Me habré sentado alguna vez
A escribir y pensar
O sólo copio
O acopio sólo.
También todo puede ser
Únicamente mi recuerdo,
Y el alma que despierta
A su paseo que le permiten
En días de su prisión de años.
¿Y tú estabas paseando por senderos de jardines,
Como estatua destinada
A este detenido y rápido silencio
Donde te encontré casualmente intencionada?
No sé si hay alguien que me lea
O alguien que, al leerme, me comprenda.
¿Y tú, lo sabes?
Más bien ¿existes tú?, o mejor dicho,
Tú, que existes, me imaginas
¿O soy una figura de retórica
A la que acudes por descanso
O inevitable suerte?
No duermo ni despierto
Ni simplemente estoy,
¿Quién tiene el discurso
Y así lo anota y lo pronuncia? –