Se abrรญa al fondo del jardรญn,
al final de los bรบngalos…
era mรกs vieja
que el suelo circundante:
estaba mรกs cerca
del centro de la tierra.
La separaba de nosotros la maleza:
ni una brizna de jardรญn,
de cรฉsped para el pie
y para el ojo,
de pasto perfecto y prodigioso
en el que no pasta
sino la piel
descalza.
Donde el cรฉsped perdรญa
su uniformidad y su pereza
comenzaba a enmaraรฑarse
y a estirarse
desordenadamente
y retorcerse,
a convertirse en hierba
y en algรบn punto insomne:
el abismo
y el despeรฑadero
y caรญas.
En las noches la barranca sonaba,
con la fuerza seductora del miedo,
a niรฑos perdidos y lloronas.
Al sol su voz era mรกs clara,
pero seguรญa siendo
inaccesible y prohibida.
Algunos decรญan conocerla,
pero no contaban sino leyendas,
ni un dato duro que avalara su historia;
los mayores nos asustaban
con los desbarrancados,
el pudridero, la basura…
e invocaban a lo alto,
a los zopilotes como testigos,
a los zopilotes que hacen volar,
pรณstumamente,
a perros y cerdos.
He pasado la vida
oyendo su cumplido:
el amor del agua a la pendiente.
Las barrancas estรกn hechas por el agua
y talladas por el viento
que busca la humedad
con su lija felina:
su sed les destroza la piel
en ansias de aguas del subsuelo.
Bocas en las que busca el viento
con su lengua rasposa,
en รฉpoca de lluvias lo humedecen
y su furia amansada
canta chapoteando
y corriendo con el agua.
El verde se sumerge en el verde
que ignora al amarillo
y va hacia lo negro,
huele a podrido de tan hรบmedo.
Soy de los que no se separan,
de los que las rodean
y edifican
siguiendo sus grietas,
como lo hacen los otros
a lo largo de vรญas ferroviarias
y de mรกrgenes de rรญos caudalosos.
Soy un habitante de sus lindes:
como un herรกclito del trรณpico,
dejo que el tiempo pase
mezclado con el agua
o su ausencia,
que es su transcurrir
mรกs profundo y amargo…
veo, en el recuerdo,
barrancas mรกs abajo,
volar los zopilotes,
mientras oigo la lluvia
que tanto encanta
y sigo, en algรบn punto
del agujero creyendo
en niรฑos perdidos
y lloronas,
pienso en caรญdos y tirados,
no soy ingenuo,
sรฉ lo que pasa
al fondo
del barranco,
que es Dios cuando bosteza. ~