de colgarnos nosotros
en el lugar de las pesas
que mueven el reloj. – (23/10/99)