Resultados de la encuesta
Despabilar y sondear: ésos fueron los objetivos que en primera instancia nos fijamos al echar a andar la encuesta sobre los diez mejores poetas mexicanos vivos. Y divertirnos: imaginar listas inverosímiles, aguijonear el globerío de los egos. A final de cuentas, el arte el de verdad es ajeno a nuestra pobre aritmética, y la lista resultante sería más un reflejo de las personas que contribuyeran a hacerla que de su miga inspiradora: la poesía misma. Nos importaba, también, confirmar la capacidad de convocatoria de un género como la poesía, la “inútil”: ver si el interés rebasaba a los propios poetas. Podemos decir, con satisfacción, que los objetivos se cumplieron: el ejercicio arrojó una buena cantidad de datos y comportamientos muy útiles para ayudar a afinar el perfil del lector actual de poesía. Hay que decir, también, que cometimos más de un error, como revivir a Rafael Solana, quien lleva ya ¡trece! años descansando de estos ruidos. Olvidamos, también, algunos nombres, como Héctor Carreto, Armando González Torres, Orlando Guillén, Andrés Ramírez, Natalia Toledo… (Ya en prensa, nos enteramos de la muerte de un noble vampiro: Francisco Cervantes.)
El 10 de enero (a lo largo de todo ese mes siguieron llegando respuestas que ya no incluimos) cerramos nuestra carpeta de respuestas (283) y nos dedicamos a calificarla. Se atribuyó una puntuación a cada poeta, según se lo propusiera en el lugar 10, 20, 30, etc. El 1er. lugar contó diez puntos, los cuales fueron decreciendo hasta el lugar 100, que contó uno. Los correos que se repitieron idénticos (con las mismas faltas de ortografía, por ejemplo) contaron como uno solo. Los correos con votos a favor de un solo poeta, o a favor de menos de diez, no se consideraron. De los que proponían más de una decena de poetas, se contó sólo la primera.
Llegaron propuestas razonadas o comentadas, entusiastas, de gente que se ve que desentraña y paladea lo que lee. Llegaron también (las menos) algunas listas que parecerían denotar quizá no mucha información ni curiosidad literaria. Asimismo, recibimos algunas cartas contra la encuesta considerándola absurda e incontestable. Algunos poetas (quizá de broma, a veces en verso) votaron por sí mismos incluso desde un par de direcciones electrónicas, y otros, al parecer, organizaron (o alguien les organizó) pequeñas campañas al viejo estilo priista en su favor, medio camufladas con la proposición de egregios creadores que aparecían por debajo de ellos.
Tuvimos la satisfacción de ver que el resultado final los poetas mejor considerados entre la generalidad de quienes se sintieron llamados a responder está muy lejos del desatino en el que estos ejercicios pueden desembocar. –
1 José Emilio Pacheco
2 Eduardo Lizalde
3 Alí Chumacero
4 Gabriel Zaid
5 Rubén Bonifaz Nuño
6 David Huerta
7 Ramón Xirau
8 Francisco Hernández
9 Homero Aridjis
10 Coral Bracho