para Luca Doninelli
Fue asรญ como Jerry muriรณ, calma, este no es el problema, ni para รฉl ni para nadie, ni siquiera para mรญ que lo he querido y que lo quiero, porque el amor no se conjuga, ¡Dios mรญo!, en ese sentido sรญ, sin duda alguna, nada mรกs eso nos faltaba, sin embargo, el amor tiene su gramรกtica y no sabe de tiempos, sino solo de formas verbales, es mรกs, solo sabe de una, el infinitivo simple, cuando se ama es para siempre y todo lo demรกs queda fuera. Cualquier amor, de cualquier tipo. No es verdad que te sucede, nada te sucede, y precisamente eso a menudo es una gran desgracia, pero la llevas detrรกs contigo, como la vida, que no es que sea precisamente una suerte, solo que el amor sobreviene todavรญa menos que la vida, estรก ahรญ, como la luz de las estrellas, a quiรฉn le importa si estรกn vivas o muertas, resplandecen y con eso es mรกs que suficiente, y aunque de dรญa no las ves, sabes que estรกn allรญ.
Asรญ que ya no escucharemos mรกs esa guitarra y calma tambiรฉn por esto, se puede prescindir de todo. ¡Ay Dios, cรณmo la tocaba! Y cuando la mano le dejรณ de funcionar, bajรณ las cortinas y renunciรณ a todo.
Acerca de esto, no hay nada que objetar. Tarde o temprano sucede y poco importa cรณmo, de cualquier manera tiene que suceder y a saber cuรกntos de nosotros de los que estamos aquรญ esta noche, seรฑoras y seรฑores, seguiremos vivos dentro de un mes, seguro no todos, es estadรญsticamente imposible, alguien que estรก empujando al tipo que estรก a su lado y protestando porque el de delante le obstruye la vista del escenario ya fue por รบltima vez al barbero, pero calma, no hay mucha diferencia entre un aรฑo mรกs o un aรฑo menos, no compadezco a quien estรก por tirar la toalla y no envidio a quien sigue adelante ni me interesa mucho saber en quรฉ grupo estoy.
Amรฉn por Jerry, y amรฉn por todos y por todo. Como ya dije, no critico su decisiรณn; cuando uno se quiere bajar del autobรบs es justo que se baje, y si prefiere dar un salto del autobรบs en movimiento, antes de llegar a la parada, eso es asunto suyo. Uno puede sentirse harto, cansado, pensar que ya no puede mรกs o quรฉ sรฉ yo. Pero cuando, viรฉndolo deprimido porque ya no podรญa tocar como antes, le dije, asรญ, para darle รกnimos, que habรญa sido uno de los grandes de la guitarra, รฉl me respondiรณ que no le bastaba con haber sido. Querรญa ser, poco importa quรฉ, un mรบsico, un enamorado, cualquier cosa, pero ser.
Ah, seรฑoras y seรฑores, en ese momento entendรญ quรฉ gran suerte es nacer, como yo, o tener un tรญo o un abuelo o quien se crea conveniente, nacido en Bratislava o en Leรณpolis o en Kalocsa o en cualquier otro agujero de esta ajada Mitteleuropa, que es un infierno, una verdadera letrina, basta con sentir ese olor a rancio, ese hedor que es el mismo desde Viena hasta Chernivtsi, pero por lo menos no te impone ser, todo lo contrario. Ah, si Jerry hubiese entendido, cuando la mano ya no le respondรญa, la gran suerte de haber sido, la libertad, las vacaciones, la gran licencia de no deber ser mรกs, de no tener mรกs la necesidad de tocar, ¡la salida franca del cuartel de la vida!
Pero quizรก no podรญa, porque no habรญa nacido ni vivido en ese ambiente panรณnico viciado y espeso como una cubierta, en esa posada envuelta por el humo en la que se come mal y se bebe peor, pero que estรก bien cuando afuera llueve y sopla el viento, y afuera, en la vida, llueve siempre y el viento es cortante. Sรญ, cualquier tendero de Nitra o de Varaลพdin le podrรญa enseรฑar a toda la Quinta Avenida –con excepciรณn de aquellos que acaso llegaron allรก de Nitra o de Varaลพdin o de algรบn otro pedazo de fango panรณnico– la felicidad de haber sido.
¡Ah, la modestia, la ligereza de haber sido, ese espacio incierto y frรกgil en donde todo es ligero como una pluma, contra la presunciรณn, el peso, la desolaciรณn, el abatimiento de ser! Por caridad, no estoy hablando de ningรบn pasado y mucho menos de nostalgia, porque es estรบpida y hace daรฑo, como dice la palabra, nostalgia, dolor del retorno. El pasado es horrendo, nosotros somos bรกrbaros y malos, pero nuestros abuelos y bisabuelos eran unos salvajes todavรญa mรกs feroces. Ciertamente no quisiera ser, vivir en su รฉpoca. No, digo que quisiera siempre haber sido, estar exento del servicio militar de existir. A veces una pequeรฑa lesiรณn es salvadora, te protege de la obligaciรณn de participar y de perder el pellejo.
Ser hace daรฑo, no concede tregua. Haz esto, haz lo otro, trabaja, lucha, vence, enamรณrate, sรฉ feliz, debes ser feliz, vivir es esta obligaciรณn de ser feliz, si no, quรฉ vergรผenza. Sรญ, haces todo lo posible con tal de obedecer, para ser capaz bueno feliz como es tu deber, pero ¿cรณmo se hace? Todo se te viene encima, el amor se desploma sobre tu cabeza como un pedazo de cornisa del techo, un feo golpe o peor, caminas pegado a las paredes tratando de evadir esos automรณviles pero las paredes son quebradizas, piedras puntiagudas y vidrios que te desuellan y te hacen sangrar, estรกs en la cama con alguien y por un instante entiendes lo que podrรญa ser y deberรญa ser la vida verdadera y es un estallido insostenible, recoger la ropa tirada en el piso, volverse a vestir, partir, salir, afortunadamente cerca de allรญ hay una cafeterรญa, quรฉ bueno es poder tomar un cafรฉ o una cerveza.
He ahรญ que, por ejemplo, beber una cerveza es una manera de haber sido. Estรกs sentado allรญ, observas cรณmo se va evaporando la espuma, una burbujita cada segundo, un latido del corazรณn, un latido menos, reposo y promesa de reposo para un corazรณn cansado, todo lo cargas sobre tus hombros. Recuerdo que la abuela, cuando รญbamos a visitarla a Subotica, cubrรญa con un paรฑo las salientes de los muebles y quitaba una mesa de fierro, asรญ nosotros los niรฑos no nos hacรญamos daรฑo cuando al correr por la casa nos lanzรกbamos contra ellos, y tambiรฉn cubrรญa los contactos de la luz. Haber sido es esto, vivir en ese espacio en donde no hay salientes, donde no te raspas las rodillas, donde no puedes encender la lรกmpara que te lastima los ojos, donde todo estรก detenido, fuera de juego, sin ninguna emboscada.
Esta es, seรฑoras y seรฑores, esta es la herencia que hemos recibido de la Mitteleuropa. Una caja fuerte, vacรญa pero con una cerradura que desalienta a los ladrones deseosos de meter dentro quiรฉn sabe quรฉ cosa. Vacรญa, nada que atrape el corazรณn y muerda el alma, la vida estรก allรญ, ha sido, segura, protegida de cualquier accidente, un viejo billete sin valor de ciento veinte coronas que cuelga en la pared, protegido por un cristal, y no teme ninguna inflaciรณn. Tambiรฉn en una novela, lo mรกs hermoso, por lo menos para quien la escribe, es el epรญlogo. Todo ya ha sucedido, sido escrito, resuelto, los personajes viven felices y contentos o estรกn muertos, es lo mismo, en todo caso ya no puede suceder nada mรกs. El escritor tiene el epรญlogo entre sus manos, lo relee, acaso cambie una coma, pero al abrigo de cualquier riesgo.
Todo epรญlogo es feliz, porque es un epรญlogo. Te diriges hacia el balcรณn, un poco de viento pasa entre los geranios y las violetas del pensamiento, una gota de lluvia resbala sobre el rostro, si llueve mรกs fuerte te gusta escuchar el tamborileo de las grandes gotas de agua sobre la cortina, cuando cesa caminas dos pasos, intercambias unas palabras con el vecino con el que te topas en las escaleras, a ninguno de los dos le importa lo que se dice pero es agradable detenerse un momento y desde la ventana del rellano ves ahรญ abajo, hacia el fondo, una franja de mar que el sol, que sale de entre las nubes, enciende como una llama. “La prรณxima semana vamos a Florencia”, dice el vecino. “Ah, sรญ es muy bonito, ya estuve.” Y asรญ uno se ahorra el esfuerzo del viaje, las colas, el calor, las multitudes, de tener que buscar un restaurante. Dos pasos, en el aire de la noche refrescada por la lluvia, luego a casa. No hay necesidad de cansarse demasiado, si no, uno termina por agitarse y no logra conciliar el sueรฑo. Y el insomnio, seรฑoras y seรฑores, crรฉanme, es terrible, te aplasta te sofoca te acosa te persigue te envenena, eso es el insomnio, es la forma suprema del ser, ser = insomnio, por eso es necesario dormir, dormir es solo la antesala del verdadero ya haber sido, pero entretanto, ya es algo, un respiro de alivio… ~
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Traducciรณn del italiano de Marรญa Teresa Meneses Adelanto de El conde y otros relatos de prรณxima publicaciรณn en Sexto Piso.