Arturo Barea (1897-1957) es conocido, sobre todo, por haber escrito la trilogรญa autobiogrรกfica La forja de un rebelde, publicada originalmente en la dรฉcada de 1940 en Inglaterra, paรญs al que habรญa llegado exiliado en febrero de 1939, pocas semanas antes de la derrota de la Repรบblica espaรฑola, acompaรฑado de su segunda esposa, la austriaca Ilsa Barea-Kulcsar (1902-1973). Para su primera ediciรณn en Espaรฑa hubo que esperar hasta 1977, dos aรฑos despuรฉs de la muerte de Franco.
Antes de trasladarse a Inglaterra, el matrimonio habรญa pasado un aรฑo en Parรญs malviviendo en el Hotel Delambre (al que ellos mismos llamaban โHotel del Hambreโ haciendo un juego de palabras). Se habรญan conocido y se habรญan enamorado mientras trabajaban ambos en la Oficina de Censura de Prensa Extranjera en la sede de la Telefรณnica, en la Gran Vรญa madrileรฑa, durante la Guerra Civil. Al tratarse del edificio mรกs alto de Madrid, era blanco frecuente de los obuses y las bombas de los nacionales. Los bombardeos y las jornadas de diecisรฉis horas de trabajo como censor y locutor de radio (โLa voz incรณgnita de Madridโ) le ocasionaron una crisis nerviosa. Cuando desembarcรณ en Inglaterra, Barea estaba, segรบn sus palabras, โdesposeรญdo de todo, con la vida truncada y sin una perspectiva futura, ni de patria, ni de hogar, ni de trabajo [โฆ] rendido de cuerpo y de espรญrituโ.
El resto de su obra no es tan conocida, y ese es especialmente el caso de estos dos escritos que se editan ahora en espaรฑol por primera vez: Lucha por el alma espaรฑola (editado originalmente en inglรฉs en 1941 con el tรญtulo Struggle for the Spanish soul) y el panfleto Espaรฑa en el mundo de la posguerra (publicado en 1945 con el tรญtulo Spain in the post-war world). Su publicaciรณn sigue a las del pionero estudio que Barea hiciera de Lorca y su ensayo sobre Unamuno, que tambiรฉn habรญan estado inรฉditos en Espaรฑa todo este tiempo (Lorca, Instituto Cervantes, 2018; Unamuno, Espasa, 2020, con mi prefacio). De este modo, todas las obras que Barea publicรณ inicialmente en inglรฉs estรกn ahora editadas, por fin, en su idioma y su paรญs maternos.
Lucha y Espaรฑa son sus รบnicos escritos explรญcitamente โpolรญticosโ y en ambos defiende la remociรณn de Franco y el restablecimiento de la repรบblica derrotada en la Guerra Civil. Aunque viviรณ casi veinte aรฑos en Inglaterra y habรญa publicado muy poco antes de eso, Espaรฑa ocupรณ siempre el lugar principal en la mente y la obra de Barea. La vida dura de su adorada madre, que trabajaba como lavandera en el rรญo Manzanares en Madrid, y la Guerra Civil lo marcaron profundamente. Su madre, que se habรญa quedado viuda cuando Barea apenas tenรญa dos meses, emigrรณ de Badajoz a Madrid con รฉl y sus tres hermanos. Gracias a su valentรญa, Barea y sus hermanos no acabaron en la inclusa. Cuando muriรณ su adinerado tรญo, ya no hubo quien le pagara a Barea el excelente colegio de la Escuelas Pรญas de San Fernando al que iba en Lavapiรฉs, con sus buenos laboratorios y una biblioteca bien dotada. A los trece aรฑos empezรณ a trabajar de aprendiz en una tienda. Esta diferencia entre sus humildes orรญgenes y su educaciรณn como seรฑorito lo perseguirรญa durante toda su vida.
Un espaรฑol en la BBC
Curiosamente, sin embargo, la mayorรญa de las 856 charlas que Barea dio en laย BBCย (una por semana para el servicio en Amรฉrica Latina de la cadena britรกnica, pues Barea no podรญa trabajar para la secciรณn espaรฑola de laย BBCย porque se le consideraba demasiado comprometido polรญticamente) trataron de Inglaterra. Comenzaron a emitirse en 1940, aunque รฉl se presentaba en ellas bajo el pseudรณnimo de โJuan de Castillaโ para no perjudicar a su familia en Espaรฑa. La misiรณn inicial de aquel espacio era contrarrestar la propaganda nazi en Amรฉrica del Sur durante la Segunda Guerra Mundial presentando una imagen positiva de la vida en Gran Bretaรฑa. Esos monรณlogos reflexivos de quince minutos, en los que Barea muchas veces describรญa la vida inglesa observรกndola desde el punto de vista de un forastero simpatizante con su paรญs de acogida, solรญan liderar las encuestas anuales de valoraciรณn de los oyentes. A Barea le gustaba frecuentar losย pubsย porque le permitรญan entrar en contacto con un amplio espectro de la sociedad. Uno de los espacios habituales de sus charlas era โLa tabernita de Frankโ, en el que, en un imaginario pero arquetรญpicoย pubย rural regentado por el susodicho Frank, se debatรญan los temas de actualidad. Solo una de sus charlas en laย BBCย ha sobrevivido hasta nuestros dรญas, que se sepa. Todas las demรกs se destruyeron por motivos de espacio. La misma suerte corrieron las emisiones radiofรณnicas de George Orwell.
Pero de no haber sido por la pรฉrdida del mecanuscrito y las primeras galeradas de Lucha, โdestruidas por acciรณn del enemigoโ (pues unas bombas alemanas alcanzaron en mayo de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, el almacรฉn de la editorial en Plymouth), este habrรญa sido el primer libro de Barea en publicarse en inglรฉs. La obra, traducida del espaรฑol (como la mayorรญa de ellas) por Ilsa, que tambiรฉn participรณ en las labores de redacciรณn y de investigaciรณn de todos los libros de su marido, apareciรณ finalmente en julio de 1941, poco despuรฉs de La forja, primer libro de la trilogรญa autobiogrรกfica.
El editor de Barea, Fred Warburg, dueรฑo de Secker y Warburg, editorial conocida sobre todo por publicar los libros de George Orwell Homenaje a Cataluรฑa (1938), Rebeliรณn en la granja (1945) y 1984 (1949), escribiรณ a Barea tras el bombardeo: โPor culpa de la incursiรณn aรฉrea, no solo se destruyeron existencias en almacรฉn, sino que tambiรฉn se perdieron los mecanuscritos, incluido el de tu libro. Todas las noches se guardaban en la caja fuerte, y la caja fuerte quedรณ enterrada bajo los escombros y aรบn no ha sido localizada. Es posible, por supuesto, que, cuando la encuentren, se pueda abrir y el mecanuscrito estรฉ intacto en su interior, pero, a efectos prรกcticos, debemos asumir que tu mecanuscrito se ha perdido, sobre todo porque no hay modo de saber cuรกnto se tardarรก en encontrar la caja.โ Afortunadamente, Barea tenรญa un duplicado de ese mecanuscrito.
El libro fue el nรบmero diez de la serie Searchlight de ensayos breves escritos por conocidos autores de la izquierda no estalinista, Orwell entre ellos (su El leรณn y el unicornio: El socialismo y el genio inglรฉs apareciรณ como el primer nรบmero de la serie). Tambiรฉn escribiรณ uno Arthur Koestler, en cuyo Testamento espaรฑol (publicado por Victor Gollancz en 1937 y no incluido en la serie Searchlight) describiรณ sus experiencias durante la Guerra Civil como corresponsal, incluidos los tres meses que pasรณ en prisiรณn tras ser arrestado por las fuerzas de Franco acusado de espionaje. Orwell โque habรญa luchado por la Repรบblica encuadrado en las milicias del antiestalinista poum en 1937โ y Tosco Fyvel fueron los directores editoriales de la serie. Homenaje a Cataluรฑa se publicรณ despuรฉs de que Orwell hubiera huido de Espaรฑa rumbo a Inglaterra al temer por su vida, amenazada por el Partido Comunista y la policรญa secreta controlada por el nkvd. Por aquellas mismas fechas unos agentes del nkvd detuvieron a Andreu Nin, lรญder del poum, y lo torturaron hasta matarlo.
Un hรญbrido entre el libro y el panfleto
Barea comenzรณ a escribir Lucha durante (o justo despuรฉs de) la furiosa batalla de Inglaterra, que se prolongรณ desde junio hasta el final de octubre de 1940. Los tres aรฑos de Guerra Civil en Espaรฑa habรญan terminado el 1 de abril de 1939 con la victoria de Franco: se calcula que mรกs de 200.000 personas habรญan muerto en combate, y las asesinadas extrajudicialmente o ejecutadas tras procesos judiciales sin garantรญas sumaron al menos 150.000 en las zonas controladas por los โnacionalesโ y otras 50.000 en los territorios bajo control republicano, y todo ello sobre una poblaciรณn total de 24 millones. Mรกs de 250.000 espaรฑoles se exiliaron de forma permanente; ademรกs, unos 33.000 niรฑos y niรฑas habรญan sido sacados de Espaรฑa por barco durante la guerra, incluido un amigo mรญo, Herminio Martรญnez, con destino principalmente a la Uniรณn Soviรฉtica, Mรฉxico y Gran Bretaรฑa. La guerra hizo estragos en la economรญa espaรฑola, en la que aproximadamente la mitad de la mano de obra trabajaba en la agricultura. El pib descendiรณ un 36% en tรฉrminos reales entre 1935 y 1938; la producciรณn nacional no recuperรณ hasta 1953 su nivel previo a la guerra.
El ensayo, en el que Barea exploraba las raรญces ideolรณgicas del franquismo, iba dirigido a un lector izquierdista no demasiado sofisticado. Incluye capรญtulos sobre aspectos tales como: Franco, con especial referencia a sus aรฑos de formaciรณn en el รfrica espaรฑola (Marruecos) y, en especial, en la Legiรณn, creada en 1920 por Josรฉ Millรกn-Astray; las fuerzas que respaldaban a Franco; la โCastaโ que dirigรญa Espaรฑa; el โMito Hispรกnicoโ; el fascismo y las masas en Espaรฑa; Gibraltar y Marruecos; Hispanoamรฉrica; la izquierda espaรฑola, y el destino que aguardaba a una Espaรฑa libre. Como en toda su obra, Barea tambiรฉn se inspira aquรญ en su propia experiencia. Por ejemplo, รฉl mismo habรญa sido reclutado para el Ejรฉrcito en 1920 y habรญa servido en Marruecos en la รฉpoca en que Franco y Millรกn-Astray ya tenรญan mando en plaza allรญ, y se habรญa contagiado de tifus despuรฉs de la derrota de Annual en 1921, en la que murieron 8.000 soldados espaรฑoles movilizados para la guerra del Rif. De hecho, en La ruta (1943), el segundo libro de la trilogรญa autobiogrรกfica, Barea relatarรญa con expresiva viveza sus experiencias de aquel periodo.
Los editores de la serieย Searchlightย pretendรญan contrarrestar la, a su entender, excesiva influencia que ejercรญan los comunistas sobre la opiniรณn pรบblica a travรฉs del Left Book Club, el club editorial izquierdista de Victor Gollancz. El propio Barea no habรญa sido nunca un comunista: รฉl estaba afiliado a la Uniรณn General de Trabajadores (UGT), el sindicato fundado en 1888 por Pablo Iglesias, fundador tambiรฉn del Partido Socialista Obrero Espaรฑol (PSOE). La esposa de Barea, Ilsa, habรญa estado afiliada al Partido Comunista de Austria antes de romper con รฉl para ingresar en el Partido Socialdemรณcrata.
Barea, como tantos otros exiliados, lamentaba que democracias como la britรกnica o la francesa hubieran dejado sola a la democrรกtica Repรบblica espaรฑola contra el fascismo durante la Guerra Civil bajo la excusa de la โno intervenciรณnโ. Los รบnicos paรญses que prestaron apoyo activo a la Repรบblica y le suministraron armas fueron la Uniรณn Soviรฉtica y (en mucho menor medida) Mรฉxico.
Barea admiraba a Gran Bretaรฑa y a Winston Churchill, pese a no sintonizar con la orientaciรณn de su polรญtica interior. Estaba muy agradecido al paรญs que le habรญa dado refugio y, en 1948, obtuvo la nacionalidad britรกnica. Se sentรญa a gusto en Inglaterra, aunque en algรบn momento pensรณ en emigrar a Mรฉxico. Sin embargo, โmรกs de lo que esperaba y mรกs de lo que parecerรญa previsible en un espaรฑol, me aficionรฉ a la vida inglesa en seguida, y me enamorรฉ de la campiรฑa inglesaโ, con la excepciรณn de โeste maldito tiempo inglรฉsโ, escribiรณ.
Solo aquรญ he podido empezar a respirar de nuevo. Aquรญ un hombre puede por fin sentirse libre. Inglaterra hoy estรก dirigida por un hombre como Winston Churchill que, como conservador que es, puede defender en polรญtica interior muchos postulados que van contra mis ideas, pero que, cuando menos, es un hombre. Por decirlo con toda franqueza: es un hombre con agallas. Puede que los espaรฑoles antepongamos la hombrรญa descarnada a todo lo demรกs. Y tal vez tengamos la sensaciรณn de que Inglaterra nos dejรณ solos en nuestro propio momento trรกgico, pero al menos ahora, cuando ese momento le ha llegado a Inglaterra, el pueblo inglรฉs se estรก mostrando tan firme y resuelto como lo fuimos los espaรฑoles de Madrid y Barcelona. Y no es fรกcil que un espaรฑol reconozca esto: significa mรกs de lo que un inglรฉs se imagina. Significa que sentimos que la lucha de Inglaterra es la nuestra, incluso aunque los ingleses no sintieran en su dรญa que nuestra lucha era la suya.
El ensayo no tuvo demasiado รฉxito comercial. A principios de 1942, solo se habรญa vendido cerca de la mitad de la primera ediciรณn de cinco mil ejemplares. Warburg, no obstante, no se arredrรณ. Asรญ se lo expresรณ por carta a Barea: โYo sรญ tengo la sensaciรณn de que, cuando la revoluciรณn llegue a Espaรฑa, agotaremos las existencias de tu libro muy rรกpido, y que deberรญamos tener lista para entonces una nueva ediciรณn actualizada, ampliada y revisada, con la que atender la que serรก una acuciante demanda. Creo de verdad que no hay ningรบn otro libro en el mercado que aporte un anรกlisis tan claro y verosรญmil de la situaciรณn espaรฑola como el tuyo.โ
En Horizon, la revista literaria de referencia que dirigรญa Cyril Connolly, se publicรณ una reseรฑa del libro, precisamente en el mismo nรบmero en que figuraba una crรญtica elogiosa de Orwell a La forja. En otros nรบmeros de la revista, se publicarรญan tambiรฉn un relato breve de Barea (โLas tijerasโ), un extracto de La ruta (concretamente, en el mismo nรบmero en que apareciรณ la traducciรณn inglesa que Ilsa habรญa hecho de la crรณnica de Luis Portillo sobre el famoso enfrentamiento entre Miguel de Unamuno y Millรกn-Astray en el paraninfo de la Universidad de Salamanca) y largas reseรฑas del propio Barea sobre Por quiรฉn doblan las campanas, de Hemingway, y El laberinto espaรฑol, de Gerald Brenan.
El crรญtico anรณnimo del libro en Horizon escribiรณ sobre Lucha que era โuna pequeรฑa obra maestra de esa nueva rama de la literatura que es el hรญbrido entre libro y panfleto, y que parece estar adquiriendo una importancia creciente en la educaciรณn de las masasโ, y aรฑadiรณ que โel principal valor de actualidad del libro es el de mostrarnos la asombrosa eficiencia con la que el nazismo logra encajar algunas aspiraciones nacionales extranjeras en su plan para un Nuevo Ordenโ. Esto รบltimo venรญa a propรณsito de lo que escribe Barea sobre cรณmo Alemania โes plenamente consciente de las posibilidades que un fascismo hispรกnico extendido le brindarรญa para agrupar los paรญses sudamericanos exportadores de materias primas bajo la hegemonรญa de una Espaรฑa falangista como valiosรญsimo complemento de los paรญses industriales europeos que ya se hallan bajo el yugo germanoโ.
Hacia el final de su ensayo, Barea nos explica que, segรบn su visiรณn de lo que deberรญa ser una Espaรฑa democrรกtica, esta โtendrรญa que fundamentarse en las fuerzas de acciรณn colectiva espontรกnea y administraciรณn comunal que constituyeron el nรบcleo central de la fuerza de la defensa republicana y de la defensa de Madrid. Tendrรญa que mostrarse generosa para trazar una lรญnea de separaciรณn con la historia pasada, pero tambiรฉn firme en la destrucciรณn de los bastiones de la Casta y dura en el tratamiento de cualquier intento de sabotaje. [โฆ] Tendrรญa que reinstaurar y completar la autonomรญa cultural y administrativa de Cataluรฑa, el Paรญs Vasco y Galicia. Tendrรญa que renunciar resueltamente a toda aventura colonial y poner todo ese empeรฑo en la colonizaciรณn interior del territorio espaรฑol desatendido, y de los no menos olvidados seres humanos de Espaรฑaโ.
Espaรฑa en la posguerra mundial
El panfleto Espaรฑa en el mundo de la posguerra, del que Arturo e Ilsa fueron coautores, se publicรณ en agosto de 1945, tres meses despuรฉs del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa en mayo de ese aรฑo, y al poco de que el Partido Laborista, bajo el liderazgo de Clement Attlee, barriera del poder a los conservadores de Churchill (en julio). Es un trabajo muy distinto (y bastante inferior) a Lucha, un emocional escrito polรฉmico que, aun asรญ, no deja de representar un buen documento histรณrico.
La victoria de los Aliados redujo el rรฉgimen de Franco a la condiciรณn de poco menos que un apestado internacional. El dictador habรญa tomado partido en su dรญa por las potencias del Eje, con las que se identificaba ideolรณgicamente, aunque Espaรฑa fuera oficialmente un paรญs neutral. Hitler querรญa que Franco entrara en la guerra y se reuniรณ durante siete horas con รฉl el 23 de octubre de 1940 en Hendaya, junto a la frontera francoespaรฑola, pero el encuentro fue un fiasco. Hitler comentรณ tras el mismo que โantes preferirรญa que me arrancaran tres o cuatro muelas que volver a pasar por estoโ. Franco exigรญa mucho a cambio de la participaciรณn espaรฑola en la contienda mundial. Ademรกs de Gibraltar, reclamaba amplias franjas del imperio colonial francรฉs en el norte y el oeste de รfrica. Al final, la principal aportaciรณn de Espaรฑa al esfuerzo de guerra de Hitler fue el envรญo de una Divisiรณn Azul de 18.000 voluntarios para combatir en el frente oriental en 1941. El rรฉgimen tambiรฉn exportรณ a Alemania wolframio, una materia prima clave para la fabricaciรณn de armamento, asรญ como otros minerales, y autorizรณ el atraque de submarinos germanos en puertos espaรฑoles. El Banco de Espaรฑa recibiรณ oro nazi, parte del cual se les habรญa saqueado a las vรญctimas de los campos de concentraciรณn. Unos diez mil espaรฑoles fueron internados tambiรฉn en esos campos (la mayorรญa en Mauthausen-Gusen), pero Franco no moviรณ ni un dedo por ellos. Los espaรฑoles allรญ enviados habรญan luchado con la Resistencia francesa contra la ocupaciรณn nazi o habรญan servido en las filas del ejรฉrcito galo. Solo sobreviviรณ un 40% de ellos, aproximadamente.
Sabedora de la reciรฉn adquirida condiciรณn de paria internacional del rรฉgimen, la oposiciรณn espaรฑola en el exilio โy, en particular, el Partido Comunista, que habรญa sido la fuerza mรกs activa contra la dictaduraโ redoblรณ sus maniobras de posicionamiento antifranquista, animada por la esperanza de que los Aliados terminaran derrocando al dictador. En octubre de 1944, despuรฉs de que la ciudad francesa de Toulouse hubiese sido liberada de los nazis, una fuerza comunista de varios miles de guerrilleros, muchos de los cuales habรญan luchado con los maquis (la Resistencia a la ocupaciรณn alemana), cruzรณ la frontera del norte de Espaรฑa, pero fue derrotada por las fuerzas franquistas en el Valle de Arรกn.
Barea e Ilsa reiteran muchos de los argumentos ya expuestos en Lucha y defienden lo mucho que le convendrรญa a Gran Bretaรฑa derrocar a Franco y contar con una repรบblica democrรกtica en Espaรฑa para que este paรญs dejase de ser un cobijo para los nazis. Barea captรณ las esperanzas de quienes preveรญan un pronto derrocamiento de Franco en la รบnica novela que escribiรณ, La raรญz rota, publicada en Argentina en 1951 (Salto de Pรกgina la publicarรญa finalmente en Espaรฑa en 2009). A diferencia de Barea, el protagonista de la novela, Antolรญn, regresa a la Espaรฑa de Franco para retomar el contacto con su familia y, posteriormente, se marcha de nuevo tras haberse sentido como un extraรฑo en su propia tierra. (Barea dejรณ a sus cuatro hijos en Espaรฑa cuando partiรณ hacia el exilio. Estos y su primera esposa, Aurelia, emigrarรญan luego a Brasil en los aรฑos cincuenta.) Las decisiones adoptadas por Stalin, Roosevelt y Churchill en Yalta en febrero de 1944 fueron las que posibilitaron en la prรกctica que Franco permaneciese en el poder en Espaรฑa.
รl, como todos, habรญa creรญdo que a las veinticuatro horas del colapso de Alemania, el rรฉgimen de Franco habrรญa dejado de existir y que en muy pocos dรญas se encontrarรญa en Espaรฑa. La esquina de Dean Street [Soho, Londres] estaba mรกs animada que nunca. Ya no era solo el punto de cita de los camareros y los mรบsicos sin trabajo [โฆ]. Lo que รฉl querรญa explicarle era la alegrรญa desbordante de todos, los planes fantรกsticos, el desengaรฑo tremendo que vendrรญa despuรฉs.
Publicado por la Sociedad Fabiana, una organizaciรณn socialista britรกnica fundada en 1884 que continuaba estando afiliada al Partido Laborista, Espaรฑa en el mundo de la posguerra, pretendรญa animar al nuevo gobierno laborista a emprender algรบn tipo de acciรณn contra Franco. Pero el gobierno de Londres no tardรณ en alinearse con la polรญtica exterior estadounidense, pues no querรญa bajo ningรบn concepto arriesgarse a perder la ingente ayuda que traerรญa el Plan Marshall a Europa, del que Espaรฑa quedรณ excluida. El panfleto comienza con la declaraciรณn del Consejo Nacional Laborista del 28 de junio de 1944, en la que los laboristas se desmarcaban de las โamables palabrasโ que Churchill habรญa dirigido al gobierno espaรฑol y recordaban โaquellos trรกgicos aรฑos en los que el pueblo espaรฑol estuvo sumido en una sangrienta lucha por la defensa de sus derechos y libertades constitucionales contra unos militares rebeldes liderados por el general Franco, quien, con la ayuda de los dictadores alemรกn e italiano, devolviรณ al pueblo espaรฑol a una situaciรณn de servidumbre fรญsica, intelectual y polรญticaโ.
El panfleto dibuja a grandes trazos una imagen panorรกmica de la Espaรฑa de Franco y de las fuerzas que apoyan al rรฉgimen (la clase terrateniente, el ejรฉrcito y la Iglesia catรณlica), y en el apartado econรณmico presta exagerada atenciรณn a la relevancia del capital alemรกn en Espaรฑa, hasta el punto de excluir el capital britรกnico y francรฉs, que tambiรฉn era importante en aquel entonces y que apenas se menciona. Es como si Barea e Ilsa intuyeran que la cuestiรณn polรญtica del apoyo previo de Franco a Mussolini y a Hitler ya no fuera a bastar para convencer a los Aliados de que echaran al dictador. El panfleto tambiรฉn dedica varios pรกrrafos a la ley espaรฑola de patentes โun tema muy querido por Barea, que trabajรณ como encargado de una oficina de patentes en Madrid entre 1924 y el inicio de la Guerra Civilโ y a los diversos medios de los que, a juicio de Barea, se valieron varias empresas y empresarios alemanes para asegurarse una posiciรณn importante en la economรญa espaรฑola durante los aรฑos veinte y treinta.
Como es lรณgico, Barea reprocha a los Aliados su polรญtica de no intervenciรณn, que permitiรณ que โel actual rรฉgimen espaรฑol fue[ra] instituido mediante la agresiรณn y est[รฉ] siendo mantenido a travรฉs de la opresiรณnโ. Segรบn รฉl, Franco deberรญa ser eliminado del poder โcon su consentimiento o sin รฉl, mediante una negociaciรณn, o a travรฉs de un golpe militar, o de resultas de un discreto chantaje internacionalโ, y en su lugar deberรญa restablecerse la Repรบblica instituida sobre la base de la Constituciรณn de 1931. El gobierno republicano deberรญa decretar inmediatamente despuรฉs de su vuelta al poder una amnistรญa para ambos bandos y convocar nuevas elecciones. Barea nunca dejรณ de reclamar el derrocamiento de Franco allรญ adonde iba (por ejemplo, en sus visitas a Dinamarca, a Estados Unidos โdonde enseรฑรณ en el Pennsylvania State College en 1952โ y a Amรฉrica del Sur โdurante una gira de dos meses por Argentina, Uruguay y Chile en 1956, enviado por laย BBCโ).
La conexiรณn de Barea con la Sociedad Fabiana vino probablemente a travรฉs de Gavin Henderson, segundo Lord Faringdon, un polรญtico laborista partidario de la Repรบblica espaรฑola y fabiano incondicional. (Fue presidente de la Sociedad en 1960-1961.) En 1937, transformรณ su Rolls Royce en una ambulancia y lo condujo hasta Espaรฑa, donde se usรณ como hospital mรณvil de campaรฑa en el frente de Aragรณn.
Barea e Ilsa se mudaron en 1947 a Middle Lodge, en la parroquia de Eaton Hastings (en South Oxfordshire), una residencia de la hacienda de Buscot Park, propiedad de Lord Faringdon. Barea viviรณ allรญ los รบltimos diez aรฑos de su vida. Para entonces, ya era un conocido escritor y radiofonista de laย BBC. La casita de campo, por la que el matrimonio pagaba un alquiler muy bajo, estaba rodeada de zona verde y no tenรญa electricidad: se alumbraban con lรกmparas de parafina y la radio iba a pilas. Cocinaban con gas de bombona. Una cocina de carbรณn suministraba agua caliente y calefacciรณn a la vivienda. Habรญa un escritorio grande en la sala de estar. Arturo e Ilsa se sentaban a รฉl, el uno frente a la otra, mientras leรญan, escribรญan a mรกquina y trabajaban. Las paredes estaban atestadas de libros colocados en estanterรญas de madera que el propio Barea habรญa diseรฑado y fabricado. La pintura de las paredes y el techo se habรญa vuelto marrรณn del humo del tabaco que fumaban los dos: unos cien cigarrillos sin filtro al dรญa en total. Los esposos, muy unidos, salรญan juntos a pescar al lago que habรญa detrรกs de la casa. A Barea le gustaba ir a comprar los sรกbados a la localidad de Faringdon para irse luego a tomar algo alย pubย The Volunteer (donde, desde 2013, una placa en la fachada, colocada allรญ por un grupo de admiradores, le rinde homenaje). Siempre se sentaba en el รกrea โpรบblicaโ โjamรกs en la โprivadaโโ para charlar allรญ con los parroquianos (trabajadores agrรญcolas y artesanos) con su inglรฉs chapurreado, recopilando material para sus emisiones radiofรณnicas sobre la vida en Inglaterra. Falleciรณ de un ataque al corazรณn en los brazos de Ilsa el dรญa de Nochebuena. ~
Este texto es la introducciรณn de William Chislett a
Contra el fascismo, de Arturo Barea, que Espasa publica este mes.
fue corresponsal en Madrid y Mรฉxico, es
investigador senior asociado emรฉrito del Real Instituto Elcano y
fue comisario de la exposiciรณn sobre Arturo Barea en el Instituto
Cervantes en Madrid en 2018.