El ebook es un dispositivo del tamaño de un libro de bolsillo que parece un asistente digital como el Palm Pilot; tiene una pantalla que se ilumina para facilitar la lectura en la oscuridad, puede cambiar la orientación del texto y aumentar el cuerpo de la letra, y tiene botones para "pasar" las páginas, señalar pasajes y escribir notas. Algunos, como el reb 1200 de rca, ofrecen al usuario diccionarios, localizadores de palabras y la posibilidad de crear ediciones ad hoc al eliminar, reordenar o mezclar capítulos. Este aparato, que se pretende el libro que habrá de sustituir a todos los demás, cuesta unos trescientos dólares, puede almacenar veinte títulos y descargar obras de internet o un servidor especializado.
Hasta hace pocas semanas los directivos de las editoriales más importantes estaban convencidos de que los días de las ediciones en papel estaban contados. Algunos conjeturaban que en menos de diez años el ebook conquistaría la mitad del mercado. No obstante, las ventas de lectores electrónicos y de ediciones digitales han sido más que decepcionantes y sólo un puñado de best sellers ha vendido más de mil ejemplares, como la novela electrónica Ride the Bullet, de Stephen King (cuatrocientas mil descargas en 24 horas tras su lanzamiento en marzo de 2000, una marca inigualada). La fiebre de las editoriales por el ebook ha remitido, en parte, por la recesión de la economía estadounidense y por problemas técnicos del artefacto, pero sobre todo por la desconfianza que le produce al lector común.
La revolución literaria europea del siglo XV estaba latente en la tecnología de la imprenta, pero no pudo comenzar hasta que apareció el papel. Esa fibra dio sentido a la imprenta, ya que posibilitó el lanzamiento económico de grandes tiros. El historiador Alöys Ruppel señala que hacía falta sacrificar quince mil ovejas para imprimir en su piel cien Biblias de Gutenberg. El papel es un interfaz gráfico y un dispositivo de almacenamiento de información de gran capacidad, versátil, que ofrece un contraste excepcional, es barato, flexible, ligero y relativamente resistente al tiempo, a la humedad y al abuso.
Hoy sabemos que la prometida oficina sin papel es sólo un mito y el libro sin papel una aberración. En su estadio actual, el ebook tiene escasas probabilidades de reemplazar al libro, salvo que aparezca un medio económico cuyas características puedan competir con las del papel. Una posibilidad es la tinta electrónica desarrollada por Nick Sheridon: entre dos superficies transparentes hay una lámina de gyricon, compuesta por miles de diminutas esferas con un hemisferio blanco y otro negro cargadas electrostáticamente, de manera que un campo eléctrico las atrae o repele para crear imágenes en blanco y negro. Una variante de este modelo es el papel electrónico de Joe Jacobson, que consiste en hojas de etinta, microesferas llenas de aceite coloreado y cargas de dióxido de titanio que funcionan como el gyricon. La etinta podrá aplicarse a cualquier superficie equipada con circuitos y electrodos invisibles para convertirla en epapel. El epapel ofrece algunas ventajas del papel común, además de que es más legible que un monitor, pues en lugar de estar iluminado refleja la luz.
El libro electrónico garantiza que al eliminar los costos de impresión y distribución el precio del libro se reduzca sin que pierdan dinero editores o autores. Se espera que un elibro con suficiente memoria pueda almacenar bibliotecas, y es posible que esta tecnología permita que ninguna obra vuelva a quedar agotada gracias a sistemas como print on demand, o a que miles de libros puedan ser digitalizados y almacenados en bases de datos como el Proyecto Gutenberg, que ya ofrece miles de clásicos, o como netLibrary, que ha estado más de un año digitalizando cientos de títulos al día.
Este formato resulta ideal para libros de consulta y referencia que deben ser actualizados a menudo. Algunos estados de la Unión Americana, como Virginia, y universidades como Kent han comenzado a reemplazar sus libros por versiones en la red, y diversas obras académicas, como The Nothing that Is, de Robert Kaplan, incluyen la bibliografía correspondiente en un sitio en la red en lugar de al final de la obra. También el CD y el DVD son medios más apropiados que el papel, por la relación entre eficiencia y coste, para enciclopedias y diccionarios. La transición al texto electrónico no sólo implica que sustituimos el libro de papel por el ebook, sino que el texto se vuelve "una nube de información sin peso ni fronteras" (Julian Dibbell dixit) presente en diversos soportes. El formato digital sólo parece estar a la espera del adelanto tecnológico que le permita competir comercialmente, y el papel electrónico es la mejor opción para dar inicio a una revolución equivalente a la que comenzó con el papel hace cinco siglos. Con la transición al ebook veremos caer el último bastión análogo de los medios ante la acometida digital que, para bien y para mal, ha arrollado a la cultura. –
(ciudad de México, 1963) es escritor. Su libro más reciente es Tecnocultura. El espacio íntimo transformado en tiempos de paz y guerra (Tusquets, 2008).