Querido Enrique:
Acabo de recibir el número 1 de Letras Libres. […] Leí tu largo ensayo sobre Chiapas, que me pareció de lo más interesante, particularmente tu caracterización de Samuel Ruiz.
Mi única objeción sobre tu artículo es el uso que le das a la carta de Motolinía de 1555 (creo que tienes mal la fecha) al final del texto. Es cierto que el acercamiento franciscano a la evangelización y protección de los indios fue distinto al de Las Casas, y De Quiroga es probablemente un buen ejemplo de esa diferencia. El problema con la carta de Motolinía es que fue escrita tardíamente, después de la primera etapa de entusiasmo misionero, y revela cómo los franciscanos habían perdido el ahínco y comenzaban a aceptar el status quo secular, incluyendo elogios a Cortés por haber “abierto la puerta” para que la evangelización pudiera llevarse a cabo. De hecho, el tono de su carta es bastante distinto a aquél de Historia de los indios de 1540, que es una fuerte denuncia contra la Conquista y los encomenderos. La invectiva contra Las Casas incluso revela una especie de rivalidad de orden interno entre franciscanos y dominicos.
Digo esto con algo de modesta autoridad porque durante muchos años pedí a mis alumnos universitarios que escribieran un ensayo sobre la carta de Motolinía, y que la compararan con el documento de 1540 y con algunos pronunciamientos de Las Casas. Resultó ser un excelente ejercicio para discernir la diferencia entre lo doctrinario y lo pragmático, y para estudiar el problema de cómo el celo misionero puede enfriarse con los años. Eso parecía suceder con Motolinía. En cualquier caso, la carta siempre me pareció excepcionalmente fructífera, e hiciste bien en citarla aunque tal vez de manera algo selectiva.
Dejando todo eso de lado, te agradezco de nuevo haberme mandado la revista y te deseo lo mejor en esta nueva empresa tuya. –
Un abrazo de tu gran amigo,
— Charles Hale