Seรฑor director:
Desde el cuarto propio hasta el cafรฉ internet, el exitoso cultivo de la individualidad ha contado con diversos espacios para su buen resguardo.
Gabriel Zaid (โInstituciones de la conversaciรณnโ, en el nรบmero de mayo, 2006), en una mรกs de sus luminosas provocaciones, nos recuerda que la sofocaciรณn narcisista suele oxigenarse con el placentero hรกbito de la conversaciรณn: una oportunidad โen estos tiempos de definiciรณn de rumbo y prioridades para repensar nuestro entorno, para asignar al tiempo libre nuevos contenidos, para crear รกmbitos alternativos donde se fomente el antiguo arte de platicar que, como decรญa Montaigne, es el mรกs natural y fructuoso ejercicio de nuestro espรญritu. ~
